Melliza de Uzumaki Naruto.

Fin del Examen. Traición.

En el capítulo anterior.

Gaara: Voy a arrancarle la cabeza. Después la abriré y el cerebro saldrá de ella. "¿Huh? ¿La cabeza?" Entonces montones de sangre chorrearán. Podrás tenerla toda. –hablaba con su "madre", riendo sádicamente, como si estuviese loco–. Soy siempre un buen chico. Vamos a hacerlo, madre. "Estaba esperándolo."

_____: *Gaara...* –pensaste algo asustada por ese lado suyo que no conocías, queriendo ayudarle, viendo como el emo se dirigía veloz hacia la arena y el pelirrojo arrastrando la técnica en el suelo, produciendo un sonido fuerte, por el cual preguntó la peli rosa, sintiendo que la gente empezaba a dormirse–. *Parece que es la hora... Va a comenzar el ataque...* –pensabas, pero sin poder moverte ni dejar de mirar a la arena–.

Gai: Una simple puñalada. –contestó a la pregunta de la peli rosa sobre el sonido de la técnica–. Pero es... La técnica más importante de la Hoja. El ninja copia Kakashi la creó. –comentó, sorprendiendo sobre todo al rubio kitsune–. Es un Jutsu especial para asesinatos. La velocidad de la puñalada y la gran cantidad de chakra crean, debido a la gran velocidad y al chakra de su mano, ese sonido que produce (Chi Chi Chi Chi Chi...), que es como mil pájaros volando contra ti. Por eso este Jutsu es llamado Chidori. –terminó de explicar a la vez que el emo consiguió atravesar la arena, aunque para ello hubiese terminado con otros cuantos cortes, sorprendiendo a todos, soltando al cejudo menor sin que se diera cuenta mientras te agarrabas el hombro izquierdo por el dolor–. Chidori... También conocido como "Filo de Rayo"... El nombre lo tiende desde que Kakashi cortó uno con esta técnica.

Kankurō: ¡¡De ninguna manera!! La defensa absoluta de Gaara ha sido... –exclamaba más que sorprendido, al igual que su hermana y sensei, que no podían creerse que el moreno vengador hubiese sido capaz de traspasar la arena–.

Kakashi: Su verdadero nombre es Chidori. Es conocido porque lleva el cuerpo a su límite de velocidad. Y ese gigantesco montón de chakra se concentra en una mano, que se convierte en una espada que corta todo. –terminaba de explicar, pasando de su amigo/rival cuando le dice que es una técnica ridícula–.

Sakura: Bueno... Está por encima de mi nivel de entendimiento pero... Que Jutsu más asombroso. –comentaba fascinada, sorprendiendo un poco al cejotas menor–.

Lee: *Lo entiendo... Yo no habría corrido directo hacia mi rival... No puedo hacerlo. Un ataque frontal hace más fácil que el enemigo contraataque. Pero él tiene esos ojos... Estoy celoso de tu linaje, Sasuke-kun... Aquella vez que nos enfrentamos te dije esto: "Aunque puedas detectarlo, si tu cuerpo no reacciona, no podrás hacer nada." Ese era mi sentido de superioridad... Pero ahora... Tienes la misma velocidad que yo, pero además, tienes el Sharingan.* –pensaba entre celoso y algo decaído, notando que no estabas agarrado a él, viéndote sangrar–.

Shikamaru: *Je Je... Hace un momento estaba preocupado por Sasuke y ahora está celoso.* –pensaba al observar con una leve sonrisa a tu hermano, quien estaba agarrando la barandilla de lo alto de las escaleras, apretando los dientes con algo de rabia, ya que el emo siempre era mejor que él–.

Gaara: ¡¡Waaaaaaaa!! ¡¡Sangre!! ¡¡Mi sangre!! –exclamaba quejándose, habiendo pasado mucho tiempo que no era herido de tal manera, sorprendiendo sobre todo a sus hermanos, mientras la arena sujetaba el brazo del emo, impidiendo que sacara el brazo, sorprendiéndole por ese hecho, haciendo que borrara su sonrisa por haberle alcanzado y gritara de dolor, sorprendiéndose cuando ve un brazo grande del mismo color de la arena, haciendo que utilizara su Sharingan, asustándose de ver lo que veía, sorprendiendo a ambos sensei que se encontraban contigo, sin darse cuenta de tu estado–.

Lee: ¿Qué te pasa? –te preguntó preocupado mientras más de uno tenía un mal presentimiento por lo que iba a pasar y el pelirrojo deshacía la bola de arena, sujetándose el mismo hombro que tú–. ¡Espera! ¿Él? ¿Tú? –preguntaba al observar el estado del pelirrojo, llamando la atención de los mayores y el moreno perezoso, que miró hacia delante en ese momento, viendo tu hombro–.