Capitulo XVI

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"La música es sinónimo de libertad, de tocar lo que quieras y como quieras, siempre que sea bueno y tenga pasión, que la música sea el alimento del amor."-Kurt D. Cobain.

Ian:

No me sorprendí en lo absoluto cuando Valentina atravesó la puerta, ya de por sí destartalada, de su casa. Y tampoco estaba enojado, por alguna extraña razón en el día de hoy una pelea con Valentina no me parecía divertida si ella resultaba lastimada u ofendida. Al momento en el que me empecé a enojar decidí mejor abandonar la sala para sacar de mi cabeza el remolino de pensamientos que se arremolinaban en el interior de mi cabeza ansiosos por salir a flote para lastimar y causar daño.

A lo largo de mi vida he aprendido a reconocerlos y mantenerlos a raya, mis palabras lograban tener un gran impacto en las personas y según mi madre podría tomar ese "Algo" negativo y convertirlo en "Algo" positivo.

Pero todo aquel razonamiento era algo sumamente efímero, todo se volvía mierda cuando la rabia inundaba cada rincón de mi cuerpo, y después de ahí ya no era dueño de mi mismo.

Había estado charlando con Valentina afuera de su casa, apoyado en el capó de mi auto y cada cinco minutos ella se volvía a disculpar haciéndome rodar los ojos.

-¿No te parece patético eso de las disculpas?- Ella me miró sonriendo a medias con el ceño fruncido en confusión.

-¿En qué sentido? –Parecía verdaderamente interesada, una pizca de emoción creció dentro de mí.

-En el sentido de que, cuando era pequeño, y hacía una que otra travesura mis padres me obligaban a disculparme. ¿Acaso cobra eso algún sentido para ti? Es decir, ¿Por qué tendría que disculparme si no lo siento realmente? Es verdaderamente estúpido.- Rodé los ojos y la mire, ella se veía pensativa.

-Tienes razón, pero nunca había pensado en ello. Creo que tiene algo que ver con los sentimientos de la otra persona, para ti ese perdón no significa nada, algo completamente superfluo, pero tal vez para esa persona lo es todo.

-Creo que preferiría quedarme lastimado a que una persona me ofrezca una disculpa completamente desinteresada, que no sea sincera.- Ella rió cuando yo le dirigí una mirada significativa.

-¡Oye! Yo verdaderamente lo siento, que no me haya querido disculpar contigo no significa que no lo sienta realmente, es cuestión de orgullo.- Argumento sin dejar de reírse, pero sabía que lo decía completamente en serio.

-Buenos, no estaba hablando de ti. No eres el puto centro del universo Valentina.- Bromee.

Ella rodó los ojos y sonrió, luego se sonrojo. Daría lo que fuera por meterme en sus pensamientos en este mismo instante.

Finalmente su mirada cautivadora y etérea se dirigió hasta mí.

-¿Puedo decirte algo?- Dijo lentamente con su voz meliflua y suave, se quedó pensativa un momento y luego añadió rápidamente;- Es decir, algo aparte de lo que te acabo de decir.

Sonreí, era eso lo que apreciaba de su personalidad. Ella tenía la capacidad de ganar mi interés tan rápido que me dejaba aturdido, me parecía maravillosamente aterrador.

-Que inteligente.- Guarde silencio unos minutos apreciando sus ojos y su pequeña sonrisa-Dispara.

-M...me gusta tu manera de ver el mundo, y creo que tu manera de hablar es elocuente. Me parece fascinante.

-¿Acaso fue eso un cumplido?- Su sonrojo subió 3 tonos más.

-No, bueno si. Más bien una observación.-Respondió apresuradamente.

Dark HeartDonde viven las historias. Descúbrelo ahora