V e i n t e

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15/10/2010- 18 años

Ya han pasado tres días en la casa subterránea desde que Matías me dijo lo que creí era una broma ¿cómo es que existe una casa subterránea en el medio del bosque? Pero sí, es posible.

Es increíble que tenga ya dieciocho años y que por culpa de Alex haya perdido los últimos momentos de mi adolescencia.

Matías me dio un cuaderno para que escriba, ya que el diario quedó en el sótano cuando huimos de la policía. Él se está comportando muy lindo conmigo, me trata como si fuera de porcelana, como si al mínimo toque fuera a romperme.

Mis nudillos siguen doliendo mucho, el tobillo está muy feo, la infección empeora con los días, no quiero hacer algo para curarlo, tengo miedo de que con tocarlo empeore.

En este momento me encuentro sola, Matías salió hace horas a comprar comida, estoy muy preocupada ya que normalmente tarda solo una media hora.

Mi desesperación me obliga: iré a buscar a Matías, me está preocupando el no saber de él y tengo el presentimiento de que algo muy malo está pasando o va a pasar.

Diría hasta luego, pero no sé si volveré.

—Leslie.

El diario de Leslie. (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora