Capítulo 25.

13 0 0
                                    

Tomamos el camino habitual hacia la casa, entre bromas y risas. Lucy seguía bajo mi brazo y de vez en cuando se desternillaba de la risa, y a mi me daba alegría ver a Andrew sonreír de nuevo; pero luego recordaba el triángulo amoroso y qué lado había elegido; mi estómago se revolvía por la culpabilidad, y simplemente sabía que no podía seguir mintiendole al respecto, lo cual me dejaba con una solución; decirle hoy.

Continuamos caminando, y finalmente llegamos a la esquina donde Lucy y yo debemos separarnos. Andrew, sutilmente, sigue caminando unos metros más, dándonos algo de espacio, aún así no lo suficiente, pero hay que darle crédito de que lo intentó. Yo abrazo fuertemente a Lucy y descanso mi cabeza en su hombro, sintiendo como la rubia sostiene mi cintura entre sus suaves manos.

- ¿Irás a verme, verdad?.- Susurro a su oído.

- Ya te dije que sí.- Se aleja y toma mi cara entre sus manos.- ¿Por qué lo preguntas tanto?

- Porque siento que algo saldrá horriblemente mal hoy, y sé que posiblemente es inútil, pero no quiero que nada te pase mientras estés allá.- Murmuro con suavidad admitiendo la pesadez que sentía hace un buen rato, mientras tomaba su precioso rostro entre mis manos. Ella me mira algo confundida y yo suspiro algo trastornada por sentirme como una lunática, pero no podía seguir ignorando esa sensación.- Inútil porqué si yo siento que algo pasará posiblemente te incluya en el paquete.- Complemento, y le acaricio las mejillas naturalmente rosadas con los pulgares.

- No pasará nada malo Alex. Estaré bien y mientras tú no te dejes golpear mucho, estarás bien también.- Responde a mi divagación, y sus manos se deslizan por mi hombros, simulando un ligero masaje.

- No tengo pensado pelear, pero posiblemente mi padre me obligue a hacerlo.- Admito arrugando la cara y ella me sonríe con dulzura.

- Si tú no quieres pelear, no debes hacerlo.- Murmura encogiéndose de hombros.

- Ojalá fuera tan fácil como suena.- Contesto para luego soltar una carcajada amarga.- Para no pelear tendría que estar agonizando, a punto de morir.- La rubia me mira con tristeza y compasión al notar que no estoy jugando a pesar de haber exagerado un poco.

Me da un suave beso intentando hacer que olvide todo, y yo le correspondo el cariño. Nuestros labios al chocar me erizaron la piel, y transportaron mi cuerpo a otra galaxia bastante lejana de mis problemas en el dojo y mis preocupaciones; por unos minutos demasiados cortos para mi gusto, sólo fuimos ella y yo. Me separo y junto nuestras frentes con delicadeza, simplemente oyendo su respiración levemente alterada. Algo en la lejanía llama mi atención y veo que detrás de la rubia estaba Andrew señalando su reloj de muñeca. Yo levanto un dedo a su dirección simbolizando "un segundo más". Coloco mi cara frente de Lucy, casi ocultándome detrás de su figura.

- Oye, estaba pensando contarle a Andrew sobre lo que está pasando. ¿Lo apruebas?.- Pregunto en el susurro más bajo que pudiera salir de mi garganta, ella me dedica una deslumbrante sonrisa y yo vuelvo a sentir aquellas mariposas rebeldes en mi vientre al ver esos ojos miel algo orgullosos por mi decisión. Me da un gran y prolongado beso que me hizo perder el hilo de mis pensamientos para solo concentrarme en aquella sublime mujer que acariciaba mi boca con la suya con soltura y devoción. Me quedo alucinando por unos segundos y solamente el sonido de su melodiosa risa me hizo volver a la tierra en ese momento. Yo le sonrio mientras mis mejillas se tornaban algo rojas.- Creo que no hay problema entonces.- Murmuro soltando una risa tímida.

- Sabía que no podrías soportarlo; claro que puedes.- Concide hablando en una voz tan baja como la mía y dándome otra espectacular sonrisa con sus dientes perfectos. Yo le doy un beso, sin poder contener toda mi emoción y es su turno de sentirse abrumada. Andrew comienza a pisotear el pavimento de una manera sonora, ansioso a que terminemos.

She Is My Everything.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora