Cuando Shu llegó a la habitación decidido a conversar con Akira ella estaba dormida. Prefirió no despertarla, y quizá en otra oportunidad le diría lo que sentía.
Se acostó a su lado, mirándola, siempre le había parecido una chica guapa, y últimamente había estado sintiendo algo extraño, cada vez que la veía, cada vez que ella lo miraba. Pero no quería decir nada hasta estar seguro. Se sentía algo culpable por la forma en que ella había estado comportándose, y por supuesto que era su culpa.
Antes de darle la espalda a la chica que estaba dormida a su lado, besó sus labios suavemente.
(...)
Akira abrió los ojos en medio de la noche. No pudo seguir durmiendo por lo que se quedó mirando hacia la ventana de la habitación. La noche estaba muy linda, la luna llena iluminaba todo, todo estaba en silencio, lo cual la tranquilizaba.
Había estado pensando hace varios días en qué debería hacer, decidida se levantó de la cama suavemente, intentando no despertar al chico que yacía acostado a su lado.
Caminó hasta el armario, donde sacó un poco de ropa y la puso dentro de una bolsa. Se acercó al rubio con la intención de besar sus labios por última vez, pero se contuvo, no haría algo como eso porque sabía que le dolería más dejarlo. Silenciosamente abrió la puerta de la habitación, miró por última vez a su esposo, siempre guapo, siempre relajado, siempre durmiendo. Se llevaría aquella imagen en su corazón.
Salió de la habitación y con sumo cuidado cerró la puerta, caminó hasta las escaleras y bajó, le dio un vistazo a todo, para saber si había alguien viéndola, y no, no había nadie.
Salió de la mansión y caminó hasta la salida. No había nadie, por lo que decidió caminar hasta algún lugar, no sabía donde ir, tenía muy poco dinero, así que tendría que buscar un lugar donde pasar la noche y un trabajo. Comenzaría su vida nueva, alejada de todo lo que la hacía sufrir.
Caminó suavemente sobre la acera, mirando hacia el suelo y debatiéndose entre irse del país o quedarse. Tampoco sabía si Shu la buscaría, aunque lo más probable sería que no. A pesar de estar mostrando un interés en estar a su lado, ella no creía posible el hecho de que él fuera a buscarla.
- ¿Qué haces tan tarde afuera? - escuchó una voz a sus espaldas, se tensó, y sorprendida se giró para ver al dueño de aquella voz.
- Ruki-kun...- fue lo único que pudo decir, nerviosa desvío la mirada, ya que Ruki estaba intentando leer su expresión.
En las últimas semanas después del incidente, Akira había estado actuando extraño. Ruki había estado preguntándole en innumerables ocasiones que era lo que le había sucedido, si había algo que le molestara. Pero ella jamás se lo dijo, se guardo todo el dolor.
- Akira... ¿qué haces aquí? - preguntó el azabache acercándose a la chica preocupado, el hecho de ella estuviese afuera significaba que había sucedido algo.
- Y-yo... - la chica entró en pánico, no sabía que hacer, no esperaba encontrarse con Ruki, y mucho menos a estas horas.
- ¿Sucedió algo? - preguntó el chico, tomó la bolsa y la revisó, tenía ropa - ¿Escapaste? - la miró con los ojos abiertos de la impresión.
- Si...- respondió desviando la mirada. Lo que menos había querido era encontrarse con Ruki.
- Vamos a mi casa.- dijo tomando la mano de la chica, ella sólo asintió, sabía que tendría que decirle a Ruki lo que había sucedido, el porqué de su escape.
(...)
Luego de caminar una larga distancia, se encontraban fuera de la mansión Mukami, Ruki hizo pasar a Akira y se sentaron en un sofá, la pelirroja no lo miraba, se sentía avergonzada.
- Ahora, explicame que ha sucedido.- dijo el azabache tomando las manos de la pelirroja, que solo intentaba aguantar las lágrimas, quería dejar de recordar aquel día. Se sentía como una idiota, por el simple hecho de que quería volver a ver a Shu, quería estar con él, sentir su calor. Pero aquello la hería más - Puedes decírmelo.- dijo suavemente, la chica antes de poder decir algo rompió a llorar, Ruki sorprendido por ello la abrazó, y comenzó a pasar sus manos por su espalda a modo de consuelo.
- Shu.... - decía la chica entre sollozos, lo quería, lo amaba tanto, y él sólo había respondido a esos sentimientos hiriéndola.
- Tranquila.- dijo Ruki consolando a la pelirroja que lloraba sobre su pecho - Calma, ya estás a salvo, aquí nadie te hará daño.- dijo el azabache tranquilizando a Akira.
Akira intentando controlar el llanto se quedó con la cabeza sobre el pecho de Ruki, abrazándolo, apretando sus brazos. A los minutos, luego de que el azabache la consolara bastante, la pelirroja se calmó, y su respiración fue controlándose poco a poco.
- ¿Puedes decirme que es lo que ha sucedido? - preguntó el chico, mirando directamente a los ojos a Akira, quien se sintió obligada a responder.
Después de suspirar y tomar aire, le explicó todo lo que había sucedido, el porqué de su escape. Ruki sintió una ira crecer en él, tenía ganas de ir a golpear al Sakamaki hasta que se cansara.
Intentó mantener la calma, Akira no tenía la culpa de lo que le habían hecho, así que no debía desquitarse con ella. Además de que estaba herida y por supuesto necesitaba rodó el apoyo posible. Así que lo único que hizo el azabache fue abrazarla y besar su cabeza.
Se sentía culpable, ella había estado guardándose eso desde hace mucho tiempo, a pesar de haberle preguntando en muchas ocasiones pensó que debió haberlo hecho muchas veces más.
- Puedes quedarte aquí, no, debes quedarte aquí.- le dijo Ruki acariciando la cabeza de la pelirroja, ella sólo asintió y sonrió.
- Gracias.- le dijo aún con la sonrisa en su cara, no quería que Ruki se preocupase más por ella ni de como se sentía, así que lo único que le quedaba era fingir una sonrisa - No se qué haría sin tí.
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Más drama okno, bueno, esto lo tenía escrito, pero no había podido publicarlo ya que el internet que tengo es un asco, a veces carga, otras veces no, y he estado de turista :'v
Espero que les guste, y perdón por la demora ):
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¿Es muy tarde para decir te amo? (Shu Sakamaki)
FanfictionAkira y Shu fueron obligados a casarse, siendo la chica la única que estaba enamorada. Con el paso del tiempo Shu se dio cuenta de que la quería, pero no estaba solo, tenía competencia, ¿se habrá dado cuenta muy tarde de que la ama? ¿Será muy tarde...