Habían pasado siete meses desde que niall y yo nos casamos. Ese día fue el más extraño de toda mi vida, pero también el más feliz. niall me había hecho feliz todos y cada uno de los días. Me había sacado sonrisas y me había demostrado que se podía tocar el cielo con la yema de los dedos sin siquiera despegar los pies de la tierra.
Volvimos a Londres después de pasar unas semanas en España con mis padres. Nuestra vida juntos era vivir en aquella magnífica ciudad. Poco tiempo después, harry se puso en contacto conmigo y recuperé mi anterior trabajo.
En cuanto a Liam… no supe mucho de él después de ese día. No quise contactarle y él tampoco intentó mucho por hacerlo. Ninguno nos comportamos bien y pensaba que nuestra relación se deterioró demasiado con todos los daños que nos habíamos hecho ambos como para intentar hablarlo. Lo único de lo que me enteré gracias a mi amiga Eva, fue que se estaba viendo con una chica después de aquel día. Sinceramente, me alegré mucho, él también merecía ser feliz fuese con quien fuese.
En la actualidad no me hacía falta tampoco un Liam Payne en mi vida. Me dolía admitirlo, viví muchísimas cosas buenas con él, pero, ahora ese hombre no tenía ningún sitio en mi vida.
-¿Está lista ya la señorita? – niall golpeó la puerta de la habitación y se adentró diciendo esa frase.
-Cinco minutos. – Le dije sonriéndole.
-Bien, esperaré en el sofá. – Dijo
-No exageres, sabes que tardo poco.
-Estás preciosa. – Me dijo con una sonrisa en la cara mientras yo luchaba con mi pendiente para que encajase en mi oído.
-Gracias, cariño.
niall se acercó a mí y me cogió por la cintura mientras me miraba a través del espejo. Acariciaba mi tripa. Estaba orgulloso, al igual que yo.
-Estoy dispuesto a hacer todo lo que sea para que seas la persona más feliz del mundo. – Me susurró al oído.
-Lo has hecho siempre, y lo sigues haciendo. – Me giré y le besé.
Sí. Podía decirlo incluso asegurarlo. Era la persona más feliz del mundo. Y mi felicidad tenía nombre y apellido: niall horan.
Salimos de nuestra nueva casa. Nos habíamos cambiado por un chalet que había en venta a algunos metros de la casa de Perrie, el apartamento se lo quedaron Louis y ele.
Ahora andábamos camino a casa de Perrie. Ese tremendo frío que quebraba a cualquier ser humano los huesos, se sentía. Era Navidad y pasaríamos la noche con Zayn, Perrie y el pequeño. Había nacido su hijo hacía algo más de un mes. james. Así se llamaba. Igual que su tío. Igual que niall.
Llegamos a la casa de Perrie y llamamos al timbre. niall me ensanchó la mano y aún no me acostumbraba a no tenerme que esconder de nadie y no tenerme que arrepentirme de nada. Ahora era a él a quien se la debía de dar, y era a él a quien quería darle la mano todos los días de mi vida.
Tobie de nuevo se volvía loco y solo sabía ladrar. Zayn, salió, y menos mal. Hacía un frío tremendo. Diciembre, frío Diciembre.
Mientras se acercaba Zayn me acordaba de la vez que besé a niall en esas escaleras por donde estaba bajando en ese momento. Ese día me arriesgué a perderlo todo, a perder a Liam, pero, ¿qué sería de la vida si no se cometiesen locuras semejantes?
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Appeared (Niall y tu )
FanfictionMe mudé a Londres dejando a mi familia y mi novio en España para buscar trabajo. Sólo buscar trabajo. Lo que no sabría es que esa ciudad pondría a alguien en mi camino: Niall , Niall Horan