Capítulo 17

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Han pasado tres días y aún ni Cate, ni Patri, ni Sam, me han hablado. Allá donde miro encuentro a Sam observándome, a Cate mirando como él me observa y a Patri ni dirigiéndome la mirada. No es que sean las personas más importantes de mi vida ahora mismo, pero quién sabe, quizá en un futuro lo hubieran sido pero como ahora ya no nos llevamos nunca lo sabré... O sí, quizá lo arreglemos pronto. Es jueves y estoy ya en mi segunda semana. Ellos ya llevaban unos dos meses de clases empezado aunque realmente no habían hecho demasiado. Habían estado haciendo un proyecto vinculado con el año anterior y por eso me incorporé en el colegio más tarde... Justo el día en que se empezaban las clases normales. Lo peor fueron los trabajos que me hicieron hacer en casa mientras ellos hacían el puñetero proyecto. «Es para que la incorporación a nuestro centro te sea más fácil». A mí más que los estudios me preocupaba no hacer amigos.

Estamos a diez de noviembre y ya solo queda un mes para acabar el año... mi primer año sin Laura. Murió el 11 de enero... Sinceramente, me aterra que llegue la fecha, quedan solo dos meses. Estoy ya en el coche y me encuentro pensando en esta tarde, en la presentación de mis amigos a Nico. Como que llego tarde al instituto no me da tiempo a ver a nadie hasta la hora antes de la comida, la cual me toca con Patri. En esta clase no estamos sentadas juntas pero solo nos separa un pasillo. Al acabar la clase me la quedo mirando.

-¿Qué? –me dice al darse cuenta.

-Solo quería decirte si querías hablar...

-¿Para qué voy a hablar yo contigo? No tenemos nada que decirnos.

-Pues yo sí tengo cosas que decirte.

-Entonces dímelas. Va –me insiste.

-¿Salimos fuera mejor?

-Lo que quieras.

Salimos pero fuera está Diego esperándome. Le digo que vaya tirando a la cafetería que necesito hablar con Patri urgentemente.

-Entra aquí –me dice Patri señalando una aula vacía.

Entramos dentro y nos quedamos calladas.

-¿No tenías tantas cosas que decir?

-Yo... No sé ni porque lo intento pero me gustaría arreglar las cosas contigo.

-Mira siento ser tan borde pero es que me pone de los nervios que llegues y te creas la reina del grupo.

-¿No lo entiendes? Eso es lo que tú te piensas pero yo no me siento así para nada.

-Ya claro...

-Mira para mí la situación es esta. Llego a un nuevo colegio al que no me apetecía nada, conozco a una chica que me presenta a todo su grupo. Empiezo a salir con un chico que acabo de conocer pero que me gusta muchísimo y al cual creo que también le gusto pero quizá dentro de nada me deja porque se cansa de mí. El mejor amigo de mi novio se esfuerza en hablar conmigo al menos. Las tres chicas restantes del grupo no me hablan, una se enfada por razones que no entiendo, la otra no me dirige casi la palabra porque sigue siempre a su novia y la última está también enfadada conmigo por líos amorosos que se ha inventado. ¿Te crees que esto es ser el centro de atención? Porqué para mí eso significa tener tantos problemas que no tienes ni donde guardártelos.

-Perdón yo no sabía...

-¿Sabes? Ya sé que no lo sabías. ¿De qué te sirve juzgarme? Dímelo.

En ese momento me doy cuenta de que realmente no sabe qué contestarme, no tiene motivos. Baja la cabeza y mira a la puerta haciéndome saber que quiere marcharse.

-¿Quieres irte? Adelante vete.

-Tampoco te hagas tanto la víctima que aquí no eres la única que sufres.

Bucle suicidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora