"No voy a correr riesgos".

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Capítulo 95.- "No voy a correr riesgos".

Desde que entraron en la biblioteca el silencio se apodero de los dos. Ricardo estaba parado mirando hacia la ventana. Carter quería encontrar la manera de pedirle disculpas.

Hablando con _______ reconoció que su reacción fue tonta e infantil... pero se le hacía difícil reconocer, frente al único vestigio de familia que le quedaba, que su comportamiento era similar al de un niño caprichoso.

Miró hacia donde miraba Ricardo, quien ahora miraba el árbol genealógico de la familia Reynolds y observó el único punto que le interesaba de ese lugar, y que por esas circunstancias de la vida, había sido borrado de él... Su padrino.

Suspiró. Cuánto le hacía falta. Miró hacia Ricardo, el estaba perdido mirando el tapiz... Carter carraspeó para tener su atención, no lo logró.

Maldición. Esto será mas difícil que lo que pensé. Ojalá _______ estuviera aquí... ella sabría las palabras adecuadas.

Recordó una frase que escuchara alguna vez en su infancia.

—Errar es humano... –Comenzó sereno– Perdonar es divino.

Ricardo se dio vuelta y lo miró. Miró esos ojos cafes que le recordaban a Jeanie, y la ternura que ella tenía al mirar, y la cara de perro abandonado de Jeremie cuando se mandaba una de las suyas y quería el perdón.

Sintió un nudo en la garganta que no pasaba de allí, y algunas lágrimas se agolparon en sus cansados ojos.

Cómo te pareces a tus padres, Carter. Tanto que hasta me duele mirarte.

—¿Sabes? –Comenzó Ricardo en un tono agudo, que luego de un carraspeo pudo revertir– Cuando tu naciste... –Carter lo miró expectante– Sentía la necesidad de ser tu padrino –Miró al joven– Había algo en ti que... –Suspiró– No puedo decirte que no me dolió que Jeremie no me eligiera... pero pude entenderlo después –Se acercó hacia la ventana y miró a la luna que estaba en el cielo con melancolía– Nunca podría ser parte de tu vida de una manera normal, si tus padres faltaban... –Carter sintió que una cosa horrible y rasposa le reventaba el estómago, podría haberla denominado como culpa– Pero lo eligieron a Mario... que era un pistolita, no puedo negarlo –Sonrió al decirlo– Pero al menos podría hacerse cargo de ti, todo el tiempo.

—Ricardo...

—Déjame terminar, por favor –Dijo mirándolo. Carter sólo bajó la cabeza como dándole a entender que podía continuar– Cuando tus padres murieron... y todo el mundo pensaba que Mario había sido el causante de sus muertes... yo, me dirigí a Angel (el que se encargaba antes de Carter) y le rogué que tú te quedaras conmigo... que yo podría hacerme cargo de ti, y educarte como Jeanie y Jeremie hubieran querido.

—Eso nunca me lo dijeron –Confesó sorprendido.

—Y no te lo hubieran dicho nunca porque no pude –Suspiró y miró nuevamente a la luna– Angel me hizo ver que yo... no podría hacerme cargo de ti, por mi problema. ¿Cómo darte los cuidados necesarios si todo el mundo me veía como un inutil enfermo?, ¿Qué pasaría si alguna vez no podría cuidarte? –Miró al joven– Entonces ya estabas con tus tíos... me enojé con él, porque no podría haberte dejado en peor lugar que esa casa. Jeanie siempre me contó de su hermana... Pero bueno –Se acercó al chico– Por eso es que ahora que puedo, me preocupo por ti. Se lo debo a mis amigos y por sobre todo, estoy cumpliendo la promesa que nos hicimos Mario y yo. En nuestros constantes encierros en esta casa...- le tomó los hombros – Pase lo que pase, si alguno de nosotros quedaba en el camino, el otro se encargaría de estar para ti, ¿entiendes?

—Ricardo...

—Por eso es que a veces me extralimito en tus cuidados, por eso te hice pasar encerrado una semana en esta casa al dejar la escuela, por miedo a que te pasara algo, pero ahora, después de lo que dijiste... me doy cuenta que ya eres un hombre.

—No –Respondió él mirándolo con culpa– No lo soy. Me estoy comportando como un niño malcriado dando una rabieta porque no le dan un dulce.

—Carter, no debes ser tan duro contigo mismo.

—Es verdad... _______ tiene razón –Ricardo sonrió– Yo debía estar prestando atención en la reunión, debía estar atento a lo que decían los demás pero en vez de eso estaba preocupándome porque ella no se enojara conmigo porque Alissa estaba ahí... –Ricardo rió con ganas– No, esto es serio.

—¡Carter! –Rió él calmándolo– Claro que entiendo por lo que pasas. Aunque no lo creas, yo también fui adolescente, pero debes entender que hay lugar y tiempo para cada cuestión. Debes aprender a decidir en el momento qué es importante para ti.

—¡Es que atrapar a Jonathan es importante!, ¡pero _______ también!, Y no quiero que se aleje, ¿Entiendes?, Nash puede quitármela de un plumazo porque corre en ventaja, él ya es su novio, yo le hago la lucha como amigo pero me exaspera pensar que en un segundo estoy haciendo las cosas bien, y por otro lado, estoy corriendo en esta competencia con los cordones de mis zapatillas desatados y que en cualquier momento me caeré dándome tremendo golpe contra el suelo –Confesó desesperado. Ricardo no hizo otra cosa que lanzar una carcajada– ¡No te rías!

—Eres igual a tu padre –Confesó mirándolo– Haciendo una tormenta en un vaso de agua.

—________ no es una pieza fácil. Deberías tratar de entenderla y te darás de a golpes en la cabeza, nunca lograrías hacerlo.

—¿Por qué lo dices?

—Porque salí de esa reunión con el solo objetivo de pedirle perdón y esperar que la guillotina pase sobre mi cabeza, pensaba que ella estaba fúrica porque le oculté lo de Alissa, pero voy a verla y se me ríe en la cara de lo miedoso que la enfrentaba. ¡Esa chica me vuelve loco!, Cualquier día de estos me internan en un manicomio.

—Ya cálmate. Dale tiempo... hazle ver lo que se pierde contigo.

—Se lo hago ver y me confunde, en un momento me insinúa cosas...

—¿Qué cosas?

—¡COSAS! –Dijo abriendo más los ojos, Ricardo entendió– Pero luego no hace más que hablarme de su tan perfecto novio Nash, ¡apesta!

—Pues, si ella te insinúa cosas... ¿Por qué no tú te le insinúas peor?

—¿Qué?

—Bueno... recuerdo que tu padre era en algunos momentos tan pesado con tu madre, ¡Hasta Mario quería patearlo! –Rieron.

—¿Tú crees que si le coqueteo...?

—Carter, no uses esa expresión, ¡qué modesto!

—Bueno, ¿tú crees que si le tiro con toda la artillería podría...?

—Exacto.

—Gracias Ricardo –Lo miró– Sobre lo que dije en la reunión...

—Olvidado.

—No –Respondió y se acerco a Ricardo– Perdóname. Entiendo que tú no podías estar ayudándome cuando estaba en esa casa, creo que me extralimité con eso... discúlpame.

—Disculpas aceptadas –Se abrazaron– Carter, sólo quiero que te cuides en esto que vas a hacer, no me perdonaría si a ti te pasara algo, es como defraudar a tus padres de nuevo.

—No pasará. No voy a correr riesgos esta vez, sólo quiero atraparlo, no hay nada que rija mi vida esta vez –Sonrieron y se dirigieron hacia la cocina.

—Excepto esa que mi mujercita se obstina en repetirme y que habla de ti...

—¿Cuál?

—"¡Si ese idiota no se casa con ______, yo lo mato antes de tiempo!" –Respondió Ricardo imitando a su mujer.

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¡Baes! Les tengo una tarea súper importante, queremos investigar el nombre de los padres de Carter, ya que en un lado dicen unos nombres y en otro lugar otros, así que ya no sabemos ni qué, sí ustedes saben por favor déjennos su comentario para editar los que les pusimos temporalmente.
Gracias por leer, las queremos

Aprendiendo a ser románticoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora