The dead is alive!

"Perfecto Escape" (FINAL)

– Luego, nos abrimos pasó por aquí y abrimos un hueco.
– Pero pueden haber caminantes.
– Los eliminamos fácilmente.

Y ahí Rin, con un lápiz rojo, marcó un trazo en el mapa. Era el camino que debían recorrer, y como tal debían hacer exactamente lo que decía el mapa para no perder nada de tiempo.

Y cuando Matt se levantó, Rin lo miró. Matt pensó un poco y luego dijo.

– Saldremos en cuarenta minutos, desarmen las carpas.

Y así el grupo empezó a desarmar las tiendas donde dormían. Matt y Rin la desarmaron en un santiamén, mientras que Helen y Harry se demoraron más debido al tamaño de la carpa. Guardaron todo en diferentes bolsos y les sobraban veinte minutos.

Matt se acercó a Rin, se puso a su lado y le susurró al oído.

– ¿Por última vez... vayamos a la sala de música?

Rin solo sonrió y asintió. Ambos salieron de la sala y se dirigieron a su destino.

Todo seguía igual, el lugar estaba oscuro. Rin trató de prender las luces, pero nada funcionaba, y entonces salieron a afuera con una guitarra y empezaron a practicar.

Y cuando ya habían pasado veinte minutos, Matt le avisó a Rin. La pareja se levantó y partió rumbo a la sala de profesores.

– Extrañaré este lugar, fue especial – Decía Rin, mientras caminaba.
– Yo también, fue un gran alivio estar aquí, estuvimos protegidos todo este tiempo.
– ¿Volveremos algún día?
– No lo sé, solo hay que esperar.

Y ahí llegaron a sala de profesores, Harry y Helen estaban ya preparados.
Todos tomaron sus bolsos, salieron y Harry se detuvo a mitad del camino.

Miró la sala y con un suspiro, cerró la puerta. Y se puso al lado de Helen, esta le tomó la mano y se fueron juntos. Mientras que Matt y Rin estaban delante de ellos.

Al llegar al hall principal, abrieron la puerta y observaron como las sillas de la sala de espera estaban completamente destrozadas. La figura religiosa de Jesús que estaba en el centro de todo, hallábase en el suelo, con parte de su cuerpo roto.

Y en la salida, una barricada hecha con sillas y mesas, apiladas desordenadamente, Matt observó la muralla que era improvisada y la tocó.

Se veía firme, sin embargo, sacar uno hará que se caigan todos.

– Hay que tener cuidado en como vamos a sacar esto – Dijo Harry.
– Estoy pensando en eso...

Y ahí Matt movió una silla de arriba y la dejo abajo, sin hacer el más mínimo ruido.

El grupo empezó a bajar todas las mesas y sillas y a dejarlas en el suelo.

Matt se subió a una mesa y luego pisó en otra. Luego saco otra silla, para luego pisar en otro lugar.

Pero desgraciadamente Matt pisó mal. Varias mesas y sillas cayeron, Matt igual. Al caer, se golpeo fuerte en el brazo, y gritó de dolor.

Rin corrió hacia él, pero observó a su derecha y donde estaba la administración de la escuela. En aquella puerta, cientos de caminantes salieron.

Todos en busca de carne humana. Y esa era la razón por la cual cerraron la escuela. No era la concentración en la sección superior, sino la que estaba en la administración.

– Rápido, por arriba –Gritó Harry.

Matt se levantó lentamente y escaló por la barricada. Alcanzó a salir por un hueco y se dejó caer, golpeándose otra vez.

Seguido de Rin y Helen, Harry fue el último en salir.

Y el grupo salió finalmente de la escuela. Vieron afuera y una pequeña plazuela se encontraba en frente de ellos, el aire y la brisa se sentía en la cara, en la cara de todos los presentes.

Y emprendieron pasó a una banca, donde dejaron los bolsos y mochilas y se tiraron en el asfalto de la calle. Y, cansados y fatigados, disfrutaban una nueva sensación, algo que los llenaba de calma... la libertad.

El hecho de ya no estar encerrados en un lugar peligroso, los dejaba totalmente relajados. El grupo se levantó, y después de media hora de descanso... partieron a un nuevo destino.

– Fue un gran escape...
– Claro que si, Harry – dijo Helen.
– ¿A donde iremos ahora?
– Tenemos que caminar hasta... encontrar algún lugar donde quedarnos – Respondió Matt.
– Sin duda... fue un Perfecto escape.

Y los cuatro se alejaron por la calle hasta adentrarse en la nada, dejaron atrás la escuela y se adentraron en algo mucho más peligroso... el mundo.