Capitulo 15

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                                                                            ~1 Mes mas tarde...~


Era una mujer casada con el mismísimo diablo. Ha pasado un mes y todavía no he recibido nada ni ha venido nadie a buscarme. ¿Es que no la ha recibido? ¿Es que habrá pasado algo? ¿Me habrán pillado? Lo último lo dudo.. quiero decir, Brett sigue igual de contento como cuando empecé a ser mas una ''novia de verdad'' con él.

No sabía si rendirme ya, La verdad es que ahora tengo la cabeza saturada. 

Estábamos el y yo en el salón por que había dicho de ver el vídeo montaje de nuestra pequeña boda, ya que había contratado a unos fotógrafos para el día ''tan especial''. Respecto a mi aspecto, seguía siendo rubia, pero esta vez el pelo lo dejaba crecer. Por lo demás, las lentillas y las gafas seguían intactas. No tenía comunicación con nadie, salvo con algunas de mis vecinas jóvenes que pasaban por enfrente de la casa cada vez que me veían en el huerto. Llevaba 4 meses aquí secuestrada y aun así, tenía un par de amiguitas. Al menos conseguían que no me sintiera tan sola.

Cuando acabamos de ver el vídeo, Brett empieza a comentarme cosas de diversos temas hasta que oigo algo. Una música angelical que se acercaba rápidamente y con fuerza y se dejaba caer en el jardín multiplicado por siete coches patrulla y dos más de la policía Nacional de Londres.

Brett se asomó rápidamente en la ventana. 

-¡MIERDA, ¿COMO COÑO NOS HAN ENCONTRADO?!

Furioso, se fue para la cocina cerrando la casa a su paso y yo me asomé a la ventana viendo mi salvación. Pero lo mejor no fue ver a los policías, no... Fue ver a un muchacho moreno. El hermoso muchacho que me tiene enamorada estaba aquí. Trevor había venido a por mi. Había recibido mi carta de auxilio.

-¡Trevor! - grité a través de la ventana.

Entonces sus ojos conectaron con los míos, esos ojos que tanto echaba de menos. Sonreí con lágrimas en los ojos, pero rápidamente esa sonrisa se fue al sentir como un brazo me cogía por el cuello y un arma se posaba sobre mi sien.

-¡Vamos sube!

Me llevó a rastras escaleras arriba y nos encerró en el cuarto principal. Me soltó bruscamente tirándome al suelo. Empezó a caminar de un lado para el otro hasta que me volvió a apuntar con el arma.

-¡Que coño has hecho zorra!

-¡Nada, te lo juro Brett! - dije llorando

-¡NO ME MIENTAS ME CAGO EN LA PUTA! ¡TODAS MENTÍS! ¡DEBERÍAS MORIR POR MENTIROSA! - Cargo el arma.

-N-no lo hagas po-por favor.. - susurré.

Y oí un disparo. Cerré los ojos fuertemente sintiendo un dolor terrible en el muslo derecho. Sangraba a chorros. Quemaba horrores.

-Es mas, no serás de nadie - su sonrisa psicópata volvió a parecer - Tu y yo nena, moriremos juntos. 

Sacó del armario un bidón de gasolina y empezó a esparcirla por todo el cuarto. Abrió la puerta y la esparció por el pasillo y escaleras abajo. Volvió al cuarto y de su mesilla saco unas cerillas. Estaba tan absorto en sus cosas que no oía los porrazos de la puerta y como una ventana se rompía.

Encendió una cerilla y dijo antes de arrojarla al suelo.

-Arderemos en el infierno nena. 

Cuando la cerilla hizo contacto con la gasolina, en cuestión de segundos todo empezó a arder y ha echar mucho humo. Su risa resonaba por mi cabeza hasta que otro disparo hizo que se desplomara en el suelo. Un policía de aquí de Holanda me vio tendida en el suelo perdiendo bastante sangre de mi pierna. Llamo por su radio en su idioma a no se quién, pero por suerte hablaba inglés. 

-¿Estas bien? 

-Me duele mucho la pierna y me cuesta respirar. - empecé a toser como una condenada.

-Vamos a sacarte de aquí.

Me cogió en brazos y me saco con prisas de la casa. Salía muchísimo humo, hasta que no salí de esa casa no conseguía ver nada.

-¡Lauren!

Esa voz...

Esa bonita y melodiosa voz.

-Trevor... - apenas podía hablar por el humo. El policía me dejó en el suelo y se fue corriendo a buscar algo. Trevor estuvo en cuestión de segundos a mi lado, abarcando mi cara con sus manos. Como echaba de menos sus manos, su piel.

-Mi amor, dios... estaba tan preocupado... pensaba que te había perdido. - Me besó los labios y me sentí como en el cielo - mierda estas sangrando... ¡Ayuda por favor, una ambulancia!

-Estoy bien amor... ahora que estoy contigo estoy mucho mejor... - dije entre toses.

-Ya estás conmigo, ya estás a salvo - dijo con lágrimas en los ojos.

-Te amo, Trevor

-Te amo mucho mas, cariño.

Después de que el policía me hiciera un torniquete en la pierna y viniera la ambulancia, me llevaron corriendo al hospital. Yo poco a poco me sentía más y más débil, seguramente por la sangre perdida y la inhalación de tanto humo. Lo único que recuerdo, es que me metieron en un quirófano de urgencia y me anestesiaron.

PrisonerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora