Venganza

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Ryuko-san.

Perdóname.

Igual que no pude proteger a mi madre, no te pude proteger a ti.

Me recordabas tanto a ella. Tan amables, tan pacíficas, tan valientes, pero a la vez tan débiles. Al fin y al cabo, si no eres fuerte, mueres.

Pero, aunque hubieses sido débil, no merecías nada de lo que te pasó. Las palomas te mataron sin que tu fueses una amenaza.

No sé cómo Hinami pudo escapar, pero tranquila, la cuidaremos. Así que, descansa en paz. Porque te puedo asegurar que no voy a dejar que Hinami muera, ni que sea como yo. Vivirá como un humano, que, a fin de cuentas, es lo que es.

Ella merece vivir bien, no como yo, ni como tú, ni como ningún otro ghoul.

Es por esa razón que estamos aquí. Touka y yo decidimos matar a aquellos que vieron a Hinami, para que nadie más sepa quien es. Así podrá vivir en paz. Así vivirá como se merece.

Tercera persona P.O.V

Apoyadas en un pared había dos chicas, cada una con una máscara diferente. Al ver a dos hombres pasar por debajo de un túnel, se incorporaron y fueron caminando lentamente hacia una farola. Una de ellas, la cual llevaba una máscara de conejo, se impulsó del suelo y de un salto acabó en lo alto de ésta, mientras que la otra escaló con ayuda de sus garras de color rojo por las piedras del puente. Al acabar arriba del todo, ambos ghouls esperaron hasta ver las sombras de los investigadores aproximándose. Rabbitto en un ágil movimiento saltó de la farola de donde estaba y cortó a uno de ellos por la mitad.

El otro hombre se quedó paralizado del espanto, así que Leiko aprovechó para saltar de lo alto del puente dando una voltereta en el aire. Aterrizó de espaldas al hombre, y al girarse pudo apreciar su expresión de terror.

"¿Q-qué queréis?" Dijo él, mientras le temblaba la voz.

"Los humanos siempre olvidáis las cosas fácilmente" su peluca rosa se levantó por culpa del viento. "Y luego decís que nosotros somos los monstruos" la chica sacó su binkaku, y le atravesó la pierna, causando un grito de parte del hombre. "Si no nos tratáis como humanos... entonces actuaremos como bestias".

Acto seguido, le arrancó la pierna y le atravesó el estómago, acabando con su sufrimiento.

Cuando las ghouls estaban a punto de irse, algo alteró el sexto sentido de Ōkami, haciendo que ella saltase y pudiese esquivar un kagune de color carne con pinchos. Al aterrizar de nuevo en el suelo, vió de donde provenía éste. Un hombre de tercera edad, acompañado por un hombre bastante más joven, tenía un maletín plateado de donde salía el binkaku.

"Ara, ara. Que rápida eres Ōkami" el hombre se empezó a reír, una expresión enfermiza dibujada en su rostro.

"Mado-san. No se lo tome como un juego. Ellas acaban de matar a dos de nuestros investigadores" dijo el otro chico, el que también había sacado su quinque, un cilindro rojo el cual parecía muy difícil de romper.

"Amon-kun. Que ingenuo eres. Esos investigadores no valían nada. Lo que importa es lo que tenemos delante. estos dos ghouls son únicos. ¿O eres incapaz de verlo?" el hombre soltó otra carcajada antes de continuar. "Pero nunca a esa antes" dijo él apuntando a Touka. "Ōkami, ¿es tu amiga?"

"Tch" Leiko chasqueó la lengua molesta. Odiaba a ese tipo. No tenía compasión alguna. Una persona que no tenía corazón.

"Oh. Así que la conoces ¿eh?" rió divertido. Alzó su arma y fue directo hacia Touka, la cual esquivó su ataque fácilmente y acabó cerca de él. Intentó pegarle puñetazos, pero él los esquivaba con facilidad.

"Amon-kun. ¿Sabes qué clase de ghoul es este?" Amon negó con la cabeza, confundido por la pregunta de su superior. "Verás ella es un ghoul de kagune ukaku, se nota por su rapidez y destreza. Pero también se sabe por su poca resistencia." Touka se había esforzado tanto que ya estaba cansada, así que sacó su kagune y le intentó dañar. Obviamente, no funcionó ya que el se protegió con su kagune. Rápidamente Mado le arañó el brazo con su quinque.

Leiko aprovechó para sacar su binkaku y intentar atacar, pero el quinque del otro investigador la lanzó lejos de esa pelea. Ella acabó en el suelo sangrando. Cuando logró incorporarse quedó cara a cara con Amon, el cual alzó su arma para matarla. Ella logró esquivarle y se incorporó.

"No os entiendo..." le escuchó susurrar. "No tenéis compasión... ¿Sabes cuántos cómo tú han dejado huérfanos a niños inocentes?" Parecía que se hablaba a si mismo, pero Leiko decidió responderle.

"Entiendo tus razones para luchar. Es lógico" Amon alzó la cabeza, esperando un ataque. "Yo no mato a esa gente. Estoy de acuerdo, hay algunos ghouls que son monstruos, que matan por puro placer. Pero no generalices: no todos somos así. Algunos nos comemos a los suicidas, otros a asesinos en serie. Yo nunca mataría a alguien con una familia. A mi me lo hicieron. No quiero que nadie sufra como yo. Pero no dejes que te laven el cerebro Amon. Los ghouls también somos humanos, lo parezca o no. Tenemos sentimientos. Hablas de nosotros con asco, diciendo que somos repugnantes por matar a madres y padres. la sociedad nos aborrece. Pero entonces tu también eres un ser asqueroso."

"No te entiendo. Yo no hago nada mal"

"No me hagas reír. Tú también dejaste a una niña huérfana. ¿O ya lo has olvidado?" Los ojos del joven investigador se abrieron como platos. Podría ser... que se refiriesen a la mujer del otro día.

"¡Los ghouls no sois humanos!" gritó, intentando librarse de la culpabilidad que le llenaba el alma.

"Puede ser. Pero si no lo somos, entonces dime... Cuando recibimos un regalo de cumpleaños... ¿no somos felices? ¿No nos reímos? ¿No lloramos por una pérdida?" Un silencio incómodo reinó entre ellos hasta que Leiko escuchó un grito.

"¡Ōkami!" era su amiga, la cual la llamaba desde lo alto de una farola, para después echar a correr. Leiko hizo lo mismo, y antes de que Amon la pudiese parar, ella ya estaba lejos.

Único en su clase (TOKYO GHOUL) {AYATO KIRISHIMA X TÚ}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora