Capitulo 13

5 2 0
                                    

En verdad tenía muchas ganas de algún día ver Francia. Pero ahora mismo no quiero estar aquí, quería verla con Trevor en alguna de nuestras vacaciones, pero no con Brett estando secuestrada. Llevábamos aquí tres días y me había llevado a ver la Torre Eiffel, y ni siquiera la vi con buenos ojos. La vi como una cárcel. Como un infierno. Echaba de menos a mi gente, a mi chico que ni me quiero imaginar como estará cuando llevo  casi cuatro días sin aparecer. Como echo de menos su olor. Estábamos tan bien... y ahora no puedo disfrutar de él ni con él por que estoy lejos. Solo quiero cerrar los ojos y al abrirlos ver su sonrisa, sus ojos color chocolate, su pelo revuelto y moreno cuando se levanta por las mañanas. Inhalar su aroma, hacer el amor con él, que me abrace y que me bese... dios lo que daría por estar con él ahora mismo. Pero cuando abro los ojos una fría realidad me golpea la cara y el pecho, y esa es que estoy en Francia secuestrada por un puto psicópata, encerrada en un hotel y que para poco mató a la madre de su hija, que me tiene amenazada con matarlos a todos. Pero es bastante listo, dejándome en una habitación aislada, que no tiene ni teléfono ni servicio de habitaciones, encerrada por que la llave la tiene el y para colmo, que la única salida es un balcón a 7 plantas del suelo.

Una pregunta me ronda por la cabeza, ¿Que ha pasado con Judith?

La puerta de la habitación de hotel se abre, dejándome ver a Brett que entra con una bolsa con comida dentro. Estos días apenas he probado bocado, pero la verdad es que hoy me moría de hambre. Así que una vez la comida estaba en la mesa, me senté en silencio y empecé a comer. Pero la pregunta de antes me seguía comiendo la cabeza, necesitaba saber que había pasado con ella.

-Brett.. - cuando he llamado su atención le digo - ¿Que ha pasado con Judith?

-Ella está bien, se quedará con Sophie una temporada hasta que se pueda venir con nosotros.

Resoplé con un poco de tranquilidad, al menos ella esta a salvo.

-Menos mal, al menos esta con un familiar.

-Sophie en realidad no es mi hermana - dijo con la boca llena de comida - era una mujer que necesitaba dinero y yo necesitaba alguien que le diera igual el como si se sacaba unos miles de euros cada mes.

Deje de comer inmediatamente, jugar con los sentimientos de tu propia hija ya es el colmo. 

-Come, te estas quedando en los huesos, va - dijo con tono autoritario.

Después de que él se echara la siesta encerrado en le cuarto para que no le robara las llaves mientras dormía y yo simplemente miraba por la ventana, entró al salón en calzoncillos.

-Vamos a pasar un buen rato, ¿Te parece cariño? Quítate la ropa.

Yo lo miré con los ojos abiertos y le negué.

-Que te quites la ropa, Lauren.

-No pienso follar con un loco de mierda. - dije medio asustada.

-¿Que quieres? ¿Que los mate a todos ya? - negué con la cabeza. - Pues quítate la ropa.

Con lágrimas escociéndome los ojos empecé a desvestirme poco a poco, hasta quedar completamente desnuda delante de él. Se quitó los boxers y admito que tiene buen cuerpo, pero ahora mismo solo me daba asco, repulsión y grima. No quería que me tocara, pero no tardo nada en lanzarme en el sofá y empezar a follarme a lo bestia. Ni siquiera lo estaba disfrutando, solo se oían sus gemidos, en cambio yo, lloraba en silencio. Deseando que acabara ya de una vez por todas.


Por la noche después de cenar, pusimos un poco las noticias. Al rato, me sorprendí ver la siguiente noticia que anunciaban.

''Muchacha de 20 años desaparecida en Londres''

La mandíbula de Brett se apretó tanto que parecía que en cualquier momento se rompería los dientes. Yo en cambio seguí atenta a lo que decían.

''Desapareció hace cuatro días. El último lugar donde fue vista ha sido en las cuadras Cherry Creek de Londres. Piensan que puede estar desaparecida o secuestrada ya que varias horas después apareció su caballo asustado y ensillado. Se ruega que se contacte con la policía si la ven,  su nombre es Lauren Thomas''

Brett apagó la tele antes de que dieran mas detalles o saliera alguien de mi familia o amigos hablando. Empezó a dar vueltas y se me ocurrió intentar convencerlo de que me dejara volver a casa.

-Brett, por favor.. déjame volver a casa, necesito a mis padres, a mis amigos y a Trev...

-¡NO DIGAS SU PUTO NOMBRE! - Acto seguido me abofeteó la cara mandándome al suelo de la fuerza bruta que ha utilizado. Estaba rojo de la ira y yo solo podía mirarlo mientras sentía como palpitaba mi mejilla izquierda bajo mi mano - No te va a tener nadie. Tu y yo mañana nos vamos así que haz tu puta maleta.

PrisonerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora