𝘍𝘰𝘳𝘦𝘷𝘦𝘳 | ʰᵃʳᶜᵒ (en edición)

２３ ⁽ᶠⁱⁿᵃˡ⁾

(•)

Les recomiendo oír ambas canciones dispuestas en el capítulo. Les aseguro un 100% más de sentimiento, y que, probablemente este sea el capítulo más largo de toda la fic.

Nos leemos más abajo c:

(Preparen sus pañuelos xD).

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-Carajo, ¡que son del mismo color! -mencionó un exasperado Draco mientras sobaba su sien sentado en aquel blanco sofá de cuero de dragón, mientras frente a él, caminando en círculos, se encontraba una frustrada Hermione pensando la mejor manera de llevar aquella situación para su obstinado amigo que no hacía más que negar todo lo que ella y las hechiceras de la tienda recomendaban.

Demonios, ¿cómo podía decir que aquellos dos colores eran, siquiera, semejantes?

-¿Qué?

-Ya me oíste, Mione. Son del mismo color, ¡tan sólo míralos! -definitivamente no podía más. Todo el maldito día escogiendo arreglos florarles, centros de mesa, el olor de las velas de Sortilegios Weasley... ¿Y ahora debía escoger entre dos colores que eran exactamente iguales? ¡Es que lo flipaba totalmente!

-Claro que no, serpiente. Son totalmente diferentes.

-Por Dios, Granger. No estoy de humor para chistes.

-¿Te parece que estoy jugando?

-No lo sé.

-Pues no, no lo hago.

-Entonces deja de fastidiar con los putos colores.

-Necesito que escojas alguno de los dos.

-¡Mierda! -gritó el rubio, halando su cabello ligeramente- ¡No puedo con esto!

-¡Por Dios, Draco! ¡Sólo decídete!

-Y a todas estas, ¿por qué estoy yo aquí rodeado de velitas y putas flores, mientras que Harry escoge la música y el escenario? -la Gryffindor suspiró lentamente. Podía estar segura de que aquella era la tercera vez que contestaba la misma pregunta.

-Ambos acordaron que Harry escogería la ambientación y tú la decoración.

-Ah, claro. ¡Él con las cosas de hombre y yo hundiéndome en colores rosa! ¿Acaso creen que soy la parte femenina de esta relación? ¡Pues entérense de una jodida vez que no lo soy! ¡No lo soy! -el Slytherin gritaba en dirección de la jóvenes hechiceras que buscaban, por todo los medios, el cómo contener la carcajada que estaba punto de salir de sus labios- ¿Qué voy a saber yo de diferencias entre tonos de colores? ¡Ni siquiera me interesa! Las mujeres son las que saben de eso, ¡no yo!

-¡Cálmate, Draco! ¡Estás histérico!

-¿Cómo quieres que esté? ¡Me caso en dos días! -suspiró el rubio sonoramente antes de dejarse caer de manera despreocupada sobre el tapiz del asiento. Hermione suspiró por tercera vez en menos de diez minutos y sonrió comprensiva hacia su amigo.

-Respira, Malfoy. Relájate.

-No puedo, Hermione. ¿Cómo estarías tú en mi lugar?

-Emocionada, si te soy sincera.

-T-Tengo miedo -se sinceró el rubio-. ¿Y si no soy lo que Harry quiere para su vida? ¿Y si no soy lo suficiente para él?

-Estás empezando a delirar, Draco -consoló la leona-. Es normal que te sientas nervioso. Yo lo estaría, y mucho, si debo serte sincera, pero... ¿No crees que ya es momento de permitirte tu momento feliz? Harry sufrió, tú sufriste. Ya es momento de que dejes pensar tanto en los demás y pienses qué es lo que quieres tú realmente.