Misión imposible: ¡Proteger al décimo!

Mi mayor deseo.

Ahora Tsuna-kun podría ser feliz, le había rechazado porque sabía que él ya no la amaba, lo notó hace mucho tiempo, la dulce mirada del castaño ya no la seguía como antes, entonces ¿Por qué se le había declarado?.

–Tal vez fue por darle fin a nuestras historia–Murmuró para sí misma mientras observaba el paisaje.

Tal vez ese campamento sería bueno para ella, podría despejarse si mantenía distancias con el chico, no quería ver los inicios de su relación con Chrome o Haru, ¿Quién sería la elegida entre ellas? No lo sabía y, aunque la curiosidad la carcomiera, por ahora no quería saber.

¿Cuándo fue que empezó? Tal vez fue durante su estadía en el futuro, Tsuna había sido tan amable con ella, eligiendo contarle todo incluso después de que su huelga se diera por finalizada, entonces ¿Por qué no dijo nada? En aquél entonces él la amaba como a ninguna otra, si le hubiese correspondido... ¿Las cosas habrían salido bien? Tal vez no.

–Duele saber que ya no podré estar con él–Volvió a hablar, ignorando la mirada de extrañeza que su compañera de asiento le dedicó, estaba herida.

Amor, que irónico que aquél que la amaba y ella ignoraba sea el mismo que ahora estaba dejando ir aún cuando su corazón ansiaba estar con él, ¿Serán felices? Era obvio que sí, Tsuna se merecía ser feliz aunque no fuera con ella... "Duele".