CAPITULO 20: SÁBADO

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CAPITULO 20: SÁBADO

 Ligeramente voy abriendo los ojos ya que los rayos del sol que penetran por la ventana me están dando en la cara, aunque en realidad no es eso lo que me ha despertado, ha sido una suave música que proviene del ordenador de James.

-Buenos días dormilona, ¿Cómo te encuentras hoy?-

-Hola- digo mientras me recojo el pelo en una coleta, no sé cómo no me muero de vergüenza por que este chico me vea con las pintas de recién levantada.

Cuando me incorporo y me siento en la cama puedo ver como James estaba de pie enfrente mía con una bandeja en las manos.

-Te he traído el desayuno, hay cosas con mucho chocolate porque sé que te gusta-

-No te tendrías que haber molestado, en serio esto es demasiado-

-Hoy nada será demasiado, hoy todo lo haré por ti y haré todo lo que me pidas-

-¿Todo?-

-Si-

-Desayuna conmigo entonces-

-Vale-

Ambos nos sentamos sobre la cama y comenzamos a charlar, la verdad me encontraba tranquila con este chico cerca. Sentía sentimientos desde que empezó a portarse tan protector y bien conmigo pero eran sentimientos de amistad, estaba empezando a ser como Jesús.

Cuando terminamos de desayunar fuimos a la cocina y salón para recoger el estropicio de ayer, entre recoger, limpiar y las tonterías que surgían pasaron un par de horas, nos preparamos algo rápido de comer y nos pusimos el chándal, decidimos sacar de paseo a Horus pero haciendo todos ejercicio, James con la bici y yo con los patines de línea, nos fuimos a un parque cercano con un circuito de andar, allí soltamos a  Horus que nos perseguía como loco además de jugar con los demás perros de por allí.

Cuando terminamos de dar vueltas nos sentamos sobre el césped y comenzamos a charlar y a comer patatas.

-Deja de darle patatas al perro-

-valeeeee, toma Horus una más y ya está- Cuando el perro vio que deje de darle patatas se fue a seguir corriendo con los demás perros.

-De poco sirve que hagas ejercicio si luego te vas a hinchar a patatas globito- esa voz me sonaba mucho, venia por detrás de mí, no quería girarme porque por la cara de James sabía que habría problemas, pero me habían hablado ¿no?

-¿y a ti que ti importa pedazo de zorra?-

-A mi nada recuerda que aquí yo soy la diosa y tú la foca monja-

¿A qué viene ese comentario?, me ha dejado callada de verdad no me esperaba eso, vale que ella era una autentica chica raquítica pero yo no estaba gorda para que empezaran todos a burlarse.

-Nadie te ha invitado a unirte a nuestra conversación Pilar, ¿Cuándo gustes te piras?-

-Hola James, ¿cómo te encuentras hoy machote?-

-No es mi novio eh, puedes dejarlo tranquilo y no zorrearle a no ser que también quieras robarme a los amigos en tal caso prosigue-

-Yo no te he robado nada, simplemente eligen lo mejor para ellos-

-Ok zorrita, ¿quién se va resistir a una buena bajada de pantalones y mamada?-

-Tú lo has dicho, hay que saber que lo que les gusta a los hombres, bueno os dejo haciendo el vago, que este cuerpo no se cuida solito-

-¡Claro que no!, se cuida con el dinerito de papá-

-¿cómo?-

-Lo que has odio, que no eres tan canija porque hagas ejercicio o sea tu constitución, sino por las 3 liposucciones a las que te has sometido, las costillas flotantes que te las has quitado, los implantes de silicona en glúteos y pecho y espera que mire…-

Sueños RotosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora