Dos golpes en la puerta y ambos esperamos expectantes. Eran más de las seis y los dos estábamos afuera de la casa de la mujer que nos ayudaría a descubrir cómo puedo recordar lo que sucedió la noche que morí.
La puerta se abre después de unos segundos, la mujer nos observa detrás de los cristales de sus anteojos y da una media sonrisa ladeada, abriendo bien la puerta para darnos el paso. Me doy cuenta que esta vez no lleva el labial rojo. Más bien, no lleva nada de maquillaje encima, y unas pequeñas ojeras comienzan a asomarse debajo de sus ojos.—Perdonen las fachas —se disculpa, cerrando la puerta detrás de nosotros y adelantándose a Jeremy— Estuve leyendo toda la noche el libro —explica, señalando el grueso y viejo libro encima de su mesa.
—¿Encontró algo que nos pueda servir? —Pregunta Jeremy.
Ella resopla.
—Sólo detalles, no hay nada que pueda explicar a fondo el cómo ayudar a Katherin a tirar la barrera que impide que pueda recordar exactamente lo que pasó, y que de igual forma impide que yo pueda verla y ver a través de sus recuerdos.
—¿Entonces cómo voy a hacerlo? —Pregunto con un poco de desilusión.
—Bueno, hablé con un amigo que sabe más sobre ese tema —se quita los lentes por un momento, restregándolos delicadamente contra la tela de su vestido— Él me dijo que es un proceso difícil para las almas tirar la barrera que de cierta forma los protege tanto de los demás como de ellos mismos. Y no, no es algo del otro mundo, es algo que tanto a los vivos como a los muertos nos cuesta más que otra cosa.
—¿Qué es? —Pregunta Jeremy por mí.
—Perdonar —responde.
Se coloca nuevamente sus lentes con delicadeza. Jeremy me observa sin saber qué opinar al respecto. Trago saliva dolorosamente.
—¿Perdonar a quién? —Pregunto con un amargo sabor de boca.
—A todos los que te lastimaron alguna vez, a todos a los que les guardaste o guardas resentimiento dentro de tu corazón.
Los observo a ambos con algo de pena y doy un paso pequeño hacia atrás. Jamás dejé que mi vida se centrara en las personas que me hicieron daño, en el odio o el resentimiento, pero en el fondo, siempre supe que ahí estaba. En un lugar recóndito de mi alma.
Suspiro; diciendo tanto y nada al hacerlo. En ese momento no pude evitar pensar en Lana, en Chain. Dos personas que amaba y después de morir me olvidaron como si yo jamás hubiese existido, como si yo solamente hubiera sido un estorbo para que ellos estuviesen juntos. En Heidi, en nuestra pelea con la que nos distanciamos. Y seguir con la lista sería eterno, para mi desgracia, había tanto resentimiento en mi alma, que darme cuenta me daba escalofríos. Es como la versión que a nadie le gusta tener pero todos tenemos. La versión oculta llena de odio y desgracia. La versión que termina siendo en muchas ocasiones la única verdadera de nosotros mismos.
Me siento apenada, tanto que, me cuesta decir algo o inclusive preguntar. No estaba segura de poder lograrlo. ¿Cómo se perdona a alguien que te rompe el alma? ¿Cómo se perdona cuando ya se está muerto?—¿Eso... es todo? —Pregunta Jeremy, probablemente notando mi incomodidad.
La mujer asiente, con una sonrisa débil en el rostro.
—Es un proceso que sólo tú tienes el control, Katherin —responde, mirándome— Nosotros podremos ayudarte, encontrar a quien te lastimó, saber qué fue lo que sucedió, pero para que tú puedas descansar, para que cures ese dolor, debes perdonar.
Doy un resoplido nervioso.
—¿Y si digo que los perdono a todos?
Suelta una risa leve.

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Scars
Misterio / Suspenso¿Qué pasaría si un día, de la nada, tienes un accidente y mueres? ¿Qué pasaría si regresas al mundo de los vivos... pero sólo una persona pudiese verte? ¿Qué pasaría si ves sufrir a los que amas, sin poder hacer nada al respecto? Angustia, terror, d...