Capítulo cuatro

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Llevaba más de dos horas tratando de concentrarse en los papeles que tenía en la mano, ser dueño de la mayor empresa textil de Estados Unidos era todo un fastidio para él, estaba aburrido de sacar cuentas, quería descansar, distraerse.

Dejó los papeles sobre el escritorio y salió de su despacho, lo único bueno del trabajo era que la mayor parte del tiempo trabajaba en casa. Recordó a Penny y le entraron unas enormes ganas de verla, tomó las llaves de su auto BMW azul y salió de casa.

Al llegar al lugar al cual solía ir una vez a la semana, se bajo del auto y se acercó a la puerta, pago la entrada y se adentro en el gran burdel, ya adentro trató de buscar a Penny, pero lo que sus ojos vieron fue una figura que reconocería en cualquier lugar, se acercó hasta la chica sin poder creerlo, quería confirmarlo, quería estar seguro que no era su pequeña Amara la que estaba en aquel lugar, pero mientras más se acercaba más seguro estaba de que era ella, sus cabellos dorados, su menuda y esbelta figura, eran inconfundibles, por lo menos para él, se detuvo a dos pasos de ella antes de hablarle.

—¿Amara?— preguntó rogándole al cielo que no fuese ella, la chica se tenso visiblemente y toda esperanza se perdió.

           ***°***

Amara no podía creer que alguien ahí la reconocería, trató de relajarse antes de voltear, ya más tranquila se volteó lentamente y con precaución, al ver al joven que le acababa de hablar quedó con la boca abierta, delante de ella estaba el hermano mayor de su peor enemigo, aquellos ojos azules la miraban furiosos, se preguntó si tal vez él estaba enojado con ella.

—¿Que haces aquí?— preguntó el chico con evidente irritación en la voz.

—¿No es obvio?— dijo ella tratando de ocultar la vergüenza que sentía en aquel momento.

—Lo es, pero aún así quiero que me lo digas— repuso él apretando la mandíbula.

—Necesito el dinero, Gallagher— dijo casi suplicando para que la entendiese.

—Hay mejores maneras de conseguirlo, maneras mucho más decentes y dignas— dijo furioso, Amara sintió una punzada en el corazón, él tenía razón, pero ella lo había intentado todo, esta era su última opción.

—Creeme que lo sé — dijo firme— Maldición, lo sé, pero... necesito ese dinero, sin importar el costo.

—Mara, ¿estas lis...?— Doña Diva se quedó callada al ver al muchacho, también porque le era evidente la tensión que había entre ambos— Oh cariño, no creí que vendrías hoy— esperó una respuesta, pero al no obtenerla, añadió— ¿Vienes a por Penny?

—No— respondió seco y sin quitar la mirada de la muchacha, la que en este momento hacia un esfuerzo por no apartar la mirada y salir corriendo— ¿Es nueva?— preguntó él refiriéndose a "Mara" como la había llamado Doña Diva.

—Si es... — decía la mujer pero se detuvo al ser interrumpida.

—Bien, la quiero— dijo ahora mirando a la señora, Amara lo miró confundida, él la volvió a mirar— Si tienes cosas aquí ve a buscarlas y no te tardes.

Al escucharlo Amara miró a Doña Diva, la mujer le hizo una seña con la cabeza para que se apresurase, la muchacha se volteó y fue al camerino a por sus cosas. Cuando saco sus pertenencias se dio cuenta que le temblaban las manos, le ardían los ojos por las lágrimas que amenazaban con salir, trato de calmarse, no quería que Gallagher la viera llorar.

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Hola, el próximo lunes subiré más capítulos n.n

By: YazAguii.

Amara +18 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora