18 ⁽ᵐᵃʳᵃᵗᵒⁿ ²/³⁾

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-Entonces, cualquier cosa que necesiten, sólo tienen que llamar por la extensión y yo misma vendré y los atenderé- terminó de decir Olivia antes de salir por la puerta y dedicarles una mirada compasiva y dulce.

Ambos se encontraban sumidos en un silencio que podría denominarse incómodo, aunque de verdad no fuera así. Después del comentario de la azabache, ambas mentes se habían quedado maquineando en el tema de "pareja".

Si no eran pareja, ¿que eran, entonces?

Por un lado, Draco pensaba en que jamás podrían denominarse como una. Para empezar, estaba Ginny.

Que estuviesen en su burbuja de felicidad y amor, no significaba que Ginny desaparecería por arte de magia, ¿o sí?

Si tal vez buscaba una especie de hechizo que lograra transportar personas a otras dimensiones podría... ¡No! ¿Qué demonios estaba pensando?

Demasiadas distracciones.

Ginny seguía estando presente en su mente al momento de ducharse.

Le había negado rotundamente a Harry el poder bañarse con él con la excusa de tener que irse rápido y saber que si ambos se "bañaban" juntos, jamás saldrían de allí.

Ahora solo pensaba en Ginny y en como demonios iban a hacer para arreglar la situación, pues estaban juntos en ello. Ambos se querían.

¿Harry lo querría lo suficiente como para terminar con la pelirroja? Esperaba que si, por que si en verdad era todo lo contrario, Draco ya no sabía como podría salir de eso sin quedar totalmente destrozado.

Salió rápidamente de la ducha y se vistió. Abrió la puerta y atisbó un deje de decepción en los ojos de Harry al descubrir que ya estaba totalmente vestido.

Sonrió un poco por eso.

Mientras esperaba a que Harry saliese de la ducha, tocó su estómago y un nudo se formó en su garganta.

¡Harry aún era el padre de su hijo! Pero... ¿Qué no lo era también del de Ginny?

¡Joder!

Pensar en como saldrían de esa realmente se veía complicado.

-¿En qué piensas?- lo sacó el Gryffindor de sus pensamientos.

Ya se encontraba vestido también y su cabello destilaba algunas gotitas cayendo por debajo de su camisa. Por mas simple que se vistiera jamás dejaría de verse tan guapo, pensó Draco mientras sonreía levemente.

-Nada importante- respondió, mientras se levantaba y tomaba su mano para dirigirse a la puerta. Harry detuvo su camino antes de que abriese la puerta y se detuvo a mirarlo unos segundos -¿Qué sucede?

El pelinegro no respondió, simplemente lo observó.

Estaba demasiado nervioso.

No podía pensar con claridad, pues cada vez que lo hacía, aquella escena se repetía en su mente.

Draco se iba.

Draco se daba cuenta que en verdad el no merecía la pena y se iba con Alex.

¿Por qué aparecía Alex de pronto? Pues porque a Harry jamás se le había borrado de la mente el pasional beso que alguna vez había protagonizado el pelinegro junto a su rubio.

Sabía que aún mantenían una relación de... De alguna clase.

Decidió no preocuparse y ver a Draco una vez más. Si ese era el último momento en que podían estar realmente juntos, no pensaría en otra cosa que no fuera en él.

𝘍𝘰𝘳𝘦𝘷𝘦𝘳 | ʰᵃʳᶜᵒ (en edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora