Prisoner

Capitulo 17

Ya llevaba casi dos semanas ingresada, la pierna iba mejor y estaba bastante bien como para que en cuestión de pocos días me dieran el alta. Trevor no se despegaba de mi, pero yo tampoco quería que lo hiciera.

Deseaba desde hace tiempo volver a estar con él. Verle cada mañana al despertarme y que su precioso rostro fuera lo último que veía antes de dormirme. Lo anhelé tanto... que llegué a tal punto de que me iba a volver completamente loca.

Me encanta su forma de reír, su forma de mirarme, su forma de besarme, de acariciarme, de conseguir que me olvidara de todo por horas, incluso su forma de hacerme enfadar. Nunca me había encantado tanto que alguien me hiciera de rabiar para después, besarme con tanta pasión que incluso conseguía que me desorientara. Por que todo de mi, amaba todo de él. Cuando se enfadaba, cuando dormía, cuando comía para ser mas precisa. Todo. Todas sis facetas me enamoraban. Nunca había sentido algo tan intenso, tan fuerte.

-Trevor necesito comentarte algo.

Apartó la mirada de su teléfono para otorgarme toda su atención mientras me agarraba y acariciaba la mano.

-Soy todo oídos, amor.

-Yo... - no era fácil de decirlo - me quede embarazada de Brett... pero aborté.

Él se quedó mirándome en estado de shock.

-¡¿Follasteis?! - dijo cabreado. Su estado de ánimo cambió por completo.

-Yo no diría follar... - agaché mi cabeza, intentando borrar todas aquellas asquerosas imágenes de mi mente.

-¿Entonces? - lo miré con una mirada neutra y triste al mismo tiempo, arqueo sus cejas y abrió la boca, acercándose un poco mas a mí- ¿Él... te violó?

Asentí la cabeza, tenía ganas de llorar por que, aun que sabía que no era culpa mía todo por lo que pasé, sentía como si lo hubiera traicionado.

-lo siento... - se me quebró la voz. No sabía que iba a pasar ahora. Se que estos 4 meses fueron duros para él por lo poco que me contó ya que decidimos mejor olvidar el tema, ya que por fin estábamos juntos. Pero no podía guardarle ese secreto, por que aun que no quiera, quedarme embarazada fue algo bastante fuerte como para escondérselo a alguien tan tan tan importante para mi.

Sin esperármelo, él me abrazó. Me abrazó tan fuerte, de forma que me transmitía que él iba a estar ahí pasara lo que pasara, que me arranqué a llorar solo para eliminar este peso que sentía por dentro.

-No fue culpa tuya, cariño. – se separó de mi y me miró a los ojos. - si pudiera revivirlo, lo mataría de nuevo con mis propias manos solo por lo que te hizo. Por lo que nos hizo a ambos. Pero sobretodo por el calvario que te hizo pasar. Pero recuerda que eso, ya está en el pasado, ahora y siempre hemos sido tu y yo. Desde ese bendito momento en que Seth nos presentó, algo dentro de mí sabía que eras mía. Que no te iba a poder sacar de mi mente. Y no pienso permitir que esto lo haga.

Reí mientras sorbía por mi nariz y lo agarre de la nuca para acercarlo a mi. Le besé con tantas ganas, unas que tenía retenidas que no quería que nunca se acabara. Me correspondía el beso con las mismas ganas que las mías. Una mezcla de pasión, amor, extrañeza del uno por el otro, que no fuimos capaces de separarnos ni para coger aire. Pero tocaron la puerta, así que nos separamos solo por eso, ¿que si no? Estaría besándolo por horas.

-Buenos días- saludó el que era mi doctor aquí en Holanda.

-Buenos días doctor - dijimos ambos con la voz entrecortada.

-¿llego en mal momento? - sonrió dándose cuenta de ma situación.

-No tranquilo, solo estábamos aclarando unos asuntos - dijo Trevor mirándome pícaro.

-Bueno, te tengo buenas noticias Lauren. En dos días te damos el alta y podrás coger un avión para volver a casa.

-¿Enserio doctor? – dije con una notable sonrisa en mi cara.

-Totalmente - sonrió. Trevor y yo nos fundimos en un abrazo para celebrarlo y me dio un corto beso. – Pero vas a tener que hacerte revisiones de la pierna, ¿Esta bien?

-Me encargaré de que vaya, Doctor, muchísimas gracias por todo - contestó Trevor entusiasmado.

Una vez abandonó la habitación, llamamos a todos para comunicarles la buena noticia. Seth y Noah quisieron organizar una fiesta de bienvenida, y tres días después retomarían su luna de miel, que por todo el altercado tuvieron que cancelar nada mas empezarla. Papá elegiría el lugar y pondría el dinero. Mamá y Aria viajarían hasta Londres. Todos mis seres queridos juntos, por fin podré abrazarlos. Por fin acabó de verdad todo.

-Amor volvemos a casa, juntos – dijo Trevor.

-Volvemos a casa mi vida, volvemos a casa.

Y lo besé de nuevo.