Melliza de Uzumaki Naruto.

Preparación para la Tercera Prueba. Parte Uno.

En el capítulo anterior.

Hayate: *Ya era hora de que se acabara...* –pensaba entre toses, queriendo descansar ya–. ¡Bien, con esto terminan los preliminares de la tercera prueba! –exclamaba para todos, por lo que todos los ganadores bajaron, al igual que el Hokage, el árbitro, la peli violeta y el de las cicatrices en la cabeza–. Aunque falte uno de los clasificados... Me gustaría felicitaros por haber pasado a la tercera prueba del examen para ninja de grado medio. ¡Bien hecho! –felicitaba entre la tos–.

_____: Kakashi, Gai... Voy a ver si puedo ser de ayuda... –les dijiste, apareciendo luego al lado del anciano–. Ojīchan... Voy a ver si puedo ser de ayuda para Lee... –le susurraste una vez estuviste a su lado, recibiendo un asentimiento de cabeza, desapareciendo después de mirar a todos los finalistas, deteniendo la mirada más tiempo en tu rubio hermano y en el pelirrojo, a quienes les dedicaste una pequeña sonrisa, aunque al último algo triste, apareciendo en la sala de operaciones–. Vengo para ver si puedo ser de ayuda. –avisaste, recibiendo un asentimiento–.

Narra _____.

Médico: Por favor... Es gracias a ti por lo que la joven Hyūga está en perfectas condiciones por actuar de forma rápida. Ayúdenos, por favor. –pidió tras alabarme, a lo que asentí, ya que era alguien importante para mí y quería hacer todo lo posible para ayudarle, colocándome una mascarilla y guantes que me cedieron–.

Terminamos rápido, ya que ellos empezaron con él desde que se lo llevaron, y entre dos médicos y yo, teniendo ayuda de algunos enfermeros, le estabilizamos, su vida estaba fuera de peligro, habiéndole inyectado algo de mi chakra mientras le iba sanando algunas heridas. También vendamos sus extremidades heridas, y me culpaba bastante por no poder hacer nada con su pierna y brazo derecho, ya que deseaba que pudiera cumplir su sueño y siguiera siendo un ninja, pero yo no era tan buena.

_____: ¿A qué habitación le llevo? –pregunté una vez terminamos la operación, a lo que me llevaron dos enfermeros, quienes llevaban la camilla mientras yo les seguía, acomodándole bien en la cama una vez le dejaron en ella y me quedé sola con él, queriendo que estuviera cómodo, aunque siguiese inconsciente–. Lee... Lo siento mucho... Siento no poder sanar tu brazo y pierna... Sólo existe una persona que podría hacerlo, pero no sé en qué lugar se encuentra en estos momentos... Quizás debería ir a buscarla, pero ahora mismo no puedo, debo quedarme aquí para asegurarme de que no pase nada... –le decía a un inconsciente cejotas, acariciando su pelo con una triste sonrisa, dejando la acción cuando sentí dos repugnantes chakras juntos poco después–. Tsk... Esos dos están juntos... Sea lo que sea lo que esté planeando, sé que va a ser pronto, ya queda poco para la tercera prueba... Como toque al viejo... Lo mato... –mascullé molesta, levantándome y besando la frente del cejotas antes de desaparecer de ahí, dirigiéndome donde estaban esos dos, sin que se percatasen de mí, ya que oculté mi chakra desde el momento en el que salí de la habitación–.

Orochimaru: ... Aunque no es algo tan fundamental, claro... Antes de que las "tinieblas" de su corazón de desvanezcan... Quiero que me lo traigas. –le ordenaba al albino con una siniestra sonrisa, aunque no sabía de qué hablaban, ya que llevaban un rato charlando–.

Kabuto: Le noto nervioso, no propio de usted. –observaba con algo de burla, aunque muy poca, ya que respetaba a la maldita serpiente–.

Orochimaru: Hay algo que me preocupa... –confesó sin inmutarse mucho–.

Kabuto: Se refiere... ¿A Uzumaki Naruto? ¿El hermano de _____? –preguntó, haciendo que estuviera atenta a cualquier cosa que dijeran de él, no iba a permitir que le tocaran un solo pelo–.