"Recuerdos de una fiesta pasada"

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– ¡Rin! – Llamaba la madre.
– ¿Que pasa? – se volteó a la mitad del camino entre la entrada y el auto de su madre.
– ¿Estás segura que quieres hacerlo? Es un poco peligroso y además no te gusta esa música.
– Ay mamá... Helen va a estar ahí.
– Como quieras, adiós amor, te quiero. – Decía mientras arrancaba el auto.
–Adiós mamá, yo igual.

Marcaron las 5, Rin fue a su salón, donde estaban armando todo, se encontró con Helen. Se saludaron y pasaron adentro. Donde todos estaban poniendo parlantes y mesas con comida y bebida. También tenían alcohol escondido. Porque... carajo, es fin de año. Y fue un año difícil.

Rin solo se sentó con un vaso de bebida. Revisó su celular mientras un chico de su salón se acercaba a ella. Tenía un peinado muy raro y llevaba una camiseta roja. Sus pantalones eran blancos y traía unas zapatillas de deporte. Se sentó al lado de Rin y le habló.

– Hola, linda, por que tan apartada de la fiesta.
– ¿Acaso importa?
– Si me no me importara, no te estaría preguntando.

Me cagó, pensó Rin.

– Vine a acompañar a una amiga. Solo eso.
– ¿y no vas a bailar o comer? – Preguntó pícaramente el chico.
– No, bueno si, creo.
– Solo espero que la pases bien.
– Gracias – le sonrió.

Rin se levantó y fue a la mesa de comida. Saco unas papas fritas de corte americano y se las llevó a la boca. Y se sirvió bebida de nuevo. Helen estaba viendo el asunto del maquillaje y estaba arreglando a todas las mujeres del salón. Su celular sonó. Ella lo reviso y vio que era Helen. Le mando un mensaje:

VOY PARA ALLÁ, ESPÉRAME CON UN VASO DE BEBIDA Y UN POCO DE CERVEZA.

Entonces Rin tomó un vaso, le echó bebida hasta tres cuartos del recipiente. Luego le puso un poco de cerveza y quedó una bebida alcohólica. Y la esperó sentada afuera del salón.

A lo lejos se veía a la mujer que era su amiga, esa "zorra" que ilusionaba a todos. Sin nada se veía bien, pero con maquillaje, su cara cambiaba mucho. Se veía más atractiva y le robaba la mirada a todos los chicos del pasillo.

Me vio y apuró El Paso. Fueron al baño, donde ella saco un kit de maquillaje. Ella comenzó a maquillar a Rin. Era la primera vez que se maquillaba. Su cara cambio muchísimo. Ella misma no se conocía.

Pero bueno, que más se pudo decir. No se lo que hacen las mujeres tanto tiempo en el baño. Al salir marcaban las 7. Se dirigieron al salón y encontraron que todos estaban saltando al son de la música. Helen le dijo que saltaran. Pero Rin prefirió estar sentada a tres sillas de una pareja comiéndose a besos. Ella se sentía incómoda. Sabía que este no era su lugar. Sin embargo, todos gritaban y se comportaban como locos.

– ¡Voy a ir por más trago!
– ¡Más duro, Louis!
–¿¡Alguien ha visto mi celular!?

A Rin le empezó a doler la cabeza debido al humo falso que exhalaba una maquina. Así que decidió salir a tomar un poco de aire. Pero Helen la detuvo y le dio una lata de cerveza.

– ¡Pruébala, es muy rica!
– Está bien. – Respondió.

Ella tomó un sorbo y sintió como el sabor amargo inundaba su boca. Le anunció a Helen que saldría afuera a respirar, ya que su cabeza le dolía.

– ¡Ten cuidado! El inspector te puede ver.

Ella salió con la cerveza en la mano, destinada a tirarla por el balcón, pero escuchó una canción conocida. Alguien la estaba cantando.

"Ohh, Angie don't you wish, all your kisses still taste sweet"

En ese momento vio a un chico. Era muy llamativo, se había apartado de la fiesta también, pensó Rin.

– ¿Para quien es esa canción? – Bromeó Rin. Él se volteó. – sé inglés y se que significa esa letra de esa canción.
– ¿Tan sola? ¿Como te llamas?

Rin no quería decir su nombre real, algo le decía que no debía hacerlo.

– Lilly – Mintió.

Ambos se perdieron en la conversación. 

Ella al pensar que él era como los otros chicos, le ofreció su lata de cerveza. Pero él se negó.

– No gracias, es muy adictivo.
– ay solo un sorbo – Rin lo alentó para no desperdiciar la bebida.

Pero el chico se bebió toda la cerveza. Lo cual sorprendió a Rin. Pero escucho el grito de Helen, llamándola.

Cuando se tuvieron que despedir ella se acercó a la cara de su nuevo amigo. Se sonrojó cuando estaba a punto de darle un beso, finalmente le dio uno en la mejilla.

–Espero volver a verte, después de la fiesta – dijo Rin mientras se iba.

Todo iba normal en la fiesta, Rin estaba platicando con Helen. Hablaban de como van a irse a casa. Pasó la hora y cuando varios se estaban yendo vieron a muchos militates afuera. La fuerza armada estaba disparando.

Las personas huían como locas, se dirigían a la salida. Mientras los militares disparaban contra personas muy extrañas.

–¡Rin corre! – dijo Helen.
– ustedes dos, ¡por aquí! – indicó un militar.

Ambas corrieron hacia el militar. Pero un caminante se lanzó contra este y lo embistió. Cayendo al suelo y mordiéndolo. El soldado gritaba y la sangre saltaba. Rin y Helen decidieron meterse en el salón, cerrando la puerta y bloqueándola con sillas. Se ocultaron tras unas mesas. Como aún quedaba comida en los mesones, tendrían suministros para casi dos días. El lugar estaba oscuro y se escuchaba a los soldados gritar mientras se oían disparos de armas ruidosas de fuego. Se escuchaba también, un helicóptero y tanques.

Si, esto es serio, pensó Rin.

Las dos amigas pasaron la noche ahí. Durmieron muy poco, pues los disparos sonaban muy fuerte. La fuerza armada pasó toda la noche en el lugar.

Al despertar, Rin abrió la puerta y observó que habían menos militares que anoche. Estaban conteniendo una gran horda de caminantes, ahí Rin se dio cuenta que solo disparaban a la cabeza. Ya que solo así se morían, ella entró junto con Helen.

– ¿Que va a pasar? – preguntó Helen.
– No lo sé, probablemente pase pronto. Pero no hay que fiarse.
– Ay, no volveré a ver a mi familia – Helen empezó a llorar.
– Yo tampoco... – Dijo Rin, apenada.

Decidieron dormir la tarde, pues tenían sueño. Habían estado desde las 5 de la tarde hasta las cuatro de la mañana despiertas. No había ningún sonido, ahora todo estaba tranquilo.

Finalmente despertaron de nuevo y observaron que no había nadie, se habían quedado solas, dentro de la escuela llena de caminantes.

The dead is alive!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora