El Ichibi capturado. Rescate fallido.

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En el capítulo anterior:

_____: Tch... Cómo si eso me importase... Dudo que esos dos vayan a atacarme. –comentaba corriendo, viendo la sangre y los cuerpos de los vigilantes en la entrada, viendo a lo lejos al traidor con el pelirrojo marionetista dentro de su marioneta–. Sasori... –murmuró llamando su atención–.

Sasori: _____. Cuanto tiempo. Has crecido bastante, y te has vuelto muy guapa también. –comentaba al girar la cabeza y observar a la pelirroja, que se acercaba a ambos de forma lenta y tambaleándose levemente–. ¿Qué haces aquí? –preguntó, teniendo una idea de la respuesta–.

_____: Por supuesto, impedir que le hagáis daño a Gaara. –contestó, desapareciendo del lugar en cuanto el ninja de Suna fue a por ella, apareciendo al lado del pelirrojo, frente al rubio, viendo cómo este esquivaba la arena montado en su gran pájaro de arcilla–.

Gaara: ¿Qué haces aquí? –preguntó sorprendido, pero saltando de donde se encontraba para poder pelear contra el rubio y proteger la aldea–.

Deidara: Aun así... Te has dado cuenta de que era yo. –comentaba con una sonrisa mientras una de las bocas de su mano mascaba arcilla–.

Garra: En este desierto no existen pájaros como ese. –comentaba con seriedad, quedando flotando sobre la arena a una distancia prudente del contrario–.

Deidara: Je... Parece que mi infiltración ha fracasado, sí. Pero gracias a eso, ya no necesito buscarte. –añadía despreocupadamente, observando a la pelirroja–. Oh, _____-chan, ¿qué haces por aquí? –preguntó, sorprendiéndose al ver una gran cantidad de arena levantarse tras el pelirrojo–. Cómo habría de esperar. Él tiene la ventaja geográfica. Es arriesgado, sí...

 Es arriesgado, sí

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_____: *Gaara... Mierda. Con este dolor de cabeza permanente que me ha entrado al saber que algo iba a pasar no puedo concentrarme para hacer ningún jutsu. Ni siquiera puedo conectar mis movimientos con certeza...* –pensaba fastidiada, saltando hacia atrás para alejarse de una explosión que iba hacia el pelirrojo, quien no dejaba de atacar con su arena al rubio, que iba esquivando como podía, además de que la arena terminaba con la forma de las manos del tanuki, pero el de Akatsuki no borraba en ningún momento su sonrisa–.

Seiryū: ¡Ten cuidado! –exclamó preocupado en cuanto la pelirroja se acercó a dónde se encontraba el marionetista sin percatarse de él–.

_____: ¡! *¡Mierda!* –exclamó cuando no consiguió esquivarlo por completo y le pinchó con la cola de su marioneta, inyectándole el veneno–. Nunca pensé que fueses a atacarme, Sasori...

Sasori: Aun esquivando por los pelos las explosiones de Deidara sería peligroso pelear contigo. El veneno no te matará, eres demasiado fuerte y podrás curarte, aunque tardes. Pero eso será suficiente, ya que te debilitará más de lo que ya lo estás y no serás una molestia para nuestra misión. –explicaba con tranquilidad, recibiendo una fría mirada de la pelirroja, teniendo que alejarse para evitar la arena, ya que el tanuki dejó de concentrarse completamente en el de mirada aguamarina para alejar al marionetista de la pelirroja–. Nos vemos, mi querida _____. –se despidió alejándose del lugar–.

Melliza de Uzumaki Naruto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora