Capitulo 19

1 0 0
                                    

Lo cogí de la nuca y lo besé. Intenté transmitirle todo lo que le quería y lo había echado de menos. El beso se volvió mas intenso, tanto que las piernas empezaban a temblarme como cuando lo hicimos por primera vez. Cuando nos convertimos en una sola piel, en un solo cuerpo. Cada vez que estaba con él, todo era como si desapareciera. Estaba tan enamorada... que a estas alturas, no sabría que sería de mi sin él.

Baje mis manos por sus definidos brazos, y poco a poco los iba subiendo desde su estómago hasta su pecho, empezando a desabrochar cada uno de sus botones de la camisa.

-Lauren, creo que no deberíamos...

-Trevor, por favor, te necesito... - lo miré a los ojos con los labios entreabiertos, respirando agitadamente. Intenté transmitirle con mi mirada que no me rechazara. Que estaba bien como para hacerlo, por que se que cuando quiere es delicado. Y mas en mi estado actual.

-Pero es que estas con la pierna vendada aún, no quiero hacerte daño... - acarició mi mejilla con su pulga, me colocó un mechón detrás de la oreja y yo aspiraba ese momento como si del último aliento se tratara.

-Por favor... - dije a escasos centímetros de su boca. Le planté un pequeño beso encima de sus labios y bajé por el cuello. Ahí se que perdió la batalla por que me besó ferozmente.

Pasé la camisa por sus brazos dejándola caer al suelo mientras el se desabrochaba el cinturón. Mi camisa voló por el salón y sin darme ni siquiera tiempo a parpadear, me cogió en brazos y me llevó a la habitación dejándome delicadamente encima de la cama.

Con sumo cuidado, paciencia y sensualidad, me fue quitando las prendas que me quedaban.  Sus pantalones y boxers se fueron a besar al suelo y pronto mis labios estaban cubiertos por los suyos. Acariciaba mi cuerpo con mera paciencia, puesto que llevábamos meses sin estar así, se tomo su tiempo para recorrer cada espacio de mi cuerpo, como si volviera a aprendérselo de nuevo.

Se colocó y poco a poco fue metiendo su polla dentro de mi, ese rico manjar que me imaginaba casi todas las noches para no quedarme completamente loca. El ritmo era lento, se notaba que no quería hacerme daño. Esta vez no fue sexo salvaje ni desenfrenado, hicimos el amor después de cuatro meses.

Esta era mi mejor medicina, sentirle dentro de mi. Era mi cura a la locura, Trevor me mantenía cuerda.

Incrementó un poco el ritmo, ambos lo sabíamos. Estábamos a nada del orgasmo. Yo, inconscientemente, empecé a tocarme para avivar mas el orgasmo que estaba por salir. Entre gemidos me corrí y al poco se corrió. Dejándonos a los dos exhaustos por este momento. Me beso lento, como solía hacer cada vez que acabábamos de tener sexo. Me miró a los ojos y sonrió, era la mejor imagen que podía retener ahora mismo en mi cerebro. Al amor de mi vida, que recién había tenido un orgasmo conmigo, sonreír como un loco.

Reí junto a él y volvimos a juntar los labios. Repitió la acción de antes de hacerlo, me colocó un mechón sudado detrás de la oreja y acarició mi mejilla, sin apartar su mirada de la mía.

-Te amo, Lauren - me susurró.

-Te amo, Trevor.   

           

                                      Fin.

PrisonerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora