Capítulo 13

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El sábado, temprano por la mañana, Axel ya estaba listo para la ceremonia de condecoración. Teresa también iba a ir con él y éste le agradecía la compañía. La semana había sido interminable y solitaria, ahora todo parecía retroceder.

Emily no había respondido si aún era suya. Aunque sabía que había actuado mal desde el principio y no mejoró su comportamiento al comenzar a mandarle contradictorios mensajes de textos cuando nunca fue capaz de acercarse a su oficina a ver si estaba bien. No soportaba la idea de verla y no poder tocarla o besarla y había hecho un esfuerzo supremo al no tomarla en sus brazos en la cafetería aquella mañana.

Se miró en el espejo mientras se acomodaba las solapas del traje...

Dos medallas, dos medallas más a su colección.

Dos medallas más que le recordaban que se cumplía un año más que su hermano no estaba a su lado...

—Se ve muy bien esta mañana Teniente General Carmichael.

—Muchas gracias señora Teresa.

—Quiero hacerte un regalo, Axel —dijo la mujer con los ojos llenos de lágrimas.

Ella sacó del bolsillo de un elegante traje femenino, un estuche azul de terciopelo y se lo extendió con manos temblorosas

—Se que no es muy caro, que es un regalo humilde, pero te lo doy con todo mi corazón.

Anonadado Axel abrió el estuche y de él sacó una escarapela de nacionalidad estadounidense hecha en oro y pedrería.

—Teresa... no era...

—¿Te gusta?

Un puño invisible presionó la garganta de Axel, tomó la escarapela de Teresa en sus manos y sintió como poco a poco se le calentaba el corazón con una emoción que no lograba comprender.

La mujer que tenía a su lado era maravillosa, era una madre para él, era comprensiva, lo escuchaba, lo aconsejaba y al final hiciera lo que el hiciera, ya sea malo o bueno, ella nunca se iba de su lado.

—Gracias Teresa... —dijo sin saber que decir.

Ella le apretó la mano con cariño.

—Hoy no estás solo Axel. Aquí nos tienes a todos los que te amamos, a todos los que nos preocupamos por ti. No creas que eres poco importante.

—Gracias. Es muy importante el que me acompañes hoy y no es por la razón que tú crees.

Ambos sabían que la familia Carmichael iba a estar presente en la condecoración y que el dinero que se recaudara iba a pasar al hospital público de Nueva York, Axel también iba a hacer sus donaciones, pero esta vez a un albergue que refugiaba a mujeres víctimas de violencia domestica, una causa de la que él y su empresa siempre consideraba digna de defender.

—¿Crees que... que ella estará? —Preguntó él de repente—. ¿Crees que Emily ira a mi acto de condecoración?

La mujer le sonrió y le acarició la cara con cariño.

—¿Qué crees tú, cariño?

Axel suspiró, cerró los ojos y se volvió a mirar en el espejo.

—Que me merezco si ella se aleja de mi lado... que me merezco si ella no quiere verme nunca más...

—No ¿Qué crees realmente? Si cierras los ojos y respiras profundo ¿Qué crees que Emily Walker hará? Dime —preguntó con suavidad.

—Irá aunque crea que la echaré de mi lado. Ella tiene todo el corazón que a mí me falta.

De amor y tormento #1 "De amor y tormento"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora