Melliza de Uzumaki Naruto.

Pelea entre Sannin. Naruto controla el Rasengan.

En el capítulo anterior.

Tsunade: Mierda, me has dado en los pulmones, no puedo respirar... –comentaba tosiendo e intentando coger aire, aunque sabías que podía respirar algo, aunque eso era gracias a su gran pechonalidad–. *Este chico no es sólo un médico corriente... Sus sentidos y conocimientos superan a los míos.* –pensaba observando al cuatro ojos con su diestra en su pecho–.

Kabuto: Sería problemático que murieses ahora, así que no apunté a tu cuello, pero no serás capaz de moverte por ahí. –aseguraba sin dejar de sonreír, colocándose bien sus gafas, sorprendiéndose de sobre manera en cuanto la rubia de coletas bajas se mueve rápido y le golpea la nuca, lanzándole al suelo–. *Ya veo... Una persona ordinaria habría sufrido sin poder moverse. ¿No ha penetrado los suficiente debido a sus grandes tetas?* –se preguntaba adolorido desde el suelo mientras la serpiente observaba con una pequeña sonrisa–. *Eso parece... Tengo que ponerme más serio.* –pensaba al observar que la rubia tetona caía de rodillas, por lo que él intentaba levantarse, llevando con dificultad su diestra al porta armas–. *¿Qué? Intento mover mi mano, pero se mueve la pierna... ¿Es esto?* –se preguntaba, volviendo a caer al suelo por otro golpe de la rubia, quien le dio un puñetazo–. *Esto no lo causan mis músculos, es mi sistema nervioso.* –pensaba intentando levantarse–.

Tsunade: Parece que te has dado cuenta. Sí, es resultado de tus nervios. Cambié mi chakra por electricidad y he enviado hondas eléctricas a tu cuerpo. –le explicaba manteniéndose de pie con algo de dificultad–.

Kabuto: *Así que Tsunade ha introducido electricidad en mi sistema nervioso... Todas las señales de mi cuerpo son confusas. Aun después de todos estos años apartada de la batalla sigue teniendo poder. Así que este es el poder de los tres Sannin.* –pensaba al observar su propio estado, pensando cómo solucionarlo–.

Tsunade: *Maldición... La curación consumirá demasiado chakra...* –pensaba a la vez que hacía los sellos y se curaba a la vez que el cuatro ojos pensaba en mover cada parte de su cuerpo y observar cual se movía, quedándose con los movimientos–.

Kabuto: *Es pesado pero... Creo que puedo mover el 80% de mi cuerpo.* No creas que con ese nivel de técnica serás capaz de vencerme. –le aseguraba cogiendo una kunai y lanzándose al ataque, sorprendiendo a la rubia tetona por ser capaz de controlar su cuerpo–. Tienes miedo a la sangre, ¿verdad? Te mostraré un poco, te bañaré en sangre hasta que no puedas moverte. –le aseguró, volviendo a sorprenderla, estando a punto de intervenir, pero terminaste sonriendo cuando aparecen los chicos frente a la rubia antes de que el cuatro ojos llegue a ella–.

Orochimaru: Cuanto tiempo, Jiraiya... –saludaba desde su posición–.

Jiraiya: No has cambiado nada... Esos ojos salvajes. –comentó observándole–.

Kabuto: Naruto-kun... –le nombraba, sorprendiendo de sobremanera a tu rubio hermano, que no se esperaba que el cuatro ojos estuviera ahí–.

Jiraiya: Veo que le conoces. –le decía a su alumno con una sonrisa, ya que era difícil que no tuviera una en el rostro a la vez que la rubia tetona se lanzaba contra el cuatro ojos, pero este se hiere a sí mismo, manchándola con sangre y frenándola–.

_____: *Maldito cuatro ojos... Sabe su debilidad por la serpiente... Además, parece que ya empieza a tener control de su cuerpo...* –pensabas con algo de fastidio, volando sobre sus cabezas a la vez que el cuatro ojos golpeaba a la tetona, pero la morena la cogió, sorprendiendo al rubio kitsune–.

Naruto: ¡Hey! ¡Hey! ¿Qué está pasando aquí? ¿Por qué Kabuto le pega a Tsunade? –preguntaba sin comprender para nada la situación–.

Kabuto: Eres demasiado tonto, Naruto, por eso no te puedes comparar a Sasuke. –comentó, sorprendiendo a tu rubio hermano, molestándole algo por nombras a su moreno amigo, y molestándote tú por insultarle a él–.