Capítulo 14/ Castigada

38.8K 2.5K 29
                                    

— ¿Por qué no dijiste la verdad? — dice mi padre

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


— ¿Por qué no dijiste la verdad? — dice mi padre.

Después de la cena, mis padres me interrogaron para saber la verdad y después de contarles desde el principio y el como llegue a ser la niñera del maldito perro del idiota de su dueño, pues mis padres se enojaron. Tuvimos que contarles sobre ayer. Todo, bueno omitiendo la parte dónde me emborraché, fui a la casa de Abraham y que dormí en la casa de un completo extraño y por supuesto, el hecho de que Texas me abandono.

— Yo no sabía que lo conocías, papá y la verdad no me cae muy bien — me trato de defender — Además, fue una mentira piadosa, no cause daño alguno ¿O sí? — mi padre niega.

— No lo hiciste, pero no dijiste la verdad y nos has dejado en ridículo Alexandra — ruedo los ojos — Agnelli es un arquitecto muy importante para la compañía del Señor Allen y aunque no hayas dañado mi trabajo, dañaste la cena con esas bromitas que AMBAS — nos señala a mi amiga y a mí — Hicieron durante la comida ¿Que edad tienen? ¿4? —

Ok. Acepto que lo de las bromas no haya sido lo más amable que he hecho, pero estaba enojada y muy frustrada. Abraham y su estúpida actitud me dejó enfadada, sin mencionar que quería que me volviese a besar. Esa libertad que se había tomado conmigo me gustó. Creo que el enojo que sentí era para mi.

— Fuiste muy lejos, Alexandra — habla mamá.

— ¿Ahora yo soy la mala? ¡Por favor! Si el tipo me siguió y por días no dejó de joder sobre el "rayón" que le "dí" a su auto ¡Por Dios! — hago comillas con mis dedos — El tipo ama demasiado su coche —

— Pues sea como sea, yo hablaré con él — suspiro de alivio.

— ¡Vaya! Hasta que me escuchas— digo toda contenta. Ya sabía que mi padre no iba a permitir que su nena pasará algo así.

— Hablaré con él, pero no precisamente para que te olvides de tú responsabilidad — mi sonrisa decae y me vuelvo a sentar frente a Texas — Es tu castigo Alexandra, mirá que tirarle el agua encima no es nada que se olvide fácilmente — ¡Exagerados!

— Pero si no le pasó nada — me encojo de hombros.

— ¿Cómo que nada? — mamá me mirá enojada.

— Solo fue agua... — Texas se ríe y recibe una mirada letal de mi padre.

— ¡Caliente Alexandra! ¡Estaba caliente! — me río de recordar su cara de espanto y de dolor.

— Ok, lo acepto — mi padre termina riéndose y con él las tres.

— ¡Ya! Estás castigada — hago un puchero — Seguiras trabajando para él ¿Estamos? — asiento muy a mi pesar — ¿Perdón? No te escuché —

— Dije que estamos — asiente.

— Bien, ahora vayan a dormir ya — Texas asiente y sube conmigo ai cuarto.

Mi Dulce Accidente ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora