Anteiku [あんていく]

1.8K 166 20
                                    

Foto cogida del Instagram de @loliheaven

La historia~ ○^●

Después de comer, me dirigí hacia Anteiku. Debo de admitir que pensé mucho en sí unirme a la cafetería o no, pero poco a poco me di cuenta de que no podía seguir viviendo así. No tenía cuidado al matar a mis victimas, y debía de tenerlo. Si no sería capturada por la CCG en muy poco tiempo.

Hablé con Touka y estaba encantada de compartir habitación conmigo. Sólo me impuso dos condiciones:

1) No involucrar a Anteiku con ninguna de mis expediciones y asesinatos

Y

2) No mezclarme con el chico nuevo ya que es muy "extraño y cobarde"

Así que me dirigí a Anteiku sin pensármelo dos veces. Arrastraba mi maleta, jadeando. Una rueda se había caído por el camino.

Cambiarse de casa nunca ha sido muy fuerte. Soy muy desidiosa. Que se le va a hacer, es mi manera de ser.

Cuando por fin llegué a la puerta de la cafetería ghoul, solté un suspiro. Ahora me arrepiento de no haber cogido un autobús o un taxi, pero hubiese sido demasiado arriesgado. Tengo mis motivos. Pueden sonar estúpidos, pero esas pequeñas manías me habían mantenido viva hasta ahora.

"Vamos allá" dije, entrando en el lugar donde seguramente viviría por los próximos años. Touka me estaba esperando, y me alzó el equipaje sin el menor esfuerzo por las escaleras hasta su habitación.

Empecé a colgar mis pósters de lobos y anime mientras Touka me doblaba la ropa y la metía a mi armario.

"Gracias Touka" dije, tumbándome en la cama. Estaba agotada.

"Nada" dijo, estirándose. "Tienes poca ropa, pero demasiado perfume y maquillaje, ¿Para que lo necesitas? Nunca te he visto arreglada"

"Verás, no es para parecer más guapa ni nada, eso me da igual. Lo utilizo para la CCG. Me maquillo mucho cada vez que voy a cazar, por si las moscas. Uta me enseño muchos trucos para parecer otra persona con el maquillaje, y también me enseñó a diseñar máscaras"

Ella se rió levemente.

"Por eso te gusta tanto dibujar... ya lo entiendo."

"Supongo. El arte era lo único que tenía de pequeña para olvidarme del mundo.A veces me encerraba en el desván, y cuando me mudé con Uta, me acuerdo de que no sabía que hacer conmigo. No se atrevía ni a entrar a mi cuarto. Era como mi territorio" dije, riéndome.

"Ya veo..." miró hacia otro lado, una sonrisa pintando sus labios. "Leiko... yo... te aprecio mucho. Eres mi mejor amiga después de todo. Si algo te llegase a pasar... No se lo perdonaría. A nadie."

La miré detenidamente. Había un brillo peculiar en sus ojos.

"Lo mismo digo, Touka Kirishima" ella resopló. No soportaba cuando le llamaba por su apellido. Yo me reí.

"Vamos abajo. No eres la única que viene hoy" No sabía a que se refería, pero igualmente la seguí. Tenía una confianza ciega hacia Touka, igual que ella la tenía conmigo.

Al llegar abajo, el timbre sonó. Abrimos la puerta, y entraron dos chicas. Una madre y una niña, de unos doce años diría yo.

"¡Hola!" La niña se pegó un susto que por poco llega a la pared por mi saludo, y se escondió detrás de la mujer, que nos sonrió tímidamente, incluso un poco avergonzada, diría yo. "Me llamo Leiko, encantada" dije un poco más tranquila.

"Ho-hola" dijo, mirándome de arriba a abajo, como si no se fiase de mi. Tampoco me importó.

"Hola Hinami, hola Ryuko-san" saludó Touka, formal como siempre.

Kaneki les dió unas toallas. Ellas se fueron a su cuarto, pero antes, la niña se giró y me dijo;

"Onee-chan... tienes un olor muy peculiar" yo le sonreí.

"Muchos me lo dicen, Hinami-chan" ella me sonrió, antes de ir junto a su madre.

Me quedé mirándolas, ensimismada. No puede evitar pensar la suerte que tenían.

¿Cómo sería... vivir en paz?

"Leiko, te toca trabajar" Touka dijo,  interrumpiendo mis pensamientos.

"¿¡QUÉ!? ¡Estoy cansada...!"

"Yo también. ¡He sido yo la que ha estado doblando tu ropa mientras tú pegabas tus pósters a la pared! Y, sinceramente, paso de que te pongas sentimental por ver a la madre de Hinami. Así que... ¡Vamos, a servir café!" me tendió un uniforme, y fui a mi nuevo cuarto para cambiarme.

Cuando terminé, fui a la barra y empecé a atender a los clientes. Touka siempre sabía lo que me pasaba. A veces, me llegaba a sorprender.

[]

Ya era de noche cuando terminé mi trabajo, así que fui a la calle a respirar un poco de aire fresco. Hinami era muy tímida, pero le gustaba mucho leer y hacía unos dibujos preciosos de su familia. Me dijo que si le podía dar clases de dibujo, y acepté.

Kaneki le enseña palabras difíciles en los libros. Me pareció un chico bastante simpático.  Creo que sé por qué a Touka no le cae bien. Siempre que te burlas de él, él se ríe contigo y no le importa. Sé que a Touka le saca de quicio eso, a mi me pasa igual.

Suspiré.

Estoy poniendo en peligro a mucha gente por este antojo. Que descuidada soy...

Entonces, sentí a alguien cerca. Mirándome. Dirigí mi mirada hacia arriba, y vi una máscara que me sonreía.  La misma que me ayudó el otro día con el Ghoul.  El chico de pelo azul, al que yo apodé como Alegret.

Nos miramos unos segundos. Me fijé en que tenía un piercing en la oreja. No pude distinguir su olor, mi sentido del olfato siempre ha sido inservible. Es como el de un humano; puedo oler lo que ellos huelen, pero no se distinguir a los ghouls.

"¿Quien eres...?" Logré preguntar, antes de que diese media vuelta y se fuese por donde había venido.

No sé si fue mi imaginación, pero creo que antes de desaparecer dijo: "Así que eres tú."

Único en su clase (TOKYO GHOUL) {AYATO KIRISHIMA X TÚ}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora