"Fé"

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– ¿Ya llegaron?
– Si, van a abrir la puerta.

La puerta se abrió y apareció Matt y Rin, se veían ambos felices. Helen comprendió que Rin había consolado a Matt, pues lo vio con una sonrisa marcada.

– ¿Cómo te sientes, Matt?
– Me siento mejor, gracias Harry.

Este le sonrió y se fue a la carpa junto con Helen. Mientras que Matt y Rin se quedaron sentados en el sillón. Pasó la hora y ya era de noche. El grupo había revisado ya todos los salones.

Rin y Matt estaban conversando, acerca de todo lo que vivieron. Sin embargo ya no tenían tema de hablar. Ya no había nada que hacer, solo sobrevivir.

– Intentemos escapar – Opinó Helen.
– ¿Será posible?
– Por supuesto, el ejército cerró la escuela por qué contenía muchos caminantes, pero ya matamos a casi todos – Explicó Rin.
– Debemos derribar la barricada de la entrada.

Después de unos minutos de hablar sobre el plan de escape, todo estaba listo. Habrían acordado vaciar toda la escuela y en tres días se irían.

– Está dicho, en tres días más nos iremos de aquí.

Y así, el grupo sentenció. Rin y Matt se encargarían de vaciar la sección superior. Mientras que Helen y Harry, la zona del subterráneo.

Pero empezarían mañana, así que se fueron a acostar, estaban cansados y fatigados. El día había sido muy agotador, muy intenso. Matt seguía extrañando a Lane. Su amigo lo había dejado para siempre, como lo había hecho Austin.

La noche transcurrió normal, todos en sus respectivas carpas, y ya empezaba a nevar, era diciembre.

Llegó la mañana, era fría, pues el paisaje se había tornado blanco, la nieve había llegado. Todo estaba nevado, desde las torres hasta el patio. Por lo cual, los protagonistas se pusieron trajes para abrigarse más. Entre chalecos y sweaters, pantalones largos y zapatillas normales.

Sin embargo para el grupo el frío era insoportable, pues aunque sea la sala muy pequeña, igual resulta difícil de mantenerla a una temperatura moderada.

En el gimnasio estaría peor, pensó Matt.

Al despertar Rin se encontraba en los brazos de Matt. Ella se salió de sus brazos fácilmente y se levantó, donde vio a Helen comer cereales.

– ¿Donde está Harry?
– Salió a buscar provisiones, ropa.
– Maldito invierno.

Matt despertó poco a poco y se levantó, al ver que Rin no estaba a su lado, salió de la carpa y vio a las dos mujeres temblando de frío. Y ahí se dio cuenta que en la carpa estaba caliente, y en la sala todo estaba helado.

Incentivo a Rin a que fuera con él a la carpa. Y esta aceptó, ambos se fueron al interior de la tienda.

En ese momento llegó Matt, traía unos sweaters y chaquetas, le dio a cada miembro una manta y un abrigo.

– Ustedes usarán más mantas, nosotros ya estamos bastante acalorados ahí adentro – Indicó Harry.
– ¿Por que será...?

Y cayó la tarde, Matt tomó su abrigo y, junto con Rin, partieron a revisar la sección superior.

En aquella sección, donde era más chico que los demás, habían árboles donde a los lados habían bancas, ahí se sentaban los jóvenes a platicar y descansar. La sección era más tranquila, no había movimiento en el patio, por lo cual, la pareja de sintió aliviada.

– ¿Por dónde empezamos? – Preguntó Rin.
– Por aquí.

Matt apuntó a un salón, este decía 3B. Entraron y se encontraron con un par de caminantes. Los mataron rápidamente y siguieron con la búsqueda, encontraron unas cuatro barritas de cereal y una botella de bebida cerrada. La colocaron en la mochila que Rin llevaba en su espalda.

Luego entraron a otra, en la que no había nada. Solo cuatro caminantes, a los cuales exterminaron. Salieron ya medio candados, pues habían subido y bajado las escaleras, las cuales eran largas.

Después subieron al tercer piso, donde había al lado de la escalera un montón de mesas apiladas, todo estaba tranquilo, sin embargo pasó algo desfavorable para la pareja.

Rin, por equivocación, se tropezó con una de las mesas, la pila cayó y provocó mucho ruido. Además de bloquear la salida.

Salieron caminantes, de todos lados. Todo el pasillo se inundó de mordedores, Matt y Rin estaban acorralados. Matt usó tres balas para matar a unos caminantes que estaban muy cerca de el. Matt y Rin retrocedieron. Y observaron que la oficina del rector estaba abierta.

Entraron rápidamente y con una silla, bloquearon la puerta, el cuarto era oscuro y helado, habían tres sillas, una estaba en el lugar del rector y las otras dos estaban delante del escritorio de este.

– No te preocupes, Rin... saldremos de esta.
– ¿De que hablas Matt? Si pasó esto por mi culpa.
– Hay que esperar – Suspiró Matt – solo... ten fé.

Y la pareja estuvo encerrada por un largo tiempo, mientras que los caminantes intentaban entrar, estaban perdidos. Si no hacían que retrocedieran, probablemente morirían ahí, no tenían provisiones ni mucha munición.

Contaban con la fé. Era la que seguía dando esperanzas a ambos. Estaban muy asustados, pues dentro de poco, los caminantes derribarían la puerta.

Solo se sentaron y esperaron su salvación.

En el próximo capítulo:

– ¿Helen?
– ¿Si, Harry?
– Estamos unidos... ¿cierto?
*
– ¡Matt, ya sé que podemos hacer!
– ¿Que tienes en mente?

Y ahí Rin le mostró la bengala.

The dead is alive!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora