Mi Dulce Accidente ©

Capítulo 33/ Antuan Basilli

— y cosas así — comenta Antuan — Las apuestas siempre implicaron algo estúpido o muy cruel para otras personas. No es algo de lo cual enorgullecerse y lo sé — calma su risa.

— ¿Que tipo de cosas? — pregunto interesada.

— Cosas — Abraham interrumpe a su amigo. Entrecierro los ojos.

— No es algo digno de contar, Lexie. Éramos dos estúpidos, estúpidos adolescentes — me río — Y ahora lo que cuenta es que Abraham te encontró, aunque suene muy cursi — hace una mueca de desagrado.

— ¿Por cuánto tiempo estarás aquí? — me levanto de la mesa y recojo los platos.

— Dos semanas, eso espero — sonríe — ¿Te ayudo? — niego.

— Yo lo hago. Mientras, platiquen ambos, no se han visto hace mucho tiempo — Abraham se levanta y se acerca a mi.

— Solo deja los platos, nena y acompáñanos — me toma por los hombros.

— O acompaña a este viejo cascarrabias, yo iré a dormir un rato — bosteza — ¿Misma habitación? — le pregunta a Abraham.

— La misma — Antuan asiente y sube sin decir nada más.

— Iré a dejar ésto — me voy a la cocina y dejo los platos en el lavavajillas.

Doy un pequeño saltito al sentir unos brazos rodeando mi cintura y un pecho duro dónde mi espalda reposa.

— Yo también estoy cansado — su perfume me envuelve en una calma muy buena, es bastante reconfortante.

— Ve a dormir un rato, no te preocupes por mí regreso a casa — me giro para quedar frente a frente.

— Nada de eso — acaricia mi mejilla — Todavía es temprano y no quiero que vayas a tu casa, no aún — se inclina para besarme y antes de hacerlo me dice :— Quiero tenerte en mi cama — me besa y muerde mi labio inferior.

— Mmm — acepto quedarme un rato más.

— Vamos nena — me toma en brazos y sube así conmigo hasta su habitación.