Un dulce amor lesbico.

Capítulo 1.

Eran apenas las 5am y yo ya estaba con los ojos abiertos, no podía dormir, estaba preocupada. Tenía miles de exámenes y estaba realmente preocupa. Di miles de vueltas en la maldita cama pero no recobraba el sueño, así que me puse de pie y fui a la cocina por un vaso de leche fría.

Me senté a observar desde la ventana como iba amaneciendo y opté por salir a fuera, refrescaba un poco pero realmente no me importó, amaba el frío.

7:30

Me preparé para ir al instituto, y bajé rápidamente a desayunar. Allí estaba mi madre, no me llevaba bien con ella así que nos ignorábamos, aún que en el fondo no quería que estuviéramos así.

Desayune y me fui, llegue a mi instituto y encontré a mi amiga, Marga, a veces me llevaba mal con ella pero la quería.

- ¿Hey has escuchado que hay un chico nuevo por aquí?- Me miro a los ojos, sonriendo pícaramente y negué con la cabeza.
- No oí nada, ya sabes siempre soy la última de que se entera de todo.-

Me miró a los ojos y me agarraró de las manos haciéndome sentar en unas de las butacas que había en aquella aula. Empezó a muemurarme lo bonito y encantador que era aquel chico, yo en verdad no le prestaba tanta atención, no me interesaban los chicos. Y en verdad tampoco quería admirar todo aquello que ella decía de él.

Vi entrar a aquella chica, tenía una melena hermosa, color castaño. Piel blanca y alguna que otras pecas en las mejillas. Marga fue a su aula, después de contarme toda la historia. Yo estaba sentada en algún rincón, la chica me miró de reojo y se acercó a mi.

Noté como iba temblando un poco, no me importaba si se sentaba a mi lado, es más me encantaría, era tan bonita...

Llegó a sentarse a mi lado, habiendo miles de sillas vacías, supongo que no quería estar sola, o tal vez le interesaba un poco.

- Hola, soy Daniela. Puedes llamarme Dani. - Embozó una pequeña sonrisa por aquellos pequeños y dulces labios, bajé la vista hasta estos y luego la miré a los ojos, sonriendo.
- Hey, soy Emily. ¿Eres nueva? - Estaba un poco asustada yo, a la vez nerviosa, no sabía que decirla. Pero ella lo notó y rió ágilmente.

- Si, soy nueva. Acabo de mudarme de otro instituto, es más de cuidad. - Noté como sacaba un cuaderno, pero no le si importancia.