De amor y tormento #1 "De amor y tormento"

Capítulo 5

Una cena.

Una cena en un restaurante francés en la Quinta Avenida.

Emily no lo podía creer. Pero, en realidad, lo que no podía creer era que Axel Carmichael la hubiera invitado a cenar.

A ella.

Todo el mundo sabía que Axel era mujeriego y que sus conquistas eran vacías y pasajeras. Mujeres bellas; modelos, actrices, herederas, hijas de colegas. Hasta su secretaria... pero nunca se imaginó a ella misma en esa situación.

El martes entró al archivero muy contenta y sintiéndose como una nube, flotaba y flotaba en un cielo cálido y claro.

Tan ensimismada estaba que no se dio cuenta de que no estaba sola en la habitación. De espaldas a ella se encontraba Axel que se giró.

–Buenos días Axel –dijo ella, apenada.

–Buenos días Emily.

Ella lo miró, él estaba parado sosteniendo una bolsa negra de letras plateadas. Vestía un traje gris topo con una camisa blanca y sin corbata, lo cual lo hacía igual de atractivo ante sus ojos.

–La cafetera hace café a las siete y media ¿Quieres? Es muy bueno.

–No, no –extendió la bolsa de papel brillante hacia ella– Te traje este regalo. Espero que te guste...

Una sonrisa apareció en sus labios.

A Axel le encantaba esa sonrisa, era como ver salir el sol después de una tempestad.

Emily abrió la bolsa y lo miró incrédula. Él no podía haberlo recordado, él no podía saber que le encantaba. Simplemente él no...

–El talle es único, pero es igual de pequeño que tú –se encogió de hombros–. Espero que te sienta bien –«por favor di algo»– Traje azul porque sé que se te vería muy bien.

¿Sentarle bien?

Emily miró el vestido azul en sus manos y descubrió que nunca había tenido nada tan bonito como aquello.

–No quiero sonar mandón, pero quiero que te lo pongas el sábado.

«Póntelo solo para mi, por favor Emily»

Emily miraba con atención el hermoso vestido mientras el la estudiaba. Tenía una hermosa sonrisa en el rostro y él no sabía que decir para que lo mirara.

–¿Te gusta? –preguntó con inseguridad.

–Es un hermoso vestido Axel. Me encanta. Me encantará usarlo el sábado.

–Me alegro. Bueno... tengo que seguir con las fusiones y adquisiciones, que tengas buen día.

–Tú igual -Axel avanzó unos cuantos pasos antes de salir del archivo- Axel...

Él se giró y ella se acomodó un cabello detrás de la oreja evitó su mirada, pero luego lo miró, directamente a sus ojos.

–Sé que debes escuchar esta frase de todas las chicas a las que le has hecho obsequios, pero gracias. Nunca había tenido nada tan bonito.

El se acercó a ella y deslizó el nudillo del dedo índice por la delicada mejilla. Ante ese contacto, ella enrojeció.

–Nos vemos después chèrie...

Axel entró a la oficina y pidió a su chofer que lo pasara a buscar a las seis, el nuevo empleado estuvo feliz de tener algo que hacer al fin y se lo hizo saber. Este, incrédulo, sonrió al cortar el teléfono, revisó unos papeles y los dejó sobre una carpeta y así siguió hasta completar diez, al mirar el reloj eran pasadas las una del mediodía.