The dead is alive!

"Una fiesta para recordar"

–Vamos, Matt... será divertido.

–¿Tu crees, Dave?

Él solo agarró a Matt y lo llevó a su salón, donde todos estaban ubicando las mesas y la comida, otros decorando las paredes y colocando las luces. Dos jóvenes trajeron un par de parlantes y una mesa de DJ. Todo se estaba armando, las mujeres maquillándose en un rincón del salón y otros trayendo vasos y servicios.

–¡Wow!– Dijo Lane– Ahí está ella...

Apuntaba a Jennifer, el chico se había perdido en su pelo castaño y sus ojos verdes, su ropa era muy a la moda, tenía una blusa color calipso y unos pantalones ajustados, los cuales debían marcar su "enorme" trasero. Lane solo se emocionó.

–Pues... será mejor que hables con ella.

–¿De que hablas, Dave?

–Si te conociera mejor, lo más probable le atraigas, amigo.

–Bueno, yo opino que no le hables y esperes a la noche, recién son las 5 y está atardeciendo, ella... conociéndola, se embriagará, aprovecha eso.

–¿Desde cuando eres un psicólogo sexual, Matt? – Dijo Dave en Tono de broma, el cual provocó que Lane estallara en risa y llenara sus ojos de lágrimas.

De pronto el reloj de Matt marcó las 7 en punto... el cielo se tornó azul muy oscuro, la pálida luna iluminaba débilmente, en el patio de la escuela no había ningún alma viviente. Unas chicas empezaron a fumar, Matt no toleró el olor y salió a tomar aire.

Mientras salía escuchaba los otros salones y su música, a él, personalmente, no le gustaba la música pop y actual, Matt era un chico muy diferente a los demás, le gustaba el Rock&Roll. Su estilo de música lo hacía diferente, no tenía muchos amigos. Dave y Lane eran sólo amigos de juntarse y reírse. Pero en realidad no los veía como amigos del alma. Su salón estaba ubicado en el tercer piso de un gran edificio, se apoyó en un balcón y con su vaso de bebida en la mano comenzó a tararear una canción de "The Rolling Stones".

"Ohh, Angie don't you wish, all your kisses still taste sweet..."

–¿Y para quién es esa canción?

Matt volteó rápidamente y vio a una adolescente de su misma edad con una lata de cerveza en su mano.

–Sé inglés y sé lo que significa la letra de esa canción... Me llamo Lilly.

–Matt, me llamo Matt, y... ¿Qué haces aquí afuera tan sola? –Respondió nervioso el chico.

–La verdad, me sentía un poco mareada y pensé que no vendría mal un poco de aire.

Ambos se perdieron en una conversación donde contaban sus gustos y cualidades. Ambos se reían de vez en cuando y se daban consejos.

Matt sólo evitaba mirarla, la encontró bastante linda, el sólo hecho de pensar que si se enamoraba bajaría sus calificaciones hizo que Matt dejara de sentir interés por Lilly.  Pero ella estaba inmóvil hablando con él, no bebía de su alcohol y veía a Matt muy extrañada.

–¿Quieres? – le dijo mostrándole la lata de cerveza.

–No sé, es un poco peligroso... es adictivo.

–Ay, solo un sorbo...

Matt no sabía que hacer, lo pensó por unos breves segundos y sin decir otra palabra llevó todo el líquido a su boca y tragó, el gusto era amargo, pero tolerable.
Lilly miró al joven impresionada, jamás había visto a alguien tomar todo una lata de cerveza "al seco", como decían en su familia.

–Bueno, me llaman... fue un gusto hablar contigo. Espero volverte a ver después de la fiesta. – le sonrío, se acercó demasiado para ser una amiga.

Ella se acercó y Matt sintió su respiración cerca hasta que finalmente  lo besó en la mejilla, claro que el chico quedó decepcionado por el beso, ya que fue en la mejilla. Sin embargo sintió que su nueva amiga era increíble.

Se sintió mareado, quizá la cerveza lo había embriagado un poco, sin pensarlo volvió a la fiesta y bebió cerveza junto con Dave y Lane. Estos lo miraron muy raro, era la primera vez que veían a su amigo más tímido y "santo" beber alcohol de esa manera. Todos saltaban al son de la música del DJ haciendo su trabajo, muy buen trabajo.

–Oye, Matt, estás demente. –Se reía Lane.

–¡Tu solo disfruta, Matt!

Todo iba bien, a oscuras en el salón, Lane había sacado a bailar a Jennifer, la cual estaba ebria y drogada. Las luces apuntaban a todas las direcciones. La música estaba a todo volumen y Matt se había perdido en toda la fiesta. Todos saltando y Matt estaba desorientado. Gritaba el nombre de sus amigos. Mareado y perdido no supo más que hacer y se quedó parado.

Repentinamente algo pasó y nadie se dio cuenta, y es que una joven gritó muy fuerte, pero la música neutralizó el grito. La joven estaba siendo mordida por un compañero, quizá era su compañero de baile. Todo se volvió rojo, los adolescentes se mancharon con sangre, pero entre el alcohol y las drogas, ignoraron todo.

Sin embargo Matt si sintió el grito y vio como la joven yacía en el piso con una herida en su cuello, botando sangre mientras la pisaban. Cuando más gritos de oyeron, Matt se preocupó y salió del salón, le tomó más de diez minutos, ya que cada vez que salía del montón a buscar la salida regresaba a donde mismo.

Cuando por fin logró salir se dijo a si mismo.

–No estoy tan mareado.

En ese momento le dieron ganas de orinar, la higiene no le pasó por la cabeza a Matt y se desahogó en una esquina del pasillo, había un vaso vacío en el suelo. Todos los salones emitían una música muy fuerte. En ese momento supo que si que estaba mareado y ebrio, trató de bajar las escaleras, y lo logró. Pero al bajar al primer piso, creyendo que le quedaba otro piso más, bajó al subterráneo. Cuando de repente, se pisa el cordón de su zapato desabrochado.

Matt cae y empieza a rodar por las escaleras. Cae debajo de un montón de mesas y sillas que lo cubrían. Con mucho dolor pero sin ninguna herida profunda, no pudo hacer nada para evitar que desmayara y dormirse como un tronco. No le importaba lo que pasaba a su alrededor, pero antes caer inconsciente, pensó en la joven y el chico que la mordía... no podía ser Lane. No podía... ser... Lane.

Matt se desmayó y se quedó debajo del montón de mesas y sillas. Eran eso de las 2 de la mañana.

En el próximo capítulo:
–Oye amigo, ¿Sabes lo qué pasa con el agua?
*
–¿Como te llamas? – Preguntó el chico.
– Matt... me llamo Matt.