Doce

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Mi corazón esta destrozado, quiero desaparecer, quiero morir en este momento, me siento solo, lo único que quiero es estar con Josh, quiero volver a escuchar su voz y no me importaría saber que todo es mentira, solo lo quiero a él. Lagrimas caen por mis mejillas, mi vista es borrosa, mis mejillas están mojadas y levemente rojas, nunca había sido tan dependiente de alguien, ni siquiera de Jenna, no, de nadie, quiero sentir sus brazos alrededor de mi cuerpo de nuevo, sus besos, sus toques, sus labios sobre mi piel, Josh se ha convertido en mi aliento de  vida y al mismo tiempo en mi droga, necesito tenerlo cerca para estar bien y cuando no esta cerca no puedo sacarlo de mi cabeza, pero ahora que esta lejos, ahora que me ha dejado, no tengo nada, nada, mi situación es deprimente, es penosa, es asquerosa, como yo.

Mi madre no me ha dirigido la palabra desde  lo ocurrido, mejor para mi, no quiero soportar sus regaños, sus gritos, no quiero soportar todo su puto drama, sus palabras hirientes sin sentido. Ni Billie, Patrick o Brendon me han llamado o mandado mensajes y aunque estuviera molesto si les importará de verdad me ayudarían, pero Josh tiene razón, soy una mierda y por eso todos me han dejado.    

Quisiera odiar a Josh por mentirme todo este tiempo, pero no puedo, mi amor es tan grande que hasta odiarlo me duele, y soy un completo idiota por enamorarme de alguien que nunca me prometió nada. Me siento asfixiado, no voy a soportar por mucho esta situación, mi respiración es irregular y dolorosa. Camino hasta el baño, busco una cuchilla que desde hace tiempo tengo guardada, no Tyler no, repite mi cabeza, me siento en el piso,  mis latidos retumban en mis oídos, pequeños hipos salen de mi boca, gruesas lagrimas siguen cayendo, mi mano tiembla cuando la cuchilla está completamente firme en mi mano, observo mi muñeca izquierda, la piel pálida, acerco la cuchilla y siento un escalofrío cuando el delgado e hiriente metal hace contacto con mi piel,  hago un corte largo con cuidado de no hacerlos tan profundo, la sangre cae por mi muñeca, Tyler no, mi conciencia repite de nuevo, mancho mi pantalón, hago un corte más, y otro más, y otro, y otro, mi piel escoce, suelta la cuchilla, con la poca fuerza que tengo me levanto y me recargo en  el lavabo, toda la sangre está escurriendo por todo este, una tranquilidad me llena por dentro, nunca pensé llegar a este punto, para algunos todo esto sería estúpido, pero es la única manera que encuentro de aliviar mi dolor, la mente humano es simplemente ilógica, limpio todo el desastre y limpio con cuidado mi muñeca, me coloco una venda, me deshago de mi ropa para ponerme una limpia, me tiro a la cama, y me cubro con las sábanas, la tranquilidad se siente tan lejana, mis sollozos han cesado al igual que mis lagrimas, pero el dolor en mi pecho sigue presente.

-¿Tyler?-Murmura mi madre-¿Estas despierto?-Me quedo quieto y solo me limito a responder, no quiero verla.

-Si, ¿Qué quieres?-Mi tono seco y molesto resuena en la silenciosa habitación.

-Tyler mañana iras al psicólogo-Dice mientras se sienta al borde de la cama, su tono dulce me enferma.

-¿Para qué?-.

-Necesitas ayuda Tyler, ser gay, no es correcto cariño-El tono en que lo dice y la palabra "Cariño" al final de la oración como si de verdad estuviera preocupada solo me provoca ganas de vomitar.

-Lo que no está  correcto es que seas cerrada de mente y no aceptes la realidad de que tu hijo es gay, y no tiene nada de malo-Trata de acariciar mi mano pero la quito rápidamente  de manera brusca.

-Tyler yo solo espero que entiendas que esto es por tu bien y hago esto por que te amo, mañana quiero que te levantes temprano que irás a la universidad y luego pasaré por ti para que vayas al psicólogo, algún día entenderás que todo lo que estoy haciendo es por tu bien-No le respondo y sale de mi habitación de manera silenciosa, cerrando la puerta, dejándome de nuevo en la sola y oscura habitación.

Odio está situación ¿Tanto le cuesta entender que soy gay? No entiendo porqué le molesta tanto. Cierro mis ojos, sintiendo como las lagrimas comienzan a salir de nuevo, las palabras de Josh retumban en mi cabeza, sus ojos llenos de odio, sus palabras llenas de asco, todo tiene efecto en mi como cuchillas que perforan mi corazón y lo destrozan cada vez más.

Despierto por la tenue luz del sol que se cuela por mi ventana, camino hasta mi armario, saco una sudadera negra y unos pantalones del mismo color, tomo mis vans negras y dejo todo en la cama, no tengo ganas de nada, entro en la ducha y dejo que el agua moje mi cuerpo, me duele el pecho, es como un agujero lo que tuviera dentro de mi, que me consume poco a poco, algo que me asfixia, algo que hace que quiera escapar de todo, salir de aquí, algo que me hace querer desaparecer, lagrimas amenazaron con salir de mis ojos, pero es en vano limpiarlas, comienzo a llorar de nuevo, me siento en el piso y me aferro a mis piernas como si fuera a romperme, en realidad estoy roto, las amargas lagrimas bajan por mis mejillas, lagrimas que  se unen con el agua y desaparecen en esta, si nunca me hubiera aferrado a Josh, si nunca le hubiera dado todo de mi, no estaría en esta situación tan lamentable, tan roto, me ha utilizado como un muñeco, con el cual jugo por mucho tiempo y cuando este se rompió se aburrió y lo tiro a la basura como un objeto sin valor. 

-¿Ty?-Habla mi madre mientras golpea la puerta con insistencia.

-¿Si?-Digo tratando de que mi voz no se rompa y note que he estado llorando.

-¿Estas bien?-Cierro mis ojos con fuerza, estoy lejos de estar bien.

-Yo... sí, estoy bien... solo estoy cansado, puedo faltar a la universidad, prometo que mañana iré y me pondré al día-Escucho como mi madre suspira pesadamente.

-Está bien... solo por esta vez cariño, vendré por ti a las dos de la tarde para llevarte al psicólogo, quiero que estés listo a esa hora-Suspira no muy feliz por la idea, la puerta de mi habitación es cerrada indicándome que mi madre ha salido de mi habitación.

Tomo la toalla que se encuentra en el baño y la coloco alrededor de mi cadera, reviso mis muñecas y donde anteriormente había hecho los cortes se encuentra una pequeña costra, salgo del baño, me coloco ropa interior y busco en mi armario algo cómodo, entre tanta ropa, veo algo rosa sobresalir sobre mi ropa de tonalidades oscuras, saco la prenda y la observo por unos segundos, mis ojos se llenan de lágrimas, la camisa es de Josh, solía ponérsela con unos pantalones negros y a veces se colocaba un gorro color gris que le asentaba muy bien, pocas veces la usaba pero me encantaba como se veía con ella, tomo la prenda entre mis brazos y la mantengo apretujada contra mi cuerpo, inhalo el olor que desprende la camisa el cual es el de Josh, me coloco la camisa y me tiro sobre mi cama, coloco la sabana sobre mi cuerpo sintiéndome tranquilo por un momento, los recuerdos de Josh vienen a mi mente como pequeños reflejos; en el tiempo que estuve con Josh fui tan feliz, tengo a Brendon a Patrick y a Billie aunque él sienta algo por mi y no le corresponda es un gran amigo, todo eso antes pensaba que  era imposible después de que Jenna me hubiera dejado, mi madre se casaría, todo estaba bien, pero no, todo se derrumbó, todo se vino abajo, Brendon y Patrick me mintieron, Billie quería separarme de Josh, pero ¿Por qué todo fue una mentira?, ¡Josh fue toda una mentira! ¡Una hermosa mentira! que disfruté mientras duró y ahora me tiene destrozado, quien hubiera dicho que el chico teñido que siempre estaba afuera  de la universidad me cambiaría tanto la vida.

Brutal Love [Joshler]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora