Capítulo 11

3.7K 439 10
                                    

El miércoles, Emily ya había puesto la mitad de las cosas en sus cajas y se había propuesto a ordenarlas por nombre.

Por la mañana había ido a trabajar y no había visto ni una sola vez a Axel. La empleada que había sido suspendida, ya había regresado a sus labores, pero cada vez que la miraba parecía querer matarla.

Carlos, que era uno de los archiveros de la misma planta, la había invitado a desayunar en la cafetería de la empresa, pero Emily declinó por miedo a ver a Axel y que éste la viera acompañada de otro hombre. Sin embargo, el mismo día, cuando se hizo unos minutos y fue a comprar un desayuno en el Starbucks del frente de la empresa, él estaba desayunando con Patrice en una de las mesas de la ventana.

Los dos parecían entenderse muy bien mientras hablaban y reían apartados del mundo y Emily sintió una horrible sensación de pérdida, como si él ya no fuera suyo y si todo lo que habían hablado y vivido en ese poco tiempo ya no existiera.

La rubia, al verla entrar le tomó la mano con confianza y le lanzó una sonrisa que daba a entender que había algo más que una relación laboral en ese simple desayuno. Axel, apenas la miró y ella optó por salir sin comprar nada para desayunar. Patrice murmuró algo y Axel se levantó.

—Emily, espera.

—Hasta pronto Axel.

—Espera, corazón yo no... nunca quise hacerte daño, pero debes entender, comprender que yo no soy... no soy tuyo.

«Pues es una lástima, Axel Carmichael porque yo soy tuya desde el mismo momento en que te vi»

—No voy a hablar contigo ahora, haz lo que quieres, puedes regresar cuando estés listo —le dijo con la voz rota— pero ya no me hieras así.

El tragó saliva.

—Nunca quise herirte corazón, solo que yo no te... no te...

—Ya no digas nada más, porque nos destruirás a los dos.

—Pero Emily, tengo que decirte que...

Pero ella no lo dejó terminar, no lo dejó terminar y se fue de la cafetería sin mirar atrás, aunque si hubiera visto a Axel, habría notado la gran tristeza y las lágrimas contenidas.

Se preguntaba qué era lo que tenía que decirle, pero sabía que no sería bueno escucharlo, no ahora, no cuando el todavía estaba enojado con ella. No cuando era tan fácil era herir al otro.

Más tarde, mientras ordenaba unos archivos para contabilidad, recibió un café y una dona bañada en chocolate con una notita en papel rosa.

«Provecho, corazón. Lo siento, pero a veces las cosas no pasan como uno quiere. Pero lo único que quiero es que me perdones»

Conmovida por la notita Emily comió el desayuno y quiso enviarle un mensaje, pero se detuvo. No era el momento. El sábado sería el día, el sábado iría a verlo a la condecoración y le diría todo lo que estaba en su corazón. Por ahora esperaría.

Aún así, el mismo miércoles por la tarde Emily se armó de valor y, después de meditarlo por más de una hora, le mandó un whatsapp a Axel, pero la respuesta no llegó.

Cerró los ojos.

Tenía la sensación de que Axel no iba a perdonarla nunca más.

De amor y tormento #1 "De amor y tormento"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora