capitulo 15

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Capítulo 15.

Quité el gorro de esa chaqueta que niall llevaba, y le bajé la pequeña bufanda que tapaba la mitad de su boca. Le miraba fijamente a los ojos que ahora eran más rojos que verdes a causa de las lágrimas. Me iba acercando lentamente a su boca. Quería besarle de nuevo. Sé que estaba mal, pero ya había metido la pata, ¿qué más daba?

-No. – Dijo él. – No puedes. No quiero meterme más en medio. Ese chico no tiene culpa de nada de que su novia sea una mentirosa. – Añadió. – Porque a veces con un lo siento no vale. Me voy a casa.

Me quedé completamente perpleja. Miraba como la silueta de niall cruzaba la carretera mientras se colocaba de nuevo el gorro y metía sus manos en los bolsillos. Dejé caer mi cuerpo durante unos minutos en el banco, que estaba empapado. 

Ahora mi mirada iba lentamente al suelo mientras las gotas caían en el sitio donde hacía unos segundos niall estaba conmigo. ¿Por qué no podría venir ahora alguien que me ayudase a borrar todo lo que acababa de pasar en mi cabeza? Me vendría bien que despertase totalmente y que esto solo fuese un sueño. Que niall  nunca hubiera aparecido nada más que en mis sueños. 

-Oh, cariño… - La chica rubia que me entendía a la perfección parecía que había llegado en el momento justo. -¿Qué pasa? ¿Por qué lloras? – Era Perrie. Yo me levanté de aquel banco en el cual me acababa de sentar y la abracé. Simplemente con el abrazo, ella debió de saber lo que acababa de pasar.

-Vamos a mi casa, entiendo que las cosas entre niall y tú vuelven a estar mal…

Montamos en el coche. Ella había sido mi ángel de la guarda. Que ella hubiera dado conmigo fue pura casualidad. Pasaba por ahí de vuelta a casa después de un largo día en su trabajo. Perrie no tenía porque hacer todo esto, yo estaba haciendo daño a su hermano. Pero sin embargo, lo hacía. Me ayudaba, como nadie lo había hecho nunca jamás.

Pasaron un par de días. Seguía en casa de Perrie con su compañera de piso, Clara. Era una chica muy simpática, pero apenas teníamos contacto. Yo trabajaba por la mañana y ella por la tarde, así que, no mantuvimos mucha relación en esos dos días.

En cuanto a niall, no tenía ni idea de que tal estaba. Me dolía muchísimo el saber que le podía haber hecho daño, y pensaba que la mejor manera era mentirme a mí también y pensar que alejándome de la realidad sería como curaría todo mi dolor.

Con Liam había hablado  y me había confirmado que llegaría en un día y medio.  Ya le advertí que le tenía que contar algo. Algo importante. Estaba decidida a contarle todo y estaba decidida a dejar esta relación. Perrie también me dijo que me podía traer a Liam a su casa los días que él estuviese aquí.

~

Salía del trabajo. Eran las 4 de la tarde e iba camino a coger el tren que me dejaba cerca de la casa de Perrie. Pero pensé que lo mejor sería ir a casa a por mis cosas, ya que esos dos días estuve con ropa de Perrie todo el rato. Y así lo hice. Bajé en la estación más cercana a el apartamento de niall y caminé por la misma calle que paseé el primer día que pisaba tierras inglesas con niall. Las luces de Navidad adornaban la gran calle y la gente estaba ilusionada a causa del espíritu navideño. Y de nuevo estaba ahí, delante del portal, apunto de subir esas escaleras. Mi vida de nuevo correría el riesgo de un cambio. Subí aquellas escaleras y entré al portal. Ahí estaba Charlie, el portero. Como siempre, intercambiamos una sonrisa ambos en símbolo de saludo. Subí al ascensor y llegué al rellano del tercer piso. Temblando, saqué mis llaves del bolso y las encajé. Abrí y inspeccioné con la primera mirada todo el salón. No había nadie. Giré la esquina y ahí estaba él. Sentado en la mesita donde comíamos, mirando la televisión con un aspecto totalmente desganado.

Appeared (Niall y tu )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora