Capítulo 5.

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No sé si fue la presión del momento o nuestra mutua necesidad, pero al terminar la frase nuestras caras chocaron, pero nuestros labios se encontraron fácil y suave; era muy linda, era gentil. Sus labios rosados tocaban los míos con amabilidad y apenas los movía, mientras ambas nos acostumbramos a la sensación dulce de nuestros labios juntos. Solté un suspiro contra ella, que a su vez sonrío. Sus manos pasaron por mi cintura y me alzó en vilo con fuerza y seguridad, probablemente incómoda por nuestras tan diferentes estaturas. Al notar lo elaborado que era cargar mi cuerpo para estar conmigo así por tanto tiempo se separo de mi por un momento y me colocó en el suelo, sin romper contacto visual. Sus ojos me miraban cautivadores, y me mostraban cuanta ternura y cariño existía en ella para mi.

Y solo para mi.

Una sensación de alegría y euforia viajo por mi torrente sanguíneo cuando ese pensamiento cruzó mi mente. Veía de reojo como su pecho subía y bajaba rápidamente, desesperado por algo de aire. Al igual que ella, mi pulso se encontraba por las nubes. Sentía mis manos temblar por la rapidez de la circulación de la sangre; tenía tanta energía y seguía siendo un manojo de nervios tan grande que sentía que podía correr de la escuela a mi casa unas veinte veces sin cansarme en lo absoluto. Sin dejar de verme nos dio la vuelta en mi eje quedando yo de espaldas a la televisión y ella delante del sillón. Se sentó en este y yo me senté encima de ella. Sin esperar ningún tipo de aviso junte nuestros rostros.

- Por favor- Dije, siguiéndole la broma de hace algunos segundos.

- Me vas a tener que pagar cada vez que lo digas.- Reímos a la vez. Esta vez fue más sencillo. Yo solo tenía que inclinarme un poco y ya había encontrado sus labios de nuevo.

Nuestra conexión fue tan natural que podría apostar que teníamos meses en este plan, pero solo habían unos cuantos minutos de nuestro primer beso; y nos estábamos dando un segundo. Con sus labios atrapo mi superior y dio un suave jalón. Mis manos, por instinto, buscaron su cuello y comenzaron a acariciar las raíces de su pelo, al mismo tiempo que las mejillas con los pulgares. Puso sus manos en mi cintura, apretándola deliciosamente y uniéndonos aún más. Nuestros cuerpos parecían hecho una para la otra, encajábamos simplemente perfecto. Yo juguetee y baje mis manos a su espalda agarrando su ropa. Abrí un poco mi boca, para darle paso a mi lengua, que acaricio su labio inferior, haciendo una pregunta silenciosa. Alex tardó en registrar ese hecho, y por ende, vaciló al momento de abrir su boca y dejar que nuestras lenguas se unieran lentamente. Hice el beso más apasionado. Nuestras lenguas jugaban lentamente dentro de nuestras bocas. Sus manos apretaban mi cuerpo, mientras que las mías rasgaban su espalda a través de la ropa. En un movimiento inconsciente de mi cuerpo, o tal vez sea una pequeña excusa para no avergonzarme, mi cadera se movió hacía delante, empujando contra ella. El gesto hizo que me recorriera un escalofrío por todo el cuerpo, y que se mantuviera una sensación de cosquilleo en el centro del mismo. Mi dios, la necesitaba.

Un beso que comenzó como mi experimento y mi liberación, terminó siendo mi necesidad.

Cuando nos separamos para tomar aire, junte toda mi valentía y le mordí el labio inferior con fuerza y rudeza, ella gimió y, sorprendida, se tapó la boca.

- Te estás pasando un poco, ¿No te parece?- dijo liberando su boca y dejandome ver la sonrisa que aplastaba cualquier pensamiento lógico que intentase tener.

- Sí, pero, ¿Por qué no?- dije soltando su espalda y entrelazando nuestras manos. Su pulgar acariciando mis manos hizo que miles de sensaciones volasen fuera de mi cuerpo.

- Si quieres tener sexo conmigo al menos tengamos una cita formal, no comer pasta mientras vemos Wall-e.- Dijo apretando fuertemente mis manos- ¿Qué te parece?

She Is My Everything.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora