CAPITULO 8: MI NUEVA FAMILIA

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CAPITULO 8: MI NUEVA FAMILIA

Maratón 2/3

Por unos cuanto segundos me he quedado boba mirándolo, pero salgo rápido de ese trance, al recordar todo mi pelo lleno de chuches masticadas, ¿qué me ha pasado? No puedo mostrar debilidad tiene que notar que lo odio.

Cuando la clase ha terminado los tres nos montamos en el coche y nos dirigimos hacia la casa de James.

-Chicos, las dos familias ya hemos fijado  las normas para la convivencia en las dos casas asique aprendedlas:

1. Hay que ayudar en las tareas domésticas cuando se os pida.

2. Entre semana a las once como muy tarde hay que estar en la casa ya que al día siguiente hay clase.

3. Los fines de semana hay que llegar como muy tarde a las 4, esto se puede prorrogar un día específico por algún motivo pero que no se coja de costumbre.

4. Intentareis no pelearos, ayudaros y compartir lo que necesitéis.

5. No se forman escándalos ni escenitas.-

Cuando termino de decir lo último me miro muy severo, sé que mi comportamiento no ha sido el mejor estos días pero mi madre me educo a ser una señorita y eso seré. La casa de James no queda muy lejos del instituto, y la verdad me gusta donde vive ya que es el bloque de enfrente de mi abuela por lo que podré verla todos los días.

Una vez comenzamos a subir a su casa me doy cuenta de que no hay ascensor por lo que me tocara subir las maletas hasta el quinto piso.

-Ainara, dame si quieres la maleta grande, puedo ayudarte y así no aras daño- me dijo mientras ya la agarraba.

-Muchas gracias- le conteste algo tajante.

Estaba muerta de vergüenza y muy nerviosa cuando entramos a la casa, allí me esperaba su familia, se veía una casa muy acogedora, en realidad me parecía eso ya que tenía la misma disposición que la de mi abuela aunque el salón parecía más grande.

La madre de James comenzó a hablar -Hola, tú debes de ser Ainara, encantada de conocerte cariño- y cuando termino me dio un gran abrazo. Me quede paralizada en realidad no parecía tan malo aquello. Su padre en cambio solo me saludo y me dio la mano.

James tenía una hermana pero esta ya estaba casada por lo que no vivía con ellos.

De repente algo se abalanza sobre mí y me tira al suelo, siento mi cara toda baboseada –Ains que cosa más linda, Hola precioso, ¿tú cómo te llamas?.  Me encuentro revolcada en el suelo jugando con un gran pastor alemán completamente negro.

-Él es Horus, y es mío- Dijo James como indicando que lo dejara tranquilo.

-James por favor compórtate, es la primera vez que Horus ni ladra ni hace de las suyas a los invitados, parece que le gustas asique Ainara puedes jugar con él cada vez que quieras- la madre de James ha regañado a este por mi culpa, perfecto empezamos genial.

- Encantada de conocerlos- Antes de seguir hablando la madre de este me corta –¿Cómo nos vuelvas a tratar de usted te echo de la casa?- James y su padre empiezan a reir.

-Somos Rosse y Víctor, y queremos que nos llames así- Mientras ellos hablan yo voy asintiendo.

Me indican que compartiré habitación con James ya que cuando su hija se casó, agrandaron el salón con el dormitorio de ella. Eso no me hacía ni pizca de gracia pero bueno, no quiero comenzar poniendo pegas.

En verdad los dos tenemos espacio suficiente para estar ahí la habitación es bastante grande y ya está equipada para los dos, -Mira esta es tu cama y estos dos tus armarios, después de comer puedes instalarte si quieres- la madre de James es muy agradable, la verdad que me cae bastante bien que pena que su hijo no se parezca más a ella.

Cuando el almuerzo está terminado les ayudo a recoger la mesa y fregar los platos, una vez todo  se encuentra terminado me dirijo a la habitación para sacar todo de la maleta y guardarlo.

-Niñata ¿necesitas ayuda?- Dijo James con cara de asco.

-No gracias-, jamás dejaría que tus asquerosas manos tocaran mi delicada ropa pensé sarcásticamente.

Coloco la maleta encima de la cama, la abro y comienzo a sacar la ropa, los armarios son grandes por lo que podré guardarlo todo dentro.

-¿Por qué te has traído tanta ropa?, sabes que tenemos lavadora ¿no?- dijo el mirando cómo iba llenado el armario.

-si pero no quiero ser una molestia asique ni creas que voy a darle más trabajo a tu madre, mi abuela vive en frente asique allí lavare mi ropa- le dije sin dejar de guardar ropa.

-Ah no, tu lavas la ropa aquí- esa voz no era la de James, su madre estaba en la puerta.

-No se preocupe de verdad- Anda tonta que no pasa nada ni que tuviera que lavarla a mano.

- Por cierto James, ¿piensas estar todo el rato tirado en la cama mirando como saco la ropa de mi maleta?- le digo algo molesta

-Sí, es mi cuarto y me gusta ver que entra en él- Dijo riéndose de mí.

- Me parece perfecto, pero no me hace ni puta gracia que veas mi ropa interior y es lo que me queda por sacar asique por favor puedes salir cinco minutos- le digo esto último rogándole.

- No-dijo  con cara de jodete

-Capullo- le dijo con cara de pocos amigos.

Paso de él y voy sacando poco a poco mi ropa interior para que no se viera mucho y la dejo colocada en el cajón de debajo del armario, hago dos partes la primera para la ropa interior de diario y otra para la de ocasiones especiales. Una vez he guardado toda la ropa saco todos los zapatos y los coloco.

-¿cuántos pares de zapatos hay ahí? Creo que tienes más zapatos que nosotros tres juntos- dijo el perplejo.

- Llevas mirando todo el rato si te interesara de verdad los fueras contado- le digo mientras cierro la maleta pequeña, ya lo tengo todo guardado por lo que me siento en la cama a jugar con mi teléfono.

Media hora después de hablar con mis amigas y con Isaac por Whatsapp, aún sigo enfadada por lo que no le estoy prestando mucha atención, James me comienza a hablar – ¿Qué fue lo que os paso a ti y a Pilar el otro día?, no te creía capaz de eso siempre has sido la doña perfecta en la escuela y la verdad eso me sorprendió mucho-

-No me gusta que toquen lo que es mío, y esa zorra lo hizo, ya me tenía hasta las narices y tuve que hacer algo- le conteste sin ni siquiera dejar de mirar mi teléfono – me voy al salón- le dije mientras salía por la puerta.

Mierda he olvidado la mochila para hacer mis deberes, ahora me toca volver a ver a este capullo.

-¿Se puede saber que estás haciendo?, solo he salido un minuto- le dije encendida en ira.

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Como disculpa por la tardanza aquí os dejo otro capitulo

Gracias a todos los que leais

Saludos Inma.

Sueños RotosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora