El diario de Leslie. (EDITANDO)

D i e c i o c h o

17 años. 

No sé qué fecha es, ya dejé de contar los días después desde la última vez, solo sé que la noche se hizo presente y que en cualquier momento puede entrar cualquier «niño» a «jugar » conmigo.

Sí, hace ya varios días Alex vino con una noticia, la recuerdo como si hubiese sido hace un momento: me encontraba sentada en la cama, observando por una pequeña ventana el amanecer, otra cosa no podía hacer por culpa de la cadena que mantenía mi tobillo cautivo. Esa misma mañana él cruzó por la puerta sonriendo más que de costumbre, no le pregunté nada, no me importaba en lo absoluto el motivo de su felicidad, pero él sí quiso informarme ya que era a costa mía.

Recuerdo que soltó aquellas palabras como si fuera lo más normal del mundo.

—¡Te tengo una noticia Leslie! Hoy vendrán unos amigos a jugar contigo, quiero que seas educada y te comportes, sino, ya sabes lo que pasará.

En ese momento lo poco que me quedaba se desmoronó. Alex podía jugar conmigo y lo que quiera, a él lo conocía, aunque desearía no hacerlo, pero que un completo desconocido juegue conmigo era otra cosa, una peor.

No sabía qué pensar, qué sentir o qué hacer, solo podía apagar mi mente y esperar a que esos niños terminaran de jugar para poder estar tranquila. ¡Es increíble! Antes para mí estar tranquila era que no me molestasen en la escuela o no discutir con mi padre. Ahora, estar tranquila, es que no me toquen, que no jueguen conmigo. ¡Cómo cambian las cosas! Siempre valoré lo que tuve: techo, comida, poder escribir, ver, poder educarme... siempre agradecí por ello, pero luego de escapar del psiquiátrico todo se descontroló, mi mente cambió y ahora ya no sé qué pensar. Cada noche es un niño diferente, algunos jóvenes, otros ya bastante mayores; todos tienen algo en común: disfrutaban jugar conmigo. Puedo ver en sus rostros, sus sonrisas al tener el control del juego, al ver mi rostro aguantando las ganas de vomitar. Les gustaba mi sufrimiento.

Ayuda, por favor...

-Leslie.