17.

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Después de ver el programa de televisión, Leiko se levantó estrepitosamente del sofá donde estaba ella con Ayato. Tenía todavía los ojos pegados a la pantalla, y estos reflejaban pánico. 

Era obvio que ese mensaje era para ella. Ellos sabían todo sobre ella. Era como si estuviesen observando todo el rato. Un sudor frío la recorrió la espalda. ¿Y si le iban a hacer daño a Ayato, su único amigo, por su culpa? Eso no lo podría soportar. Pensar que Ayato moriría la hacía sentirse vacía por dentro y con ganas de llorar. 

Tenía miedo. Estos últimos días se había odiado a sí misma por ser un monstruo. Ayato no lo era, y es por esto que él nunca la querría. Eran amigos, pero ella había empezado a enamorarse de ese idiota inconscientemente. Estaba siempre con ella, Se podían considerar mejores amigos a pesar del poco tiempo que habían estado juntos. A Ayato le pasaba lo mismo. Cada día se arrepentía de hacerle  esto a ella, pero se recordaba a sí mismo que ella era una asesina, y que había matado a cientos de los suyos. 

Leiko nunca sería capaz de entender los sentimientos que estaban floreciendo en su interior, y aunque los entendiese algún día, nunca lo diría. La haría parecer débil. 

Leiko fue a coger sus cosas para irse del apartamento de Ayato. Si estaba en peligro por estar cerca de él, se alejaría lo máximo posible. 

Cuando fue a abrir la puerta, una presión en su muñeca la detuvo. Al girase, vio como Ayato la suplicaba con la mirada que no se fuese.

"Por favor... quiero estar más contigo" él era consciente del pánico que estaba sufriendo Leiko, ya sabía que el plan de Eto iba a suceder esa noche, pero decidió intentar apoyarla cunado ocurriese, estar junto a ella. 

"Creo que si me quedo t-te pueden hacer daño." los ojos de la chica volvieron a cristalizarse. Quería llorar. No podía evitar pensar que Ayato acabaría muerto, y que todo sería por su culpa. Él se quedó pasmado, pero recobró sus sentidos y empujó la frágil figura de la chica sobre él de un suave tirón de brazo. La abrazó tiernamente.

"Creo que no loe entiendes Leiko. Me da igual si estás en peligro. Si ese peligro me puede hacer daño, si me mata incluso. Siempre estaré a tu lado, porque eres mi amiga, y porque tú me ayudas a ser feliz. No te voy a dejar, aunque me lo pidas llorando." a este punto, Leiko estaba roja como un pequeño tomatito, y una mueca de dolor se mostró en sus rasgos. Se giró a ver a su amigo, y lloró en su torso hasta quedarse dormida. 

Después, Ayato acarició su cabello negro, hasta caer en los brazos de Morfeo. 

****

Leiko P.O.V 

Me desperté con un gran dolor de cabeza. Estaba harta de este mundo. A cada cosa que hacía, todo se enredaba cada vez más. 

Todo se volvía cada vez más complicado, yo ya no sabía que hacer. Pero me niego a rendirme. No puedo dejar a Touka, ni a Kaneki, ni a Hinami, ni a Ayato, y aún menos a Uta.  

Dejé la casa de Ayato aún con la cara ardiendo. Me sentía avergonzada por haber llorado en él y haberle enseñado mi lado más débil. Soy una estúpida. Es más, tiene buen cuerpo. Pensar en eso hizo que mi cara sufriese una explosión de color. 

Mierda.

Negué y entré a Anteiku, me puse mi uniforme y fui a la barra. Ahí me encontré con Touka y Kaneki. Le meneé las cejas a Touka, y ella me miró con desagrado. Yo me reí.

"¡Hola!" saludé amigable. "Kaneki, ¿Cómo puedes ser tan tonto?" dije negando. 

"¿Qué pasa?" pobre infeliz. Es TAN obvio que a Touka le gustas tonto.

"Nada. Por cierto, el otro día Touka me pidió que la enseñases a entender unas palabras que no entiende de su libro favorito. " dije guiñándole un ojo. Pareció captar el mensaje, porque se sonrojó. Y mucho.

"¡¡¡¡¡¡¡LEIKOOOOOOOOOOO!!!!!!" Touka me miraba desde la otra punta de la cafetería con un aura de maldad a su alrededor. Mierda mierda mierda.

"Voy a por granos de café que no quedan" 

Abrí la puerta del almacén y cogí dos bolsas. Las cargué por el pasillo y al abrir la puerta las bolsas se me cayeron de la impresión. Había cristales rotos por todo el suelo, y Ayato estaba entre ellos. Llevaba su bufanda morada, y tenía una batalla de miradas asesinas con Touka. Me sorprendió el gran parecido que tenían. Al desviar mi mirada hacia la puerta, ví a Jason y aotro tío mirándome. 

Podía escuchar mis pensamientos chocarse contra sí mismos.

Todo me quedó claro. Cuando miré a Ayato a los ojos, lo supe. 

Todo había sido una mentira despiadada. 


Único en su clase (TOKYO GHOUL) {AYATO KIRISHIMA X TÚ}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora