Laito al escuchar la voz de su hermano mayor se alejó de la pelirroja, quien se bajaba el vestido, Shu la miró con seriedad, y miró a Laito con desdén.
- No quiero que la vuelvas a tocar.- amenazó el rubio, haciendo que tanto Laito como Akira se sorprendieran, la pelirroja jamás había oído tales palabras de su esposo, él jamás se había preocupado por si alguien más la tocaba o no.
El pelirrojo desapareció de la habitación, dejando a Akira con Shu a solas.
- Gracias por salvarme...- dijo la pelirroja cabizbaja, tampoco se atrevía a mirar a los ojos al rubio después de haber desaparecido, aunque tampoco le debía de importar.
- ¿Dónde estuviste todo el día? - preguntó Shu, con un tono de voz bastante serio y frío, Akira no esperaba que le preguntase eso.
- Y-yo.... - la chica no sabía que responder, después de todo creía que a Shu le importaba donde estuviese y donde no.
- ¿Estuviste con el Mukami?- se escuchó desprecio en la voz del rubio, Akira levantó la mirada para encontrarse con aquellos ojos color zafiro posados sobre ella, estaban más oscuros.
- S-si.- respondió la chica, Shu soltó un suspiro de enojo, aunque sabía que ella estaba ahí había tenido la mínima esperanza de que estuviera en otro lugar, con otra persona.
- ¿Y se puede saber por qué? - Akira se sentó sobre la cama, y bajó la mirada, lo que menos quería era un interrogatorio, pero parece que no podría librarse de eso.
- Y-yo solo... Solo me fui... Y ya.- respondió, comenzó a jugar con sus dedos algo nerviosa, aún sin mirar a su esposo, que se encontraba frente a ella con los brazos cruzados y con un enojo que se hacía presente en su rostro.
- Te fuiste y ya.- repitió el rubio, haciendo que Akira se estremeciera, su voz había sonado tan sombría que la pelirroja quería salir corriendo del lugar.
No alcanzó a reaccionar, cuando ya se encontraba acostada con Shu sobre ella, este último le tomó los brazos y los puso sobre su cabeza.
- ¿Qué tienes con él? ¿Por qué tantas ganas de pasar tiempo con ese tipo? - preguntó Shu, sus rostros estaban a centímetros, pero Akira no lo miraba, estaba totalmente asustada, y además adolorida, puesto que el agarre de Shu se hacia cada vez más fuerte - Mírame a los ojos cuando te hablo.- dijo el rubio, Akira finalmente lo miró, sus ojos expresaban miedo y tristeza - Responde mi pregunta.
- N-no tenemos nada... Solo somos... Amigos...- respondió la pelirroja algo nerviosa, no esperaba que Shu fuese tan agresivo, solo lo había sido en dos ocasiones, y por supuesto que le sorprendía a la chica.
- ¿Amigos? - preguntó y soltó una risa llena de enojo - Sí, como no.- los ojos de Akira se estaban aguando, tenía miedo de lo que pudiese hacerle Shu - ¡¿Acaso los amigos se besan?! - preguntó gritando, haciendo que Akira abriera más los ojos de la impresión.
- ¿Cómo... Cómo sabes eso? - se animó a preguntar, era extraño que el lo supiese, eso había sucedido solo una vez, y además ni siquiera había sido en el instituto.
- ¡Ese no importa! - la voz de Shu se elevaba más con cada palabra que decía, por supuesto que estaba enojado, habían tocado a su mujer, y aunque antes no le importara ahora sí lo hacía, ya no dejaría que nadie le pusiera las manos encima - Yo soy el único que puede besarte.- dijo atrapando los labios de la pelirroja, la besó con brusquedad - Yo soy el único que puede tocarte.- y acarició las piernas de Akira con fuerza - ¡Tu eres mía! ¡¿Acaso no lo entiendes?!- Akira se sorprendía con cada palabra que salía de la boca de su amado, siempre había soñado con esto, pero no de esa forma, no de manera tan brusca y violenta - Tu eres mía, solo mía.- repitió, la pelirroja lo miró con temor, ¿qué pensaba hacer?
El rubio se acomodó entre las piernas de la pelirroja, le sacó el vestido de un tirón, lo rompió haciendo que Akira tuviera más miedo aún. El ojiazul se sacó la camiseta, los zapatos, luego los pantalones y por último la ropa interior, Akira sabía lo que le esperaba, tenía miedo, miedo de como pudiese comportarse Shu.
El rubio la penetró de una sola estocada, haciendo que Akira soltara un grito, pero no de placer, si no de dolor. Shu siguió entrando y saliendo de ella con salvajismo, la pelirroja no sentía nada más que dolor, tristeza, miedo.- Shu...-san.... Detente.- dijo la pelirroja con voz entrecortada.
- ¿Acaso él es mejor que yo? - preguntó embistiéndola con salvajismo - ¿Él te complace más que yo?
- Due-le...- se quejaba la chica, pero Shu no tenía intenciones de detenerse.
- Cállate.- dijo el rubio, quien se acercó al cuello de la chica y la mordió bruscamente, todo esto sin dejar de embestirla.
Puso sus manos sobre los pechos de la pelirroja y comenzó a masajearlos bruscamente, a Akira le dolía, le dolía física y psicológicamente todo lo que le estaba haciendo su esposo, la persona que amaba. Cada cierto tiempo soltaba gritos y gemidos de dolor, Shu no les prestaba atención.
- Shu-san... Por favor.- dijo la chica con las pocas fuerzas que le quedaban, pero el no se detenía, además la mordió en varias ocasiones.
El rubio tomó los muslos de la chica, y siguió embistiéndola salvajemente hasta que llegó al orgasmo y se corrió dentro de ella.
Shu no tenía intenciones de quedarse junto a ella, estaba enojado, la ira corría por sus venas, su sangre se ponía caliente de tan solo pensar en que el Mukami le hubiese puesto las manos encima a su esposa, pero eso jamás había ocurrido, Ruki la respetaba, mucho, y además la conocía, sabía que ella jamás se atrevería a engañar a su esposo, ella lo amaba, claro que Shu no sabía eso.
Akira se quedó acostada sobre la cama, su cuerpo estaba solo tapado con la sábana. La habitación estaba en silencio, la pelirroja lloraba, pero en silencio. Jamás habría pensado en que Shu, su esposo, la persona que más amaba en el mundo, le hiciese algo como eso.
Le había dolido.
La había herido.
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Okay, había dicho que lo publicaría mañana, pero preferí no hacerlas esperar tanto.
Etto... no me critiquen, no es la mejor violación (xD) pero le puse mucho esfuerzo, unas amigas lo leyeron antes y las traumaticé lol
Espero sus comentarios :'3
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¿Es muy tarde para decir te amo? (Shu Sakamaki)
FanfictionAkira y Shu fueron obligados a casarse, siendo la chica la única que estaba enamorada. Con el paso del tiempo Shu se dio cuenta de que la quería, pero no estaba solo, tenía competencia, ¿se habrá dado cuenta muy tarde de que la ama? ¿Será muy tarde...