Capítulo 1 | Se buena con él.

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A C T U A L I D A D


Jules PDV.

-Detesto la escuela. -Digo cerrando mi casillero, mientras que, al mismo tiempo, resoplo un pequeño mechón de cabello caído en mi frente.

-No es para tanto, Jules. -Habla Ginger, mi querida amiga pelirroja.

-De acuerdo, quizás no la detesto tanto porque tengo una mejor amiga y un lindo novio. Pero de ahí en fuera, todo me da igual.

-Exacto -Me señala Ginger-. No es tan malo como parece.

-¿Sabes? Hablando de detestar cosas.... -Pienso un segundo antes de hablar-. Tampoco detesto mi trabajo y a mi madre.

Empezamos a caminar entre los pasillos para tratar de llegar a las bancas de la cafetería.

-¿Tu trabajo? Dios, de sólo pensar que cuidas niños por unos cuantos dólares, me da náuseas. No tolero a los niños, bueno, no es que no los tolere, creo que son lindos, pero tener uno propio sería trágico. -Hace una mueca con sus labios.

-No seas mala, Gings -Niego con una leve sonrisa en mi rostro-. Aunque creo que concuerdo quizás un poco contigo.

Finalmente, llegamos a la cafetería y tomamos un mesa con sillas disponibles.

-Y bueno... ¿Ya has conseguido nueva clientela? -Pregunta curiosa Ginger.

-Uhmmm.... sí, eso parece. -Abro mi libro de apuntes para terminar unas actividades de artes-. Una amiga de mi mamá tiene un hijo, aún no me ha dicho bien todos los detalles, pero mamá dice que es muy tierno e inocente, sobretodo, muy inteligente.

-¿Y cuánto te pagará? -Cuestiona de repente mi amiga pelirroja mientras da una mordida a su brillante manzana roja.

-Cinco mil dólares cada semana. -Respondo tranquila.

Ginger parece asustarse al instante. Empieza a toser a la vez que trata de respirar y finalmente escupe un pedazo de manzana que tenía atascada.

-¡¿Cinco mil dólares por semana?! -Sisea bajamente sin poder creerlo. Me encojo de hombros como si fuera algo normal-. ¿Qué rayos? ¿Cómo? Dios, entonces de ser así, creo que seré niñera.

No puedo evitar una sonrisa, pero rápidamente dejo de sonreír al instante que mis ojos son cubiertos por unas manos.

-Si adivinas quién soy, prometo no secuestrarte. -Dice él imitando una voz chillona.

Niego con la cabeza y quito sus manos de mi rostro. Me encaro con él y planto un casto beso en sus labios.

-Te eché de menos, nena. -Dice Louis con una sonrisa de oreja a oreja.

Sonrío en sus labios-. Yo también.

-¿Me extrañaste? -Pregunta meloso. Asiento riendo levemente.

Era realmente estúpido y extraño el reconocer como era que mí novio es uno de los chicos más populares de la escuela, y que mí mejor amiga igual era popular. Yo no lo era tanto, pero conocían un poco.

-Y.... ¿Qué haremos hoy? -Pregunta Louis mientras toma mi manzana, mordiéndola.

-Uhm... No podré hoy, Louis. Lo siento. Tengo una cita pendiente para mi trabajo. Es un nuevo cliente y necesito el dinero.

Louis hace un puchero y suspira rendido-. De acuerdo, te entiendo. Pero por favor, considera al menos salir un fin de semana, hace tiempo que no salimos como antes. Sé que necesitas ese dinero, aunque te lo he dicho muy bien, conmigo no te faltará nada.

Inocencia Perdida © | TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora