CAPITULO 6: ÚLTIMOS DIAS ANTES DEL CAMBIO
Genial una sorpresa, ¿Cuál es?- pude escuchar la voz de mi madre ya algo más calmada.
-Isaac, almuerza hoy aquí- dijo mi padre lo suficientemente alto para que lo yo me enterase.
-¿Cómo es eso de que Isaac come aquí papá?- Digo corriendo hacia el salón.
-Má, ¿dónde está papá?-balbuceo mientras busco por toda la casa.
-Ha ido a la escuela a por unos trabajos o exámenes, no sé cosas suyas y a recoger a Isaac- Dijo ella levantándose del sofá.
-Y ahora como castigo estos días me tienes que ayudar en la casa, y hoy en especial…, elige entre hacer la comida o cuidar de…- no deje terminar la frase cuando ya había salido corriendo hacia la habitación de mi pequeño hermano.
Cuando llegué a su habitación, él estaba sentado en la alfombra de su habitación, esta es una ciudad con carreteras por lo que tenía coches en las manos y jugaba a pasearlos, yo me senté a su lado agarre otro coche y comencé a jugar con él, ambos reíamos ya que el juego paso ser de hacer circular los coches a hacer que se estrellaran.
Tendríamos que llevar por lo menos una hora jugando ya que se escuchó que alguien entraba a la casa, era mi padre con Isaac. Cogí a Lucas en brazos y me dirigí hacia el salón. Con la mirada algo avergonzada, este se dirigió a mí y me beso la nariz, me puse completamente roja al pensar que mis padres habían visto eso, luego comenzó a hacerle tonterías a Lucas por lo que este no paraba de reír.
Un rato después nos sentamos todos en la mesa, mi madre había preparado lasaña, a mí me encantaba y sé que a Isaac también ya que me lo dijo hace tiempo, la comida transcurrió tranquila, aunque mis padres, bueno más bien mi madre ya que mi padre si lo conocía acribillo a preguntas a Isaac, sobre su vida, familia, gustos…
-Pequeña tengo algo que darte- Dijo Isaac mientras sacaba una pequeña cajita de su bolsillo, era la misma que saco en el instituto, la abrió y cogió mi alianza y la coloco sobre mi dedo.
-No la pienso perder y la cuidare mucho- Le dije sonriendo.
-Tranquila creo que eso ya lo sabemos todos- dijo mi padre mirando hacia mi madre sin parar de reír.
Una vez recogimos la mesa, mis padres nos dieron permiso para salir a dar un paseo, pero antes dejándome saber que tenía que ser poco rato ya que estaba castigada.
Ambos nos dirigimos hacia un parque cercano y nos sentamos debajo de un árbol, comenzamos hablando sobre el incidente, sobre todo lo que se había formado en la escuela.
-Aina, todo el mundo en la escuela se quedó impresionado de lo que hiciste, nadie sabía de dónde has sacado ese genio, y todas las chicas están contigo y dicen que ya era hora de darle su merecido a esa zorra, exceptuando a sus discípulas todo el centro la odia, puff de verdad detesto que tenga que ser mi compañera- Me sentía muy tranquila cuando le escuchaba hablar así.
-Por favor Isaac, dame un beso- En ese momento ambos nos sumimos en un beso muy apasionado, que se vio cortado cuando mi teléfono sonó. Un whatsapp de mi padre indicándome que ya tenía que volver.
Ese día fue muy largo por lo que cuando llegue de estar en el parque con Isaac me dormí.
Mi viernes fue un auténtico aburrimiento, odiaba no ir a clase ya que me perdería las materias y eso me molestaba mucho, bueno a fin de cuentas hoy no eran materias muy complicadas, música, educación artística, educación física, religión, ciudadanía y francés, y mi padre se encargaría de traerme todo para que trabajase en casa, adoro los viernes en la escuela porque son muy relajados.
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Sueños Rotos
RomansaLa frase que exime de toda culpa a las decisiones de los adultos es "Lo hago por tu bien", pues yo ya me he hartado de esa frase, esa maldita frase escuchada por todos los miembros de mi familia, frase que tengo que comprender sin hacerlo, ya que mi...