Capítulo 29/ Suya

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🚫 Advertencia 🚫

Este capítulo contiene escenas no aptas para menores de 12 años.

Leer bajo su responsabilidad.
Aunque es una novela rosa pervertida como diría Cris la amiga de Lara Jean. 😂🤗😉

Ahora sí... Prosigue con tu lectura

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Me aferro a sus brazos mientras seguimos besándonos. En un movimiento involuntario, me cuelgo de él, abrazando sus caderas con mis piernas, Abraham emite un gemido desde el fondo de su garganta como respuesta a mi acto.

- Lexie.. - dice entre besos - Creo qué... - acaricio los cabellos de su nuca, mientras sigo pérdida.

- ¿Ah? - pregunto.

- Creo que... - se separa de mi y hace que baje de él. Lo miro confundida y algo frustrada - No quiero... Yo creo que... - ruedo los ojos - Lo que quiero decir es que... Creo que debemos parar - niego - ¿No? -

- No - me voz sale muy aguda.

- Creo que sí -

- Yo... Es que yo.. - respiro profundamente - Yo si quiero - me abrazó a mi misma dirigiendome a la cama que hay aquí. Está algo polvosa, pero no me importa en estos momentos no quiero estar de pie, de hecho no puedo estar de pie, mis piernas son gelatina y mi pulso está muy acelerado.

- ¿Como? - ruedo los ojos.

- ¿Sabes que? Tienes razón. Debemos irnos - Solo se queda parado, mirándome y yo me estoy enfureciendo cada vez más. Trato de ignorarlo. Me levanto de la cama, camino hasta pasar a su lado y tomar la manta del picnic, me ha dado frío y mi chaqueta de quedó en el auto. Cuando camino rumbo a la puerta el toma mi mano y me pega a él, frente a frente y entonces veo... Sus ojos ya no son azul cielo, son más oscuros, su manzana de Adán sube y baja rápidamente, su pulso... Lo puedo escuchar por lo cerca que estoy de él, es un repiqueteo fuerte y rápido.

Pum. Pum. Pum

- ¿Ahora que? - pregunto aún enojada.

- Yo también quiero - murmura.

- ¿Irte? ¡Ah qué bien! ¡Excelente forma de celebrar! - corta mi drama al besarme de manera abrupta y posesiva, yo no puedo evitar corresponder su beso.

Coloco mis manos detrás de su nuca y entierro mis dedos sobre su suave cabello castaño, dejando caer la manta al piso. Sus manos se aferran a mi cintura, dónde acaricia y toca con total lentitud, se adentran por debajo de mi blusa. Jadeo al sentir sus manos frías sobre mi piel caliente. Acorta el beso y lo miro confundida.

- Quiero que seas mía y de nadie más - muerde la punta de mi nariz - Quiero contemplar la belleza de tu anatomía. Solo yo - muerde mi labio inferior - Mía y de nadie más - retoma mis labios.

Como respuesta doy todo de mi, en este beso. Mío... Tan solo mío.

Levanta mi blusa y la deja caer. Sus manos se pasean por mi espalda, logrando que con cada toque mi piel se enchine y yo suelte gemidos de placer. Busco ansiosa, mientras nos besamos, los botones de su camisa y comienzo a desabotonar cada uno de ellos, sin tener éxito. Abraham suelta un gruñido y deja de abrazarme para quitar su camisa.

Es un show digno de admirar, tenerlo así, frente a mi. Mis dedos pican por el deseo de pasearse sobre su piel. Mi amante me acerca de nuevo y entierra su cara sobre mi cuello, dónde besa y muerde a su antojo, mientras que yo lo toco, lo admiro y lo contempló.

Mi Dulce Accidente ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora