Sueños Rotos

CAPITULO 3: SALIDA EXTRAORDINARIA

CAPITULO 3: SALIDA EXTRAORDINARIA

Una vez llego a casa de la abuela le comento lo sucedido, ella me dice que lo sabía todo pero que ya hablara con mi padre por cómo me ha tratado. ¿Enserio ella lo sabía?, esto es más fuerte de lo que yo pensaba, entre nosotras jamás ha existido un secreto, ella incluso sabe de Isaac antes de que decidiéramos ir en serio, eso me ha dolido pero… es mi abuela y se lo perdono todo, decido no darle más vueltas al asunto, mañana lo explicaran todo.

-Abuela, me voy a dar una vuelta con estos, luego vuelvo a decirte adiós- le digo dándole un beso en la mejilla a ella y a mi abuelo.

He quedado con mis amigos e Isaac en ir al centro comercial a tomar un café e ir al cine.

-Pequeña…- dice Isaac mientras abre los brazos para que salga corriendo hacia él, un gesto muy común en mí. Una vez llego a él pego un sato y enrosco mis piernas en sus caderas y comienzo a besarlo con muchas ganas mientras enredo mis manos por su pelo, ya que le llega por encima de los hombros, me encantan sus labios, no son tan carnosos como los de Jesús pero saben tan bien. Él es moreno y bastante alto, a simple vista parece un bruto, pero con migo es muy delicado y solo rozando mi piel hace que me estremezca.

Noto que alguien toca mi hombro, cuando giro son mis amigos, - llevamos cinco minutos aquí, haz el favor de bajarte de ahí y vamos a tomar algo que tengo hambre- dice Sara muy burlona.

Entramos a nuestra cafetería preferida y cada uno pide un café y un dulce, Isaac se ha propuesto a pagar la cuenta de todos, no me gusta que haga eso pero si así es feliz no seré yo quien para arrebatársela, luego le invitare yo a la película. La merienda transcurre tranquila para ellos porque a mí me tienen la cabeza loca con tanta pregunta acerca del proyecto, de verdad no sé cómo decir que yo no sé nada, media hora después parece que me creen. El resto de la merienda se pasa con conversaciones sin sentido sobre los amoríos de estos, de vez en cuando nos pregunta cosas a nosotros pero a mí delante de Isaac no me gusta  hablar de esos temas, a él le da vergüenza, aún somos vírgenes pero no tan castos, hemos pillado nuestros calentones alguna vez que otra pero… a mí me da miedo y él es muy comprensivo, creo que por eso lo quiero tanto.

-Comienza la discusión- dijo Mariam sonriendo –señores por favor decidid de una vez la película-

-Yo quiero de miedo- Digo instantáneamente a lo que Isaac afirma con la cabeza haciendo señal de que el también. Jesús acaba también aceptando y a Mariam la verdad es que le da igual, el problema es con Sara que quiere una romántica, cosa que yo me niego puesto que detesto las películas de pasteleo, adoro las películas de terror así puedo agarrarme más a Isaac. Después de cinco minutos acceden, la he chantajeado, me toca pagarle las palomitas, pero bueno todo con tal de ver Expediente Warren, todos hemos visto el tráiler y sabemos que lo vamos a pasar mal, me encanta, podréis llamarme capulla o algo así pero cuando más miedo paso más adoro la película.

Cuando salimos del cine todos nos despedimos, las caras de terror de todos son un poema.

-Yo me marcho con Isaac chicos- Dije con sonrisa picarona.

- Que lo disfrutes pequeña- dijo Jesús alzando sus cejas con esa mirada suya que indica total perversión.

- Se hará lo que se pueda- digo con cara de tonta.

Isaac se ha puesto completamente rojo a lo que todos reímos. Emprendemos nuestro camino hacía su casa me lleva agarrada por la cintura aunque de vez en cuando masajea mi trasero.

-Si sigues bajando la mano lo vas a tocar de verdad, no ves lo corta que es la falda- le digo con una voy muy bajita y sexy pegada a su oído. Siento como agarra con más fuerza, le ha gustado mi pequeño susurro.