"Cambio de ubicación"

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– Y... ¿A dónde nos dirigimos ahora? – Pregunta Helen, quien estaba tomada de la mano con Harry.

– Pues buscaremos un lugar donde sea seguro quedarnos, quizá después volveremos al gimnasio – Respondió Matt.

– Pues yo opino que debamos ir a algún salón – Dijo Lane.

–  Podemos ir a la sala de profesores – Opinó Keyla.

Lane se preocupó, pues él no quería volver a aquel lugar. Se sentía desganado y cansado con solo escuchar sobre ese salón. Keyla notó eso y le preguntó.

– ¿Pasa algo?

– No... – Respondió Lane

– Yo sé que si, vamos... dime. – Dijo con cara coqueta Keyla.

– Está bien, pero cuando lleguemos te cuento.

El grupo seguía caminando por el pasillo y llegaron a la sala de profesores. Era de día, el reloj de Matt marcaba las once y media. Empezaba a hacer frío, pero en menores cantidades, ya que estaba empezando diciembre. El camino se hacía eterno para Lane, quien no quería estar en esa sala.

Al entrar vieron la sala tal como había estado cuando Lane se fue. Las mesas estaban formando un cuadrado y había un gran sillón, también unos casilleros. Lane se acordó de los casilleros, estos contenían los objetos personales de sus antiguos amigos. Rin se acercó a Matt, y este, al verla tiritar, le dio su abrigo amablemente. A lo que ella agradeció y le sonrió. Harry movió las mesas para dejar espacio para las carpas.

– Entonces... ¿Por qué nos mudamos?

– Está empezando a hacer frío, y el gimnasio es muy amplio, además le faltan los cristales a algunas ventanas. Se haría difícil mantener el ambiente templado – Respondió Matt

– Y por eso nos cambiamos a un lugar más pequeño, es más fácil de calentar – Agregó Rin.

– Lo decidimos ambos– Dijeron los dos al unísono.

Helen, Harry, Keyla y Lane quedaron boquiabiertos por el ingenio de la pareja.

– Bueno, armemos las carpas, Rin... ¿Me ayudas con la nuestra? – Preguntó Matt

– Claro.

Y el grupo empezó a armar las tiendas. Lane dormiría en el sofá, mientras que Keyla dormiría en su tienda personal, las parejas dormirían en carpas grandes ubicadas en los extremos. Lane seguía pensando en los casilleros. Y, finalmente, los abrió. Le avisó a Matt sobre las cosas que habían ahí. Entre tantas, se encontraban municiones y comida, útil para la supervivencia del grupo.

Rin se había acostado ya, estaba cansada... y Matt se puso a su lado, empezaron a conversar sobre el día antes de la catástrofe, en la fiesta. Ella hablaba sobre un chico que había conocido en plena fiesta, afuera de su salón.

Claro que Matt estaba completamente lleno de celos, lo invadían los pensamientos. Nadie podía tocar a Rin, su más querida amiga. Era de él y solo de él, hasta que se dio cuenta de lo que estaba pensando, ¿Por qué será que está pensando en eso?

Luego, Matt se acordó de la misma chica con la cual había hablado afuera de los salones, también en plena fiesta. Le mencionó sobre Lilly, aquella bonita joven de la cual se enamoró en ese día.

Rin estaba que estallaba en celos, no quería que nadie tocara a Matt, pues es su más preciado amigo. Era de ella y sólo de ella. Se hizo la misma pregunta. Ignoró el hecho de esa tal "Lilly", y siguieron conversando. Cuando miraron afuera por la ventana, se dieron cuenta que había ya anochecido.

– ¿Por qué siempre que conversamos se pasa el tiempo volando? – Preguntó Rin, apenada.

– Es que me encanta hablar contigo– Respondió Sonriente Matt.

En eso Rin lo abrazó, y le susurró al odio que también le gustaba estar con él. Los dos estuvieron abrazados hasta acostarse de nuevo. Ambos se dieron vuelta, mirándose. Y Matt miró aquellos ojos cafés que tanto le gustaba ver. Rin miró aquellos ojos verdes que la volvían loca. Y separaron las miradas, no sin antes desearse buenas noches. Se dieron vuelta, oponiéndose y mostrando las espaldas.

Pero Rin no estaba conforme con eso, y extendió la mano hasta encontrar la de Matt. La agarró, y Matt también la apretó. Y durmieron tomados de la mano. Ambos se sintieron bien, el calor de la mano de Matt y lo frío que estaba la de Rin, se fusionaron. Crearon solo una mano que estaba templada.


– Señor, creo que ya sé donde fueron...

– Te escucho, Fred.

– Vi en mi patrullaje, movimiento en la sala de profesores.

– ¿Estás seguro que son ellos?

– Por supuesto, señor.

Bill preparó su SCAR y despejó la garganta, y escupió en el brillante suelo. Cuando los dos que quedaban oyeron a Bill carraspear, supieron que este estaría a punto de hablar y dar una orden.

Levantaron la mirada hacia el hombre de cuarenta y se pusieron en postura de respeto, pues Bill aún creía que estaba en el ejército, y como tal, debían comportarse de ese modo.

– Iremos a la sala de profesores, y aniquilaremos a cualquiera que esté en ese salón. Pues me traicionaron.

Ambos asintieron y se pusieron rumbo a aquella sala.

Rin despertó, se volteó y vio como Matt, que seguía en la misma posición dándole la espalda, se movía. Rin se preocupó y se acercó a él y le tocó el hombro, estaba sufriendo de terribles pesadillas.

– No, no... ¡No te la lleves! – Gritaba Matt, aún en sueño profundo.
– Matt, despierta, ¡Matt!

Hasta que Rin movió violentamente su brazo y este despertó. Levantó la cabeza y vio a Rin, que estaba muy preocupada de él. Este se paró lentamente y se sentó. Aún recordaba aquel sueño, que más bien era una pesadilla horrible.

– Lo siento Rin, es que... constantemente tengo sueños muy raros.
– No importa, después me cuentas lo que sueñas y te comprenderé – Le sonrió y le beso en la mejilla.

A lo que Matt quedó shockeado, pues aquel beso se pareció al que le dio Lilly en la fiesta, no lo podía creer. Pero ignoraba la posibilidad de pensar que Rin era Lilly, debido a que Rin, conociéndola, no mentiría en decir su nombre, o al menos con esa personalidad la conocía Matt.

Ambos se levantaron y se sentaron en la mesa a desayunar.

En el próximo capítulo:

Obedeciendo, Fred cargo el rifle y apuntó a la ventana, en la sala de profesores se veía una silueta, el cristal estaba roto, por lo cual no se distinguía muy bien quién era.
*
Cuando juntaron respiraciones, sus labios empezaron a acercarse más y más, hasta ya estar casi juntos.

The dead is alive!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora