- ¿Subaru? - preguntó la pelirroja, estaba extrañada no esperaba verlo, y menos en la mansión Mukami.
- Akira...- dijo el albino acercándose a paso lento, aunque dejó la distancia suficiente.
- ¿Qué.. Qué haces aquí? - preguntó la pelirroja extrañada.
- Y-yo... - el Sakamaki ni siquiera había pensado en que decirle sobre aquello, la verdad es que solo fue a la mansión por las ganas de querer verla - Quería saber si estabas bien.- respondió tratando de ocultar sus mejillas sonrojadas.
- Oh.- fue lo único que pudo decir la chica, se sonrojó al igual que el albino.
Hubo un silencio incómodo, Yuma lo notó, no dijo nada y desapareció del lugar. No le importaba para nada la situación, pero debía decirle a Ruki que el Sakamaki menor estaba allí.
- Gracias.- dijo la pelirroja, Subaru la miró con el ceño fruncido.
- ¿Por qué? - preguntó desviando la mirada, no podía mantener sus ojos mucho tiempo sobre la chica, pues aquello lo haría sonrojarse aún más.
Subaru había estado varias semanas tratando de localizar la mansión Mukami, y finalmente aquello le dio resultado. Obviamente, para Shu aún no, Subaru no pensaba decirle donde era, pues no quería que viera a la chica, sabía que ella terminaría cediendo y volvería a la mansión Sakamaki.
- Por preocuparte de mí .- respondió la chica mirando hacia el piso, Subaru no dijo nada. La chica lo había atrapado, sí, él se preocupaba por ella, había sido quizá el qué estaba más preocupado junto a Shu, aunque por supuesto, el peliblanco lo ignoraba.
Yuma se encontraba en el salón principal, sentado frente a Ruki que estaba leyendo un libro, bastante concentrado, como de costumbre.
- Ruki.- lo llamó el castaño con aquel tono de voz grave característico de él, el azabache levantó la mirada, esperando a que su hermano dijese alguna cosa.
- ¿Sucede algo? - preguntó el del libro, Yuma asintió.
- El Sakamaki menor está aquí, vino a ver a Akira.- avisó, Ruki se tensó al oír eso, pero prefirió no demostrar su temor.
- Akira puede hacer lo que desee.- respondió ante las palabras de su hermano.
- Puede que se le lleve a la fuerza.- dijo el castaño mirando cada acción, cada expresión del rostro de su hermano.
- Iré a mirar, pero estoy seguro de que no sucederá nada.- dijo el azabache poniéndose de pie, caminando hasta gran ventanal que daba a la entrada de la casa, pudo ver a la pelirroja hablando con el Sakamaki, ambos bastante serios.
- Y... ¿Como está él? - preguntó Akira un tanto nerviosa, refiriéndose a Shu, sabía que era una idiota por preguntar aquello, supuestamente no debería importarle, pero después de todo, lo seguía amando. Subaru la miró con una expresión de enojo en la cara, que luego fue desapareciendo poco a poco, al ver que la chica jugaba con sus manos, y desviaba la mirada.
- Está como siempre.- dijo el albino, sabía que si le decía que Shu la estaba buscando ella no dudaría en volver a sus brazos, y aquello era lo que menos quería en ese momento, prefería estar alejado de ella pero sabiendo que estaría sana y salva, y que nadie le haría daño.
- Oh.- respondió la chica bajando la mirada, no era que esperase que Subaru le dijera que Shu estaba preocupado, que la estaba buscando, pero al menos quería saber si le había afectado su desaparición.
- No te preocupes por él... Nunca más.- le dijo Subaru, que había intentado sonar amable, pero había sonado más en un tono de amenaza.
- Está bien... No lo haré.- dijo escogiéndose de hombros, aunque sabía que se estaba mintiendo.
Subaru miraba a la pelirroja atentamente, esperaba que ella dijese algo más, o al menos se viera más animada, pero se veía igual que como había estado en la mansión Sakamaki.
- ¿Te han tratado bien aquí? - preguntó el albino, manteniendo la distancia entre la chica y él, puesto que si se le acercaba el aroma de la chica, lo más probable, era que quedase impregnado en su ropa, y por supuesto que alguien lo notaria, sobre todo Shu.
- La verdad es que sí, han sido muy amables.- habló la chica con una sonrisa, Subaru solo asintió.
- Me alegro.
Ruki miraba cada acción del Sakamaki, sabía que él no venía a buscarla, solo venía a verla, aquello era algo que le preocupaba, ¿por qué tenía deseos de verla? ¿acaso también estaba enamorado de ella?
- Creo que ya sabes lo que pienso, ¿no? - preguntó Yuma mirando a su hermano, que estaba con los brazos cruzados mirando por el ventanal.
- Sí, es posible que esté enamorado de ella, pero quiero saber más.- dijo el azabache pasando su mano por su cabello.
- Supongo que se preocupa por ella, ya sabemos un poco de su personalidad.- expresó el castaño, Ruki asintió.
- Por supuesto.
- Es mejor que me vaya...- dijo Subaru de brazos cruzados frente a Akira, esta asintió.
- Espero volver a verte.- dijo caminando hacia él.
- No creo que vuelva a venir, es extraño que desaparezca así, los demás sospecharan.- explicó el albino, la pelirroja solo asintió algo triste.
- Gracias por venir.- dijo nuevamente, estaba bastante feliz por el hecho de poder ver al menor, después de todo, gracias a él había estado teniendo fuerzas para estar separada de Shu.
Subaru no dijo nada, inconscientemente tiró del brazo de la chica y la abrazó, poniendo su nariz cerca del cuello de la chica, pero solo para olerla. La pelirroja respondió al abrazo con una sonrisa, se apoyó sobre el pecho del albino y cerró los ojos.
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Kyaaaaa*w* vale, estos días he estado más obsesionada con el tsundere xD
Llegamos a los 1k :O creí que ni llegaría a los 100 :'v
Gracias por leer<3 nos leemos pronto ^_^
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¿Es muy tarde para decir te amo? (Shu Sakamaki)
أدب الهواةAkira y Shu fueron obligados a casarse, siendo la chica la única que estaba enamorada. Con el paso del tiempo Shu se dio cuenta de que la quería, pero no estaba solo, tenía competencia, ¿se habrá dado cuenta muy tarde de que la ama? ¿Será muy tarde...