Capítulo 12 B

2.6K 350 2
                                    

Revisando la historia, noté que faltaba este cap. así que ahora lo he incluido. Siento el error.


- ¿Tenemos nueva información?.-

Byron caminó dentro del despacho de Alex, era de los pocos que podía acercarse a él sin preocuparse por su integridad física. El macho había conseguido una mala reputación al respecto, y no era inmerecida. Alexander era un mestizo cabrón, de esos que tuvo que luchar para obtener lo que tenía. Y conseguirlo sin ser un pura sangre, solo podía hacerse siendo aún más despiadado que los propios vampiros elitistas. Se había labrado un camino con una empresa de seguridad, centrada en proteger a humanos con dinero y poder. Había sabido aprovechar sus contactos, y ahora era una persona muy poderosa en su mundo. Se había convertido en el mestizo que supo sacarle partido a su condición, y a la de sus congéneres. Entre los mestizos, él era más que un referente, y eso le hacía ser peligroso a ojos de un pura sangre, demasiada riqueza y poder en manos de un mestizo, de una escoria de segunda.

- El viejo era un paranoico con su seguridad, pero era aún más elitista.-

- Seguridad humana, puedo deducir.-

- Sí, su personal es enteramente humano.-

- Entonces sólo nos queda pensar que fue un raza el que se llevó por delante al viejo.-

- Mis indagaciones me llevan a pensar que fue así, pero a partir de ahí, todo se complica.-

- El motivo no es difícil de adivinar, sólo hay tres cosas que muevan a un vampiro, poder, dinero o egoísmo. ¿Sabemos quién querría acabar con él?.-

- ¿A parte de ti?. Media ciudad. Todos quieren lo que él tenía, su posición, y no olvidemos los secretos.-

- Sí, eso es lo que más me inquieta. La vida de un miembro de la raza es larga, da para acumular demasiados secretos.-

- Quitando esto último, si el motivo de matarlo era conseguir algo de lo que tenía...-

- Sí, lo sé. Ahora el objetivo seré yo. Fue una sorpresa que me legara todo, y creo que no solo para mi.-

- Por lo que he conseguido averiguar, nadie sospechaba siquiera que tuviese un hijo, y mucho menos que le dejara todo.-

- Bien, en ese caso, nos deja en una situación complicada.-

- Me he encargado de la seguridad.-

- Quiero a mi equipo aquí, encárgate de equipar el dúplex, quiero todo cubierto para ayer.-

- Ya está casi todo en marcha, solo me queda colocar algunos sensores. Con respecto al equipo...-

- Sí, lo sé, me estoy encargando de ello.-

- Tendrás que decírselo. Lleva tu marca y ni siquiera lo sabe.-

- Cuando llegue el momento.-

El timbre del dúplex sonó, y ambos machos extendieron sus sentidos para identificar a la visita antes de que las puertas se abrieran.

- ¿Una humana?. –

- Veré que quiere. Si ha llegado hasta aquí, es que el portero la conoce y suele venir con frecuencia.-

- Habrá que revisar la lista de personas con acceso y hacer algunas modificaciones.-

- Me pongo a ello.-

Byron caminó con rapidez, llegando a la puerta casi en el momento en el que la joven mujer entraba en el lugar. No se detuvo en seco por que la hubiese reconocido, sino por su olor. No era tan intenso y embriagador como el de Mira, pero, definitivamente, a Byron le gustó, y mucho. El maldito viejo tenía un gusto exquisito. Su aguda visión reconoció las marcas en el cuello de la muchacha. Imperceptibles para un humano, pero reconocibles para un miembro de la raza como él, adiestrado en reconocer cada pequeño detalle. El olor de Leopold casi era inexistente sobre ella, pero aún podía percibirlo. Aquella sonrosada muchacha era una de sus donantes, y por lo que le decían todas las pistas, era recurrente.

Soy suya, su "Trufa Blanca" (En pausa, esperando inspiración)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora