Un Suspiro en Canterlot High 2 (Mlp Fanfiction)

Capítulo 2: Las ilusiones de Trixie

Mientras tomaba el auto bus para iniciar mi segundo día en este nuevo año escolar estuve reflexionando acerca de varias cosas, una de ellas era la magia. ¿Qué es? Hace un tiempo yo estaba demasiado aferrado a mi regla acerca de ver para creer, que no debía confiar en las cosas que no podemos ver. Pero desde que vi eso de la magia de la amistad entonces me he replanteado todo lo que creo. Entonces sé que no puedo limitarme únicamente a las cosas que podemos ver, porque ahora resulta que nuestro mundo está plagado de cosas que no vemos.

Entonces resumiendo: No sabemos nada en realidad. Siempre que estemos cerca de comprender cualquier cosa, algo nos contradice cuando creemos tener la respuesta.

El autobús se detuvo a mitad del trayecto justo en la estación cerca de la avenida principal. Algunas personas son recogidas ahí, usualmente casi nadie debido a lo temprano que es. Solo una persona subió al auto bus. Sus ropas la hacían la más reconocible ante todo, siempre traía algo que ver con la astronomía sobre su falda. Además de que en su mochila siempre se escucha como si tuviera materiales de plástico resonando sobre cuadernos. Desde luego sé de quién se trata. Trixie. Esta chica me agrada en cierto modo, es como una Rainbow Dash, literalmente es Rainbow Dash solo que de otro color.

Pero es algo más interesante porque ella tiene una gran pasión por la magia y la ilusión. Esta chica tuvo un problema con mis amigos porque le quitaron su oportunidad de estar en la final de la batalla de las bandas el año pasado, además de que las encerró en el sótano del escenario. Pero creo que todo esto se queda atrás. El punto de la vida según mi parecer es solo no arrastrar tu propia porquería que has hecho hasta el día de hoy. Si hiciste una estupidez deberías esforzarte en dejarlo atrás. Y al parecer eso es lo que intenta, solo se sienta a mi lado mientras me sonríe como si ella fuera la gran cosa. ¿Entienden? Me refiero a que eso ya es parte de su actitud. No sé si debía darle flores o darle las gracias por permitirme el honor de estar sentado a su lado. O las dos cosas.

-Hola, ¿Qué tal?-. Decidí ser amable al menos para no parecer grosero.

Mientras el autobús pasaba algo lento debido a que el chofer se notaba como un nuevo empleado que tiene miedo de echarlo todo a perder chocando en su primer día. Ella solo hace unos ademanes con su manos –La gran y poderosa Trixie se siente feliz de poder encontrarme con alguien de mi misma escuela en el autobús, así no se me hará tan aburrido el viaje-.

Le encanta hablar en tercera persona. Bueno cualquiera que este con ella más de 10 segundos lo sabe. -Y el pequeño y ordinario Esteban se siente hambriento-. Conteste recargando los brazos en el tubo de seguridad que se haya enfrente de cada asiento, solo mirando hacia adelante.

Ella solo mete su mano rápidamente en su mochila y saca un pequeño paquete, solo lo acerca a mi cara –La gran y poderosa Trixie se siente misericordiosa y le gustaría compartir sus galletas de mantequilla contigo-. En realidad una parte de mi quería decirle "No, gracias" pero si se siente generosa el día de hoy no le negare el sentimiento de sentirse bien por hacer algo bueno por alguien más. Así que solo la tome y la comencé a comer estando ahí sentado a su lado. Trixie después de eso solo saco un pequeño cuaderno, tenía un par de rayones, pero varias cosas encerradas. Me preguntaba que era, pero solo mantenía mi distancia con ella. Estoy algo seguro de que podemos ser amigos, pero esa actitud me pone... ¿Cómo decirlo? Un poco..., no encuentro la palabra.

Después de llegar a la escuela ella no me dijo nada más. Me pareció que sería algo demasiado ordinario. La escuela era linda como siempre. Las cosas se movían como yo quería, por fin estaba completando mis tareas, estaba al corriente en cuanto a mi asistencia. No había consumido nada extraño desde hace unos meses y no tengo humor de hacerlo. Después de un poco tiempo de ingresar a mi clase de español para aprender un poco acerca del latín (Que cada vez que lo leemos parece más bien como si alguien estuviera haciendo un conjuro mágico, es lo malo de estar súper acostumbrado a esa clase de cosas por películas y libros)