Brutal Love [Joshler]

Dos

Brendon me ha jodido todo el día con que esta noche salgamos a un bar y al final he terminado por aceptar, Patrick por otro lado se negó rotundamente a ir, solo me dijo que tuviera cuidado. Con el poco tiempo qué llevo de conocer a Brendon se que él me dejará para irse a follar con alguien, pero no me molesta, al contrario me servirá a mi también para despejar la mente y tal vez conseguir un buen polvo, después de mi rompimiento con Jenna no he estado con ninguna otra mujer.

Se me hace tarde y Brendon llegará en cualquier momento, busco unos pantalones negros, una camisa negra y mis vans negros. Después de bañarme y cambiarme arreglo mi cabello. Minutos mas tarde Brendon se encuentra parado tocando mi puerta con una sonrisa plasmada en su cara.

—Tyjo estas listo—Muevo mi cabeza afirmando.

—Bien, entonces mueve tu gordo y enorme trasero que la noche es joven—Dice con una sonrisa de total felicidad plasmada en su cara haciéndome reír.

Después de un rato ambos llegamos al pequeño bar, hay demasiada gente, algunos bailan y otros solo se dedicaban a beber, Brendon camina hasta la barra y pide dos cervezas, me distraigo por un rato, el ambiente es cálido, de un momento a otro Brendon ya no esta a mi lado, suspiro cansado mientras pido otra cerveza, y luego otra y otra hasta que reúno varios envases vacíos a mi lado. Puedo sentir como el alcohol ha llenado mi organismo, estoy demasiado ebrio, me paro dispuesto a irme, todo me da vueltas, alguien toca mi espalda, doy media vuelta y veo a un chico un poco más alto que yo, no logro distinguir sus facciones por la escasa luz.

—¿Quieres bailar?—Pregunta mientras toma mi mano y me lleva a la pista.

Ni siquiera soy capaz de formular palabra alguna a causa de todo el alcohol que consumí minutos antes, él solo sonríe, cuando llegamos a lo parece ser una pequeña pista lo observo con mas detenimiento, tratando observar mejor sus rasgos gracias a la luz que ahora tengo, es el chico teñido que siempre esta afuera de la universidad. Posa sus manos en mis caderas y me apega mas a su cuerpo provocando que nuestros miembros obtengan algo de fricción, pongo mis manos en su pecho y trato de alejarme, pero él me pega mas a su cuerpo, pongo mis manos alrededor de su cuello dejándome llevar poco a poco. Mis caderas se mueven al compás de la música, baja sus manos a mi trasero apretandolo levemente provocandome pequeños jadeos, la música, el alcohol, su cuerpo y el mio haciendo fricción, crean una burbuja donde mis sentidos solo se concentran en sus toqueteos y no en lo que pasa a mi alrededor, quita sus manos de mi trasero y se aleja de mi para verme a los ojos, toma mis mejillas entre sus manos y me besa, mueve sus labios sobre los míos robándome el aliento, nuestras bocas hacen sonidos húmedos al separarnos, me toma de la mano con fuerza y me lleva más adentro del bar, soy incapaz de negarme a acompañarlo, hay unas escaleras que llevan a un segundo piso, me lleva por ahí y luego damos con un pasillo en el que se encuentran muchas habitaciones, abre unas de las puertas y me hace entrar en ella para luego cerrar con pestillo, mis nervios aumentan, mis manos sudan y mi respiración se acelera, se acerca a mi, coloca sus manos en mi cintura, me empuja sobre la cama con algo de brusquedad, se sitúa sobre mi, baja sus besos a mi cuello, abre su boca succionando la piel a su alcance para después dejar leves mordidas.

—Oh si... mierda...—Jadeo al sentir la fricción de nuestros cuerpos, mi pene duele como el infierno, nunca había estado tan duro y excitado, ni siquiera Jenna había conseguido tenerme así. Coloca sus manos debajo de mi camisa y acaricia todo mi pecho, sus manos están frías, sus manos se pasean por todo mi cuerpo causando pequeños escalofríos en mi, quita mi camisa y la tira en algún lugar de la habitación, sus labios se mueven por todo mi pecho desnudo, muerde y besa cada parte a su alcance, baja mi pantalón y besa mis muslos hasta que me deja expuesto solo cubierto por la fina tela de mi ropa interior. Mi conciencia me dice que no esta bien y en efecto no lo esta pero algo en mi no quiere que el se detenga. Quita su camisa dejando a la vista uno de sus brazos totalmente cubierto de tatuajes; su cuerpo bien trabajado, su cabello teñido y sus perforaciones le dan un toque dominante, abre mis piernas situándose en medio de estas, pone sus manos en mi cadera y sostiene esta fuertemente provocando que un jadeo salga de mis labios.