Tres días. Llevo tres días en esta enorme casa con una señora de servicio que casi no está por hacer las compras y un chico que es autista.
El día anterior, Justin se había comportado tranquilo y normal. Ahora, pareciera ignorarme por completo y eso me hacia sentir mal. ¿Acaso había hecho algo malo para que se comportara así tan extraño de la nada?. Es raro.
-¿Justin? -Hablo tocando la puerta de su habitación pero no obtengo ninguna respuesta de él.
-Vete. -Minutos después, escucho su voz del otro lado.
Alzo una ceja sorprendida por su comportamiento-. Justin, ábreme, no te haré daño, no me tengas miedo. -Pdo. Aunque en realidad, estoy rogando.
-No. -Responde-. Quiero a mi mami, no te quiero a ti, quiero a mi mami. -Claramente, puedo escuchar como solloza.
Siento como mi corazón se parte en miles de pedazos, literalmente.
-De acuerdo, te dejaré. Pero.... sólo quería comentarte que hice un picnic en el patio trasero para almorzar, juntos. Te estaré esperando. -Digo antes de bajar por las escaleras e ir al patio, sola.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Justin PDV.
Mis rodillas se apegan más a mi cuerpo mientras intento tranquilizar mis sollozos y niego con la cabeza murmurando palabras.
"Te estaré esperando" la voz de Jules se escuchó del otro lado de la puerta.
Por la mañana, había decidido tomar una siesta después del desayuno y tratar de leer un libro de la biblioteca. Durante mi siesta, tuve una pesadilla muy mala y eso me hizo sentirme triste, mis viejos recuerdos de pequeño habían llegado de la nada al igual que los recuerdos de mi padre golpeándome.
"¡Eres un tonto!" ¡No sirves para nada!" "¡Nadie te quiere!" "¡Púdrete maldito autista!" "¡Deberías estar muerto!".
Mi labio tiembla y sigo ahogándome en mis propios sollozos. ¿Qué les había hecho yo para que fueran tan malos conmigo?.
Después de que cumpliera mis 5 años, Mami me dijo que ya no podía salir de casa, y así fue: escuela en casa, actividades en casa, etc. Todo en casa. No recuerdo la última vez que salí de casa y vi el mundo. Sólo salía al patio trasero para columpiarme en mi columpio de madera. Mis días eran algo tristes y grises.
Hasta que alguien llegó y... sentí algo extraño. Jules.
Oh Jules.... era una sensación nueva y desconocida para mí. Su lindo, sedoso y largo cabello era muy brilloso. Sus ojos miles brillaban. Tenía una bonita sonrisa que sentías que tu corazón se detenía al sólo admirarle. Jules era bonita.
Mi hermosa Jules.
Ella estaba aquí por mí, creo que eso es lo que me hace un poco feliz. Que ella realmente se ha quedado a pesar de que le escuchara hablar con mi Mami. En vez de irse y abandonarme, ha tomado la decisión de quedarse, por mí.
Sí, debe ser eso. Jules debe hacer esto por mí.
Ahora me sentía mal al recordar que me estaba esperando en el patio trasero con un picnic para el almuerzo. Debe pensar que no la quiero ver, sólo que tenía miedo de que me viera llorar, como por novena vez en los tres días que lleva aquí. Pero no importa.
Hermosa Jules no tiene la culpa de mis pesadillas. Al contrario, es como un ángel muy bonito. Un ángel que llegó inesperadamente a mí, caída del mismo cielo.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Jules PDV.
Suspiro mientras me recuesto sobre mis rodillas al admirar el lindo patio trasero. Doy un mordisco a mi sándwich seguido de beber de mi malteada de fresa.
-¿P-puedo sentar-me? -La voz conocida de Justin hace voltearme, observándolo.
Sonrío tranquila-. Claro.
Analizo sus movimientos hasta que por fin se acomoda en una posición cómoda; sentando con las piernas cruzadas como mariposa.
-¿Sándwich? -le ofrezco.
Él asiente con una leve sonrisa. ¿Había dicho que Justin no tenía mal aspecto?. Era muy lindo. Tenía muchas características físicas como su madre. Eran muy parecidos.
-P-perdón por n-no... -Justin empieza a hablar pero lo detengo.
-No importa, tranquilo. Todo está bien. -Le miro sonriente. Él sólo se limita a sonreír y a disfrutar de su sándwich.
Después de unos minutos, me levanto captando su atención y me coloco frente a él.
-Vamos al columpio. -Sonrío tendiéndole mi mano izquierda y Justin la acepta gustoso.
Caminamos hasta llegar al gran árbol de la casa, donde se encontraba un columpio de madera sujetado firmemente. Me siento en éste y Justin habla.
-¿P-puedo colum-piarte? -Pregunta tímido.
-Claro. -Respondo.
En menos de dos minutos, siento una leve brisa chocar con mi rostro, haciendo que mi largo cabello de eleve por el aire.
Justin deja de columpiarme y yo suelto un grito cuando me suelto haciendo que ambos caigamos al pasto. Lo único que se escucha es una melodiosa y tierna risa por su parte, lo cual me hace reír y sonreír.
Ambos caemos y miramos al cielo. Pronto, miro hacia él, divertida. Su cabello estaba despeinado, una gran sonrisa estaba plasmada en sus labios dejando mostrar su perfecta dentadura al igual que unos lindo hoyuelos.
-Hey, tienes una sonrisa muy linda. -Digo sincera.
La luz de sol hace que conecte con sus ojos y eso los hace ver más claros de lo que son. Wow, muy lindos.
-Gra-gracias. -Responde y yo no puedo evitar sonreír al ver que un leve rubor aparece en sus mejillas.
Me levanto y corro dejándolo atrás.
-¡Vamos! ¡Alcánzame si puedes! ¡El último en llegar a la casa es un huevo podrido! -Grito riendo.
